SEXAGESIMONOVENA ENTREGA
CAPÍTULO 8
El instinto de conservación:
La identificación de las trampas, las jaulas y los cebos envenenados
La mujer fiera (4)
Las trampas
Trampa 1: La carroza dorada, la vida devaluada
En el simbolismo arquetípico, el carruaje es una imagen literal, un vehículo que traslada algo de un lugar a otro. En las imágenes oníricas modernas y en el folclore contemporáneo ha sido sustituido en buena parte por el automóvil que, desde un punto de vista arquetípico, "suena" de la misma manera. Este tipo de vehículo que "transporta" se ha considerado tradicionalmente el estado de ánimo central de la psique que nos transporta de un lugar de la psique a otro y de un esfuerzo a otro.
El hecho de subir al carruaje dorado de la anciana es similar en este caso al hecho de entrar en una jaula dorada que teóricamente tendría que ser más cómoda y agradable, pero que, en realidad, es una prisión. Una prisión que atrapa de una manera no inmediatamente perceptible, puesto que todo lo dorado suele deslumbrar al principio.
Imaginemos por tanto que bajamos por el camino de nuestras vidas con nuestras preciosas zapatillas hechas a mano y, de pronto, se nos ocurre pensar algo así: "Quizá sería mejor otra cosa, otra cosa que no fuera tan difícil, que exigiera menos tiempo, energía y esfuerzo."
Es algo que suele ocurrir en la vida de las mujeres. Nos encontramos en plena realización de algo que nos produce una sensación que puede variar desde lo agradable a lo desagradable. Creamos nuestras vidas a medida que avanzamos y hacemos lo mejor que podemos. Pero muy pronto se nos ocurre algo, algo que dice: "Eso es muy duro. Mira qué bonito es eso o aquello de allí. Parece más fácil, más agradable, más atractivo." De repente, se acerca el carruaje dorado, se abre la portezuela, se extienden las escalerillas y subimos. Nos han seducido. Esta tentación se suele producir muy a menudo y, a veces, a diario. En muchas ocasiones cuesta decir que no.
Así, nos casamos con la persona equivocada porque nos facilita nuestra vida económica. Abandonamos el trabajo que estábamos haciendo y regresamos a otro más fácil pero más trillado que llevamos diez años arrastrando. No procuramos que ese excelente poema alcance el mejor nivel posible sino que lo dejarnos en el tercer borrador en lugar de seguir esforzándonos un poco más. El espectáculo del carruaje dorado ensombrece la pura alegría de las zapatillas rojas. Aunque esta circunstancia podría interpretarse también como una búsqueda de bienes y comodidades materiales por parte de la mujer, a menudo es la expresión de un simple deseo psicológico de no tener que esforzarse tanto en las cuestiones básicas de la vida creativa. Deseo de tenerlo todo más fácil no es una trampa; es algo a lo que el ego aspira naturalmente. Ah, ¡pero a qué precio! El precio es una trampa. La trampa surge cuando la niña se va a vivir con la acaudalada anciana.
Allí tiene que permanecer callada como Dios manda... no está permitido anhelar nada abiertamente y, en concreto, no se puede satisfacer el anhelo. Eso es el comienzo del hambre del alma para el espíritu creativo.
La psicología junguiana clásica señala que la pérdida del alma se produce en particular hacía la mitad de la vida, hacia los treinta y cinco años o algo más tarde. Sin embargo, para las mujeres de la cultura moderna la pérdida del alma es un peligro cotidiano, tanto si una tiene dieciocho años como si tiene ochenta, tanto si está casada como si no, cualquiera que sea su familia, su educación o su situación económica. Muchas personas "Instruidas" sonríen con indulgencia cuando oyen decir que los pueblos "primitivos" tienen una interminable lista de experiencias y acontecimientos que, según ellos, les pueden robar el alma, desde ver un oso en una época del año equivocada a entrar en una casa que aún no ha recibido la bendición tras haberse producido en ella una muerte.
Aunque la cultura moderna contiene muchos elementos prodigiosos que enriquecen la vida, hay en una sola manzana de casas más osos en momentos equivocados y más lugares de muertos sin bendecir que en mil kilómetros cuadrados de tierras habitadas por poblaciones primitivas. El hecho psíquico esencial es que debemos vigilar constantemente nuestra relación con el significado, la pasión, la espiritualidad y la naturaleza profunda. Hay muchas cosas que tratan de apartarnos y alejarnos con engaño de las zapatillas hechas a mano, cosas aparentemente sencillas como decir, por ejemplo: "Ya bailaré, plantaré, abrazaré, buscaré, planificaré, aprenderé, haré las paces, limpiaré... más tarde." Todo eso son trampas.
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