martes

JESÚS DE PUNTA DEL ESTE (¿TE MOLESTA MI AMOR?)


una blognovela de
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET

VIGESIMOCUARTA ENTREGA

93 / ROCK DEL INDIO

Federica se paró en la escalera que daba al pub justo cuando Leonardo empezaba a cantar el Rock del Indio (Cordero atado):

-Lleno de miel pero ya sin hormigas / te acordás de la plata y te reís: / sólo quedan almejas / en el shopping del alma. / Lleno de sol pero ya sin leones / te acordás del imperio y te reís: / sólo quedan gusanos en el circo del diablo. / Qué bien se baila el rock del esqueleto / con tu bronca en el cráneo. / Qué bien se baila el rock del esqueleto / con tu guinda en el cráneo. / Lleno de luz pero ya sin trapecio / te acordás de la muerte y te reís: / sólo quedan estrellas / en la carpa del mundo. / Lleno de luz pero ya sin la roja / te acordás del caníbal y llorás: / sólo quedan hermanos / repartiendo el pan viejo. / Qué bien se baila el rock del esqueleto / con el verbo en el cráneo. / Qué bien se baila el rock del esqueleto / con el pez en el cráneo.

Y enseguida se desató la cola de caballo botticelliana, puntualizándole a la banda:
-Lo que vamos a hacer a medias con Dino es este rock y Tablas.
-Bravó, Leonard Reguscí -taconeó aplaudiendo la productora, y mientras pasaba frente al bar Franco sacó un Nevada y prendió un grabadorcito que tenía escondido en el mismo bolsillo.
-Mis amigos. Cruela Devil -demoró en componer una soltura pálida el muchacho muy torcido. -Qué hacés aquí. Qué querés.
-Perdón: para los amigos soy Federica. Y vengo a hacerte un reportaje aquí en tu cueva. En tu Laboratorio. Me enteré que bajaron de cartel pero me comentaron que el espectáculo estuvo muy bueno.
-Un reportaje para dónde.
-Para La farándula, beibi. Les podría venir bárbaro. Ta: no me pongas cara de cordero atado. Vamos a olvidarnos de lo que pasó y chau. Todavía estás a tiempo de romper todo en el Conrad, aunque no se te cante terminar el discazo que me dejaste por la mitad. Te lo producís vos y chau. Y les podés explicar al santo pedo a los Tinelli lo que es la recuperación revolucionaria del theatrum sacrum y todos esos cuentos de convento pero por lo menos ganás guita.
-A veces pienso en ganar alturas, pero no escalando hombres. En el Conrad se las arreglan muy bien con majuga decente o mamuts maquillados. Y hasta traen a Bob Dylan para blanquearse un poco las uñas. Pero no van a contratar a ningún uruguayo capaz de peinarle el cerebelo al que vive aplastado por el cielorraso de la culturita y lo único que podría rezar es un Padrenuestro que estás en los waters no dejes que el consumismo salvaje sea capaz de incendiarnos la fe para vender tristeza.
-Opa: estos sermones son merca nueva -se desescotó enlentejueladamente la mujer patizamba. -Ahora te noto colgadísimo con el man de Montreal. ¿Te imaginás una nota a doble página en el suplemento que se llamara Jesús de Punta del Este?
-Una bomba de olor. Sos increíble, Federica.
-¿No pensaste que a lo mejor el increíble sos vos? Bueno, tengo que a ir a escribir ordinarieces. ¿No me acompañás, Franco?

