domingo

HUGO GIOVANETTI VIOLA



VITANOVA

por Álvaro Moure Clouzet

A los 63 años, el Jefe de Redacción de nuestro blog agrega una inesperada espiral a su quehacer literario y musical y anuncia el pre-lanzamiento del CD VITANOVA / CANTANDO ADELANTE, que se realizará a mediados de diciembre en el castillito del Parque Rodó. Se trata de un trabajo construido meteóricamente en dos meses junto a Federico Miralles e incluye catorce tracks con un soporte básico de dos guitarras y dos voces, más algún contrapunto de viola, saxo, cajón peruano y jarrón. El técnico de sonido y productor general es Dany Martínez.

Los sellos Caracol al Galope y elmontevideanolaboratoriodeartes.blogspot.com (Grupo Editor Conjunto) y el novísimo Bajo Cero los invitan desde ya a compartir este espectáculo que se fortificará celestemente en la calle Julio Herrera y Reissig, con acceso gratuito
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PRIMERA ENTREGA

Primera aclaración: ¿VITANOVA es el nombre del CD o del dúo?

VITANOVA es el nombre de un proyecto puntual -que por ahora incluye la grabación de un CD y la realización de un ciclo de espectáculos que ya comenzó a desarrollarse el 12 de noviembre en el Galpón de Corrales- inventado por el cantautor Federico Miralles y un servidor, que en este caso se define nada más que como un poeta que canta y toca la guitarra. Se nos podría catalogar, en último caso, como un ocasional dúo de solistas que decidió apedrear el charco (hablándolo en Onetti) con trovas comarcanas y universales para afirmar una necesidad latente de nuestra cultura que ya emergió con fenomenal relevancia en el Mundial de Sudáfrica y en la Copa América. El fútbol es un espectáculo simbólico, identitario y unificador que demostró en qué grado nos importa implantar una Vita Nova popular y espiritual de ingerencia planetaria, como ya nos pasó con Herrera y Reissig, Fabini, Torres-García, Zitarrosa y muchos otros Capitanes y Capitanas del Vuelo.

Bueno, nuestro blog superó las 82 mil entradas en poco más de dos años. Y las entradas traen banderitas de todas partes del mundo.

Ahí va la cosa. Está escrito que el consumismo salvaje es capaz de incendiarnos la fe para vender tristeza. Y nosotros tenemos que revertir esa situación (que hoy predomina mediáticamente) con la misma depuración discursiva y los mismos cojones que impulsaron al canto popu durante la dictadura, por ejemplo.

Pero ahora hay libertad de expresión.

Pero hay que saber usarla para liberarse de la mediocridad global, precisamente. Los propios músicos de distintas generaciones reconocen que en los últimos veinte años vivimos en un pozo de creatividad poética provocado por la violencia simbólica que generan los medios propagadores y exigidores de mediocridad light o new-age. Si querés tener “éxito” pasatista y vintenero tenés que preparar ravioles sin relleno. Y a joderse, que hay quórum.

¿Habrá tanto quórum?

Eso es lo que nos quieren hacer creer. Vos, como cineasta, sabés muy bien que Ciudad de Dios se comió el mundo sin complacer a ninguno de los convencionalismos made en la estética servidora de los curros oligopólicos.

¿Y por qué decidiste a grabar recién a esta edad? Tu banda juvenil, Los Hammers, figura en una historia del rock uruguayo que acaba de publicarse.

Sí, en los tiempos del inolvidable Discodromo alternamos hasta con el Kinto de Mateo y participamos en un long-play colectivo nada menos que al lado de Dino, Los Iracundos y los Bulldogs. Después me vino un ataque zitarroseño y formamos el dúo Los Matreros junto con el extraordinario narrador Hugo Bervejillo y compartimos escenarios con Eustaquio Sosa y Tabaré Etcheverry.

¿Y en París?

En París fui un mendigo pasaplatos decidido a soportar la intemperie a culo pelado y escribir de verdad. Y chau al ambientún literario. Si no hacés eso en algún momento de tu vida, no durás. A eso es a lo que se le llama desarrollar el segundo talento. Uno de mis maestros de vida, Manuel Espínola Gómez, lo sintetizaba con las cejas encrespadas y gritaba a lo gaucho: Las cosas hay que hacerlas muy bien, no bien.

Y a veces ese tratar de hacerlas muy bien genera una incomprensión total.

Claro, porque el establishment (que ha padecido en todas las épocas de un anquilosamiento constitutivo adorador de su propio poder) premia tanto al que no revoluciona como al que no evoluciona. Y si vos amenazás el buen gusto establecido (y fashion) sos boleta. Pero sucede que la vida está muy bien hecha y todos tenemos facciones interiores capaces de enriquecerla incanjeablemente. Y eso es lo único que importa y los creadores de raza nunca lo van a dejar de hacer, aunque les cueste todo. La misión sagrada es aportarle alimento renovador a la tribu. Lo que casi siempre conlleva discriminación. Hay dos frasecitas claves para hacer efectivo el endémico ninguneo envidioso y conservador: Te mato con la indiferencia y No hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Pero, gracias a Dios y a la Virgen, a veces no se puede crucificar a la genialidad inédita: ¿cómo vas ignorar olímpicamente a Gardel, a Zitarrosa o a los Beatles? Claro que esos fenómenos de imposición masiva a rajatabla siempre son excepciones en el trajinar asesino de las culturitas dominantes.

1 comentario:

MartinArte dijo...

Pa delante Hugo y Felicitaciones!!!

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