jueves

AUTÓGRAFOS OLVIDADOS DE CÉSAR VALLEJO


QUINTA ENTREGA


JUAN FLÓ / INTRODUCCIÓN (2)

Creo que los manuscritos que aquí se dan a conocer son capaces de proporcionarnos o de confirmarnos algunas de las claves que nos permiten, aunque sea hipotéticamente, tratar de responder mejor a las preguntas a las que me referí antes. Lo primero que confirman los manuscritos, como es obvio, es la razón de aquéllos que siempre supusieron la existencia de los mismos y se extrañaban de la reticencia de Georgette Vallejo a darlos a conocer. Es cierto que la existencia de versiones manuscritas, de las que provienen las copias dactilográficas, (10) ya estaba comprobada para algunos casos, puesto que, aunque las declaraciones de Georgette podían provocar dudas sobre la supervivencia de versiones autógrafas, el hecho es que ella misma permitió la reproducción de algunos de esos manuscritos.

La otra inmediata comprobación es que las fechas que figuran al pie de los textos dactilografiados de los mismos poemas, de los que ahora conocemos los manuscritos, son efectivamente las de la composición de los poemas o, por lo menos, las del momento final de la composición, ya que existe una estricta coincidencia entre las fechas de las versiones dactilográficas y las de las manuscritas. De este modo queda debilitada la duda sembrada por Georgette acerca de las fechas, que ella misma contradice, parcialmente cuando acepta que, en ochenta días, Vallejo escribió los últimos 25 poemas de Poemas humanos. (11) También se comprueba, para casi todos los casos, que estos manuscritos representan el estado que el texto había alcanzado en el momento en que se lo copia a máquina, puesto que la versión dactilográfica, antes de sufrir las enmiendas finales, coincide puntualmente con la lectura que podemos hacer del manuscrito en su versión final, es decir de la versión que ha resultado después de numerosísimas tachaduras, agregados y sustituciones.

Estas comprobaciones ayudan a resolver -pero no resuelven de manera terminante- la vieja discusión suscitada por las opiniones de Georgette. Podríamos decir que vuelve a actualizarla, después de un período en el cual fue cancelada en los hechos, en la medida en que los responsables de las más recientes ediciones críticas de la poesía de Vallejo (Ferrari, Martínez Vigil, Silva-Santisteban) adoptaron como ciertas las fechas de las versiones dactilográficas de los poemas escritos entre el 3 de setiembre y el 8 de diciembre de 1937. Si bien es cierto que las confirmaciones que aportan los manuscritos vuelven más sólidas algunas convicciones que la crítica vallejiana ya había adquirido, solamente quedan confirmadas, de manera terminante, las fechas de composición de 24 de los 52 poemas de Poemas humanos, ya datados en las versiones dactilográficas, o en algún caso por el testimonio de Georgette, a los que hay que agregar -aunque en este caso ya era seguro el período aproximado de composición de ese conjunto- la de los poemas de España, aparta de mí este cáliz. De estos últimos disponemos ahora de manuscritos, que corresponden a 7 poemas, más otros que son parte o antecedentes del que en la versión final se titula Batallas.

Puede parecer razonable suponer que una vez confirmadas las fechas de los 24 poemas dactilografiados de los que disponemos de los manuscritos (o podemos comprobar que el manuscrito forma parte del mismo cuaderno y, por lo tanto, corresponde al mismo lapso), entonces también son fiables las fechas que figuran en las restantes copias dactilográficas. Es cierto que se podría argüir que las fotografías de los manuscritos fueron proporcionadas por la propia Georgette con la intención de que se publicaran y que si se hubiese dispuesto de un número mayor de textos autógrafos, que correspondiesen a las copias a máquina, y que confirmaran que también en esos casos las fechas de las copias son las de la redacción, hubiese quedado al descubierto que sus afirmaciones anteriores eran erróneas. (12) Por lo tanto se puede sospechar que, para no contradecirse, admitió la publicación sólo de un número de manuscritos coincidente con sus dichos. Esto obligaría a suponer, de su parte, una actitud intencionalmente mendaz, pero ni sus errores, ni sus reacciones, muchas veces poco razonables, son suficientes para que nos atrevamos a sostener tal cosa.