94 / LA VENTANA

-¿Pero por qué no cambia de laburo de una vez? -arrancó un jazmín el Pato mientras veían amanecer sobre el mural recién pintado. -¿No se podrá incendiar ese quilombo conchudo?
-Mirá que si un quilombo no es conchudo no funciona, botija.
-Ta. Sos un vivo bárbaro, León. Me hacés cagar de risa.
-No cambia de laburo porque no tiene fuerza para quererse a sí misma -le sacó de la mano la corolita el Flaco Jefe al chiquilín y empezó a masticarla. -¿La cazás o estás sordo?
-¿Y cuándo va a tener fuerza?
-No podemos saber. No hay que abandonarla nunca.
-¿Dónde están, carajo? -los hizo salir corriendo y meterse en la casa por la ventana una especie de bandoneonazo de odio. -Yo no puedo con todo, coboy.
-Llegaste muy temprano. Hay una pizza con aceitunas para poner en el horno.
-¿Y a vos no se te habrá hecho tarde con la gatúbela, Míster Músculo? A esa sí que se la debés haber metido hasta el Japón. ¿Te hizo el reportaje?
-No. La echamos enseguida.
-¿Y por qué no me contaste que Zen se va mañana?
-Le avisaron esta noche.
-Ta. Chau Laboratorio. Vos sí que no podés con nada, puto de cuarta. Y mirá que la pizza con aceitunas me tiene más podrida que la leche de peón.
-Andá a ducharte, negra -se sentó en el colchón ya ensabanado del chiquilín Leonardo y apenas escucharon cerrarse la puerta del baño murmuró: -Levantemos el corazón. Si llorás te reviento.
-Recitame la ensalada de Porchia.
-El dolor no nos sigue, camina adelante. Herir al corazón es crearlo. Una cosa sana no respira. Tanto universo, tanto universo para hacer funcionar un cerebro, un pobre cerebro. Mi pobreza no es total, falto yo. Vengo de morirme, no de haber nacido. De haber nacido me voy. En aquel mundo yo sabía que me mataba el bien pero creía que me mataba el mal. El misterio te hizo grande, te hizo misterio. Puedo no mirar las flores pero no cuando nadie las mira. A veces pienso en ganar altura, pero no escalando hombres. Un ala no es cielo ni tierra.
-No puedo no llorar.
-Y mirá si vas por la calle y aparece el Indio y te dice: El futuro llegó hace rato pibe, vamos a verlo un rato con tus ojos. Y entonces aparece Sabina que le dice a Silvio: Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna. Y Silvio le contesta: Estos años son el pasado del cielo. Y entonces vos lo mirás y le decís: ¿Guat? Y por suerte vuelve a aparecer el Indio y te aclara: Cuando la noche es más oscura se viene el día en tu corazón.
Y después que el Pato se durmió el muchacho encorvadísimo volvió al dormitorio y encontró a Mariana roncando envuelta en su sobretodo mientras la mañana derramaba refractando el mural constructivo.

95 / EL ESCÁNDALO

Franco se despertó despatarrado en la tarima del pub y subió al quilombo babeando una angurria verdosa.
-¿Ya leíste La farándula? -hizo saltar al barman, que subrayaba con un dry-pen el guión de 1818: Artigas y el alma cimarrona.
-La deben tener en puerta.
El gnomo casi se mata en el primer escalón y cuando volvió de la calle hacía revolotear la gorra festejando como en el cine mudo:
-Salió, Paco. Salió. Somos famosos, loco.
-JESÚS DE PUNTA DEL ESTE -alisó la doble página central del suplemento el hombre engominado. -PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LOS WATERS. ¿Y esto qué es?
-Se lo grabamos acá abajo anoche. Esto es la fama, Paco.
-Pero parece que el famoso fueras vos.
-Yo tenía que enseñarle a vender la genialidad que Dios le dio como fuera. ¿Entendiste? Ahora tenemos otro Capitán de la Garra Celeste comiéndose la península y el país y la Internet. Ma qué Shakira y Messi.
-Lo grabaron a traición.
-Lo catapultamos a tope -botoneó temblorosísimamente el celular el hombrecito apuercoespinado. -Servime un Chivas triple que se nos acabó la miseria del orto. Sí. ¿Federica? Impeca. Y la foto salió más grande que la de Obama. No se puede creer, genia. Loba. El recital es a mediodía: mandá a En trozos temprano. Yo te espero en la otra esquina de Michelini y al León después te lo podés llevar a El resorte, que es un barzucho plancha. Ahí transa con cualquier contrato. Aunque primero supongo que habrá alguna picada en el auto para este humilde mediocampista. Uh: ¿sopita de almejas? Soy el Titanic, loca.
-Me parece que todavía no sabés lo que hiciste -se dejó arrancar la copa con mucho menos lástima que repulsión el barman.
-Fue un milagro de mi viejo. ¿Por qué te persignás así?
-Cosas mías.
-Este es el milagro que le pedí a mi viejo cuando el Flaco Jefe todavía estaba en coma. Que Leonardo viviera para llegar a ser lo que es. Me confesé y fui a misa y todo. Y hoy cambiamos la historia del Uruguay. Te apuesto a que la cambiamos.
-Pero para eso hubo que traicionar al santo.
-Traicionarlo un carajo. ¿No viste lo que dice el cartelón de la última torre que empezaron en la Brava? ESTAMOS CONSTRUYENDO EL PARAÍSO. Y te largo una exclusiva: esa frase va en la tapa del disco. ¿Cómo la ves? Y la productora sigue siendo Federica y el mapa de Sudamérica que soñó Torres García va a quedar al revés de verdad. ¿Qué me vienen a joder con el heroísmo del Hombre Nuevo y la profecía del Laboratorio y la divinidad para el futuro?
-Yo no te sirvo otra.
-Bueno. Pero esta se la cobrás a los Capitanes del Vuelo que se dejaron joder en vida.

96 / ZEN

Zen cruzó a lo de Leonardo para filmar el mural mientras los músicos y los sonidistas hacían las primeras pruebas en el anfiteatro de la plaza.
-Maravilloso -sentenció, volviéndose a calzar los lentes amosconados. -Por algo nos sacaron los tanques a la calle, maestro.
-¿Vos sabés que cuando me trajeron el suplemento sentí como si las páginas estuvieran llenas de un oro de mariposa o algo así? No me enojé ni nada.
-Y yo anoche soñé que nos obligaban a incendiar una cruz gigantesca entre los Dedos del monumento de Gorlero pero no se quemaba. No había caso. ¿A qué hora llega Dino?
-A las diez. Tenemos tiempo de pedirle a la gente de la Intendencia que nos abra la Torre: quiero hacer una toma desde allá arriba.
-¿Y pensás cantar de sobretodo?
-Sí. Mariana lo usó para dormir.
-Acabo de recibir un mail de Floripa donde Ghizlaine me confirma que Wafa tiene leucemia. Por eso se adelantó el rodaje.
-Les va a ir bien.
-Nos va a ir bien. Y te aseguro que la negra ya se decidió a hacer el alma cimarrona. Yo sé lo que te digo.
-Mirá que te costó engancharme con el Laboratorio.
-¿Y lo que te costó a vos hacerme terminar de creer?
-¿Sentiste eso?
-Seguro. Y yo ahora te voy a pedir que me escribas algo en la agenda para aguantar aquel infierno, loco.
Entonces el Flaco Jefe trepó ojicerradamente la espiral de la Torre del Vigía y cuando desembocaron en el mirador advirtió:
-Estos son unos pedacitos que me acuerdo de una carta de Sabino a Justo.
Y escribió como si se le manara un celeste dictado por la PAX-LUX de la gigantez oceánica:

Cuándo tiempo tardaron los pescados en saltar a la tierra le preguntaba a Wolgfang Amadeo y cuánto tiempo más necesitó la vida para que a este animal con cuello almidonado le naciera el instinto de conservación y empezara a imponerse la Palabra por la ley del más puro cuánto tiempo nos falta señora luna cuánto y la acosté a Natacha al lado mío y pensé en Carolina y en los dos hijos nuevos y entendí que la vida era justa a pesar de las crucifixiones y recé prometiendo vivir todas las horas al servicio del Faro.

-Gracias. ¿Qué querés filmar?
-Esto.
Y Leonardo se desató la cola de caballo para rugir llorando en dirección a la península de los mercaderes:
-Viva la Purificación, carajo.

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