LA PURIFICACIÓN BARROCA DEL ARTE ORIENTAL
H.G.V.
Los viernes 22 y 29 de noviembre, elMontevideano Laboratorio de Artes (conjuntamente con el grupo de gestión cultural Abrelabios) presentará el espectáculo La Bestia Pop en el mismísimo corazón del Tontovideo apedreado desde hace dos siglos por el General Pepe, el afranchutado matrero Ducasse, el maldito Imperator, el profeta Constructivista y Periquito el Aguador.
Se trata de una sinopsis multimediática que incluye trabajos de cuatro plásticos (Guillermo Fernández, Lola Fernández, Álvaro Moure Clouzet y Horacio Herrera), conferencias, presentaciones de libros y la exhibición de un video-collage especialmente abrochado por una reciente actuación del colectivo tanguero Garufa (de estirpe pierrista) en el Festival Internacional de Liechtenstein.
Estamos seguros de que los asistentes a estas dos jornadas de verticalización inversa de nuestro mapeo continental podrán constatar las consteladas influencias barrocas que se siguen entrelazando en la simbología identitaria de nuestra aparentemente minúscula comunidad celeste, así como el galope propio -a partir de la invención de Purificación- que seguimos proyectando en el mundo.
José Lezama Lima -que fue sin duda quien mejor definió el rol contraconquistador que le toca cumplir a América en el viaje global- estaría de acuerdo en detectar en La Bestia Pop las huellas entrelazadas de la mismísima impronta espiritual contrarreformista junto al mestizaje selvático con las culturas indígenas y el manierismo sajón que proyectaron los sixties en nuestra síntesis actual.
Y lo que tensa y condensa hipnóticamente esta forma de implantar lo nuestro en lo planetario es la renovada -y siempre heroica y por qué no rabiosa- voluntad de no jubilar al Hombre Nuevo constitutivo de cada espiralamiento de la evolución histórica que deberemos desentrañar y enriquecer entre toda la traición propuesta por la culturita servidora del consumismo salvaje.
Si le empatamos a la realidad, le ganamos a cualquiera, sentenció alguna vez Obdulio Jacinto Varela, y es difícil plantearse con mayor gracia de profundidad el desafío de durar en lo eterno que reaparece en nuestras levantiscas playas después del derrumbamiento del utopismo que nos planteó nada menos que guillotinar la fe del primer Jefe capaz de concebir la cuajadura de los Estados Unidos del Sur.
La Bestia Pop encara la renovación de una propuesta que sea capaz de robarle la fuerza a la barbarie materialista imperial y transfigurarla en el irreversible vuelo popular que siempre caracterizó a los conductores capaces de clarinar honda y serenamente una de los versos-consignas más perfectos que se puedan parir contra el redoblado emperramiento de las cerrazones: En mi país somos duros / el futuro lo dirá.
Porque desde el relámpago futbolero hasta el firuleteo de las bordonas, existe una misión inclaudicablemente prolongada en nuestra usina del sur: iluminar la altura. Recordemos que perlas barrocas se les llamaba a los preciosamente raros coágulos de belleza que llegaban a Europa desde ultramar anunciando la inminencia de otro mundo destinado a reinar sobre la decadencia delos despotismos.
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