Todo esto no quita que hay argumentos como para dudar de que los restantes poemas dactilografiados y fechados, de los que no disponemos de manuscrito, correspondan a otro período productivo anterior. Si aceptáramos el testimonio de Georgette, en el sentido de que en las copias dactilográficas las fechas solamente indican el momento de la copia, habría que considerar que Vallejo, mientras produce su última obra poética va también copiando y corrigiendo unos 27 viejos poemas y que, en tanto que en la copia a máquina de los nuevos, registra la fecha de la redacción y no la de su copia (lo que deduzco del hecho de que siempre coincidan las fechas de los manuscritos y sus copias y de que no parece probable que todas las copias a máquina fueran hechas el mismo día que se compuso el poema), en la copia a máquina de los poemas escritos tiempo atrás, invierte el criterio y registra la fecha de la copia y no la de la redacción. La única explicación para esta conducta es que estos otros poemas, aunque provinieran de textos anteriores, hubiesen sido reelaborados dando lugar a un nuevo manuscrito fechado en el momento de culminar la versión y que, por lo tanto, también en ellos la fecha del manuscrito final haya sido transcripta en la versión dactilográfica. Y esa, en mi opinión, es una hipótesis bastante probable. De todos modos resta por explicar porqué existe un número de manuscritos idéntico, o casi, al número de poemas compuestos, según Georgette, en los meses finales del año 37, y que no hay, en cambio, ninguno que corresponda a las versiones dactilográficas  que ella considera copias de poemas anteriores. ¿Qué extraña casualidad hace que subsistan todos los manuscritos de los poemas copiados los mismos días en que se copiaban los manuscritos que tenían un origen anterior y que no exista uno sólo de estos últimos? Pero a eso se podría responder aduciendo que los manuscritos que subsistieron son los que integran el cuaderno español, usado precisamente por Vallejo para escribir los nuevos textos, y que, en realidad, no corresponde invocar ninguna improbable casualidad ya que todo el azar se reduce a la supervivencia de ese único cuaderno.

Mi conclusión, en resumidas cuentas, es que no hay ninguna prueba terminante de que Gorgette mienta o se equivoque cuando dice que en esos tres meses de extremada productividad Vallejo produjo, además de los de España, aparta de mí este cáliz sólo veinticinco de los poemas de Poemas humanos. Pero creo que la hipótesis más probable es que algunos de los poemas dactilografiados, y fechados, en esos meses, de los que no disponemos de manuscrito correspondiente, provengan de poemas que fueron comenzados antes de ese período pero cuyas fechas corresponden a la de la última reelaboración. A favor de esta hipótesis se puede argumentar que no es cierto que, como lo sostiene Georgette, Vallejo se limitara a consignar la fecha de la copia, puesto que existe 25 versiones dactilográficas sin fecha y que está sin fechar incluso una versión dactilográfica, de la que no disponemos de manuscrito, del poema ‘¡Dulzura por dulzura corazona!’ que Georgette considera integrado por versos escritos en 1931 y otros escritos en octubre o noviembre de 1937. (13)

Pero lo que me interesa en este momento es que todas consideraciones confirman que Vallejo produjo muy poco desde Trilce hasta uno o dos años antes de su muerte. Nos alcanza con saber algo que Georgette admitió siempre y los manuscritos prueban: durante los tres meses finales del año 1937 Vallejo escribió por lo menos 41 poemas. A esos podemos agregar el poema mencionado más arriba, que es completado en ese período, y más de 10 que Georgette considera compuestos en 1936. (14) El cómputo indica entonces que, sin considerar los poemas fechados pero sin manuscrito que garantice su fecha de composición, de un total de 99 poemas escritos luego de publicar Trilce (con exclusión de los poemas en prosa), 47 son compuestos a lo largo de 14 años y 52 en los dos últimos años de vida. Y muy probablemente al último período corresponden algunos otros, nuevos o reescritos, cuya fecha figura en las copias dactilográficas.


Notas

10) Las versiones dactilográficas fueron publicadas por primera vez por Georgette Vallejo en César Vallejo, Obra poética completa (Lima: Frncisco Moncloa Editores, 1968), y nuevamente por Silba-Santisteban, César Vallejo: poesía completa, III y IV, con una mejor calidad de reproducción.
11) Ver Sebastián Salazar Bondy, ‘Entre dos mundos’, en Ángel Flores (ed.), Aproximaciones a César Vallejo (Nueva York: Las Américas, 1971), 217.
12) Ver en este volumen la nota que relata la historia de los manuscritos autógrafos.
13) Georgette Vallejo, ‘Apuntes biográficos’, citado en César Vallejo: obras completas (Barcelona: Editorial Laia, 1977), III, 198.
14) ‘Apuntes biográficos sobre Poemas en prosa y Poemas humanos’, 495.

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