una blognovela de
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
ONCEAVA ENTREGA
41 / SANTOS
Federica Finkbein empezó su primero nota de exteriores para En trozos en la Punta preguntándole al ex-rey del rock porteño:
-Y por qué fiestas nudistas.
-Nudistas pero privadas -desenrolló su clásica trompa mandibular el hombre sesentón de bucles atirabuzonados a lo geisha.
-Ah. Eso no lo sabíamos -intervino desde el plató montado en el lobby del Conrad Jorge Rigoletto. -Hoy nos vas a permitir tirar algunos flashes, por lo menos.
-Niet -verticalizó una uña más perversa que la de la periodista el ex-rockero sobre la piscina del country.
-Ah: ¿vos también usás condones culturales? -pareció maravillarse Federica de su propio aviboramiento festejado chillonamente por J.R. y la Cadáver.
-Genial -estiró la bocaza bloqueada con un protector malva hacia la cámara el Rey. -Los uruguayos quieren imitarnos pero terminan hablando mejor que nosotros. ¿A quién se le ocurrió lo de los condones culturales?
-Lo escuché en un estudio de grabación, hace poco. Imaginate a un aspirante a Morrison tan en pedo que se arrodilla en lugar de cantar y te grita: El alma que anda en amor ni cansa ni se cansa. Y cuando lo mandás a cagar te avisa que él nació para hacerle de telonero a Dios nada más que desnudo. Sin condones culturales.
-¿Y el primer verso lo escribió él?
-No. Se pasa papagayeando a Dylan Thomas y a Vallejo y a Porchia y a Epicteto y a San Juan de la Cruz y después no hace nada.
-Me gustaría conocerlo.
-Vas a perder el tiempo. Ese pibe nació en orsai.
-Pero debe ser un santo.
-A ver, Johnny -se acolchonó las entradas muy blancas sobre la ya tostadísima proa de comunicador-tiburón Rigoletto. -¿Qué vendría a ser un santo para vos? ¿No estará jubilada esa palabra?
-Jubilado estoy yo, aunque haya sido un Beatle. ¿Me estás jodiendo, Jorge? A ver: ¿de qué profetas querés que te hable? ¿De los que se fritan con amor o se fritan con odio? Porque tibios no existen.
-No te entiendo.
-Claro que no entendés. Porque naciste tibio.
-¿Y vos cómo naciste? -se le amorató una sobreactuada diversión en las arrugas frontales a J.R.
-En orsai. A los genios nos levanta el banderín hasta un ciego. Pero el cusifai con huevos de fierro a veces ni se ve. Bueno, algunos estornudan o se tiran un pedo y te rompen la piñata mundial. Hay por boca o por culo. Santo al derecho es Gandhi, por ejemplo. Y santo al vesrre es Hitler.
-¿De veras que no nos vas a dejar hacer un solo flash, maestro?
-Solamente que me trajeran a un profeta en pelotas. Y tendría que pensarlo.
42 / MAGOS
Zen engulló una picada de chorizo con pan y señaló a la muchacha renga y ciega que acababa de integrarse al Laboratorio:
-¿Se imaginan si en el espectáculo apareciera en pantalla un correlato de los ojos de Lucía? Como si los buceáramos.
-Genial -saltó Mariana. -Y yo tenía pensado que ella hiciera el papel de Guitarra Blanca, además. Porque se canta todo. Dejá de hacer ese berrinche para masticar o te reviento, Pato.
-Porque el diablo se ve -le alcanzó un pedazo de morrón relleno con queso parrillero Leonardo a Juana. -Pero la luz del mundo sólo podemos verla cuando la vida nos rompe los ojos.
-¿Y vos estás seguro que Paco va a aceptar actuar?
-Yo aprendí a dirigir en el Brasil y trabajando nada más que con amateurs -le hizo una seña canchera Zen a la negra. -Si lo hubieras escuchado cantarle Explicación de mi amor a una arañita recién aplastada todavía estarías erizada.
-Y es bastante parecido a Alfredo.
-Puede darlo muy bien. Lo interesante es que se parece mucho a Alfredo por dentro.
-Sí. Es locazo.
-¿Alfredo era muy loco? -verticalizó el bastón la chiquilina con resplandor de muñeca virtual.
-Lo importante es que era un mago -sacó un papel de la camisa Leonardo Regusci. -Y ya que estamos aprovecho para leerte la arenga iniciatoria del Laboratorio. ¿Te molesta si te llamo Ojos de Plata?
-No. Aunque me va a dar terror que no parezcan de plata cuando actúe.
-El sindrome vertiginoso de que se nos caiga la pared antes de ponerle la planchada es una garantía de enamoramiento creacional. Escuchá: Todas las tribus de todos los tiempos se desesperaron frente a una posible infinitud vacía. Y para que la tribu pudiera purificarse soñando, los magos tallaban al enemigo en la pared de la cueva-trinchera. Cada mago debe ser capaz de hipnotizarnos excavando una visión sosegadora del DEVORADOR DE LA ALMA QