martes

CONFESIONES DE UN GUIONISTA INDECENTE / H. G. V.

DURAR (REMEMBER PERIQUITO)

A fines de 2010 nuestro blog cumplirá dos años, y ya hay cincuenta mil visitantes de todo el mundo familiarizados con el emblemático rostro caballuno del Capitán del Vuelo que, como el flaco Abel del tango, siempre nos guía: Juan Carlos Onetti o Periquito el Aguador, seudónimo que lo emparaguaba cuando empezó a apedrear el charco de la culturosis uruguaya en 1939.

A fines de 2010, por su parte, la Escuela de Cineastas del Uruguay festejará su crecimiento sietemesino presentando una selección de cortometrajes guionados, actuados, dirigidos, filmados y editados por los militantes que combaten contra el consumismo salvaje en nuestra trinchera estrellada.

En el arte se trata de expresarse horadando la pampa con los dientes o vegetar para lucirse en las pasarelas del glamour.

Durar frente a un tema, al fragmento de vida que hemos elegido como materia de nuestro trabajo, hasta extraer, de él o de nosotros, la esencia única y exacta, sentenciaba Periquito el Aguador el 28 de junio de 1939 en la novísima Marcha: Durar frente a la vida, sosteniendo un estado de espíritu que nada tenga que ver con lo vano e inútil, lo fácil, las peñas literarias, los mutuos elogios, la hojarasca de mesa de café. Durar en una ciega, gozosa y absurda fe en el arte, como en una tarea sin sentido explicable, pero que debe ser aceptada virilmente, porque sí, como se acepta el destino. Todo lo demás es duración fisiológica, virtud común a las tortugas, las encinas y los errores.

Y cuando nada es fácil, el todo siempre es precioso.

Al pie del faro / siempre hay oscuridad / pero en la lucecita / donde flotó mi amor / siempre hay dos esqueletos abrazados. / Se llaman vos y yo, reza el chorus de una canción que compusimos con un rocker de Pando.

Y ese vos y yo sintetiza exactamente la dialéctica docente-productiva que prolifera en la Escuela de Cineastas del Uruguay, donde maestros y discípulos se unifican y transforman -religados por una fe que sopla desde el Hervidero- en pueblo trabajando hacia una revolución celeste con nivel Onetti o Forlán.

Y que ladren los que ladran.

El 30 de diciembre de 1939, Periquito sentenciaba, a propósito de la verdad:

Porque está dentro de cada uno de nosotros: es intransferible, única, como nuestros rostros, nuestro estilo de vida y nuestro drama. Sólo se trata de buscar hacia adentro y no hacia fuera, humildemente, con inocencia y cinismo, seguros de que la verdad tiene que estar en una literatura sin literatura y sobre todo, que no puede gustar a los que tienen hoy la misión de repartir elogios, consagraciones y premios.

Hay que hipnotizar al pueblo.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+