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CÉSAR VALLEJO - AUTÓGRAFOS OLVIDADOS


CUADRAGESIMOCTAVA ENTREGA

STEPHEN M. HART / ALGUNOS APUNTES SOBRE LOS AUTÓGRAFOS DE POEMAS HUMANOS ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ (2)

España, aparta de mí este cáliz (3)

(‘Badajoz’) (sin fecha) (39)

Este manuscrito no tiene fecha pero es muy probable que se escribiera el 8 de octubre de 1937, dados los enlaces íntimos que comparte con el poema discutido arriba. Como el poema anterior, ‘Badajoz’ fue inspirado por la batalla de Badajoz     que ocurrió el 14 de agosto de 1936, es decir, unos catorce meses antes de la composición del poema. Es probable que Vallejo aluda a esta batalla en particular porque rápidamente se convirtió en un ejemplo de la barbaridad de las fuerzas nacionales; el episodio, en que casi dos mil milicianos republicanos murieron, fue conocido como ‘la masacre de Badajoz’. (134) La primera parte de este poema, en efecto, parece ser una versión más limpia del primer segento de ‘Badajoz…’. Así que este autógrafo es otro segmento de la secuencia ‘Batallas de España I’, que posteriormente se convertiría en ‘Batallas II’. Es de notar que este texto constituye una versión más alargada del primer borrador. Lo que consistía en nada más que 13 versos en ‘Badajoz…’ (V1, vv. 1-13) es básicamente una refundición de la primera sección de ‘Badajoz…’, mientras que la segunda parte (vv. 14-26) es completamente nueva, empezando con el verso ‘pelear por todos y pelear (…)’ hasta la conclusión del poema. Vallejo a veces caía en la tentación de alargar el texto. Aun teniendo un borrador anterior, es fascinante ver la manera en que Vallejo sigue creando un palimsesto de alternativas poéticas, añadiendo, tachando, transformando. El primer borrador del comienzo del poema decía: ‘Badajoz, conoces la sucesión en…’ (V1, v. 1) que se convirtió luego en: ‘Estremeño, conoces / el secreto en dos voces (…)’ (V1 rev. vv 1-2). Este estremeño, que conoce ‘el secreto en dos voces’, se convierte rápidamente para Vallejo en el prototipo del héroe republicano; para el poeta peruano, los extremeños son, como bien anota Ricardo González Vigil, ‘los pioneros en el logro del Nuevo Mundo’. (135) En este primer segmento el verso que le causó a Vallejo más trabajo, fue el quinto. En un principio empezó así: ‘a escuchar, martillo superior, sólo salva’ (V1, 5). Se corrigió el verso varias veces, con referencias a ‘la escopeta’ (V1, rev., v. 5, tachado) antes de convertirse en: ‘a escuchar el morir de los morires’ (V1, rev., v.5). Este verso se transfirió intacto al primer borrador de la versión dactilográfica del poema (V2, v. 24; Silva-Santisteban, IV, 34), pero luego se tarjó (V3; Silva-Santisteban, IV, 35). Un verso del autógrafo no se transfirió a la versión dactilográfica: ‘sér que sea seguro’ (V1, v. 10). El primer segmento demuestra la predilección que el poeta peruano tenía por el futuro del subjuntivo, forma gramatical muy poco usada en español. (Véase arriba la discusión de ‘Viniere el malo, con un trono al hombro…’, 136-38.) En el borrador original se leía: ‘Estremeño, y sin haber tierra que tenga’ (V1, v. 7); ‘tenga’ fue sustituido por ‘ya haya’ que a su vez fue reemplazado por ‘hubiere’ (V2, v. 27; Silva-Santisteban, IV, 36; V3, v. 27; Siva-Santisteban, IV, 37).

Algunos de los cambios evidentes en el autógrafo revelan la existencia de una simbología personal en la poesía vallejiana: ‘el oro de tus póstumos ganados’ (V1, rev., v. 11) y sugiere que, para Vallejo, el oro se asociaba con la gloria póstuma. En efecto este poema se centra en la creación de un tesoro póstumo. El título original del poema -‘El martirio de Badajoz’- prueba que Vallejo originalmente tenía la intención de enfatizar el aspecto martirológico de la muerte del soldado extremeño. El motivo del martirio sigue siendo visible en la primera versión tipográfica de la conclusión del poema: ‘¡Por eso, hombre estremeño, caíste, / te limpiaste / y te quedaste muerto de esperanza’ (V2, vv. 44-46; Silva-Santisteban, IV, 36). Sin embargo, conviene señalarse que, a medida que revisaba el poema, Vallejo enfatizaba cada vez más en el aspecto humano del sacrificio del soldado. La versión definitiva de la conclusión del poema ahora subraya el motivo de la humanización del universo:

pero que los señores sean hombres
para que todo el mundo sea un hombre, y para
que hasta los animales sean hombres,
el caballo, un hombre,
el reptil, un hombre,
el buitre, un hombre honesto,
la mosca, un hombre, y el olivo, un hombre
y hasta el ribazo, un hombre
y el mismo cielo, todo un hombrecito!
(V3, vv. 35-43; Silva-Santisteban, IV, 37)

Aquí Vallejo expresa poéticamente esa fe en la victoria futura del pueblo a la cual se refirió en una carta escrita unos nueve meses antes: ‘De España traje una gran afirmación de fe y esperanza en el triunfo del pueblo. Una fuerza formidable hay en los hombres y en la atmósfera’. (136) Según una consulta del autógrafo demuestra, ‘Badajoz’ pasó por una etapa en la que la muerte del soldado extremeño en el campo de batalla se proyectaba en términos martirológicos antes de llegar a una visión profundamente humanizadora del universo: ‘para que todo el mundo sea un hombre’ (V3, v. 36).


Notas

(134) Thomas, The Spanish Civil War, 374-75.
(135) César Vallejo, 117.
(136) La carta a Juan Larrea tiene fecha de 22 de enero de 1937; véase Epistolario general: César Vallejo, 263.

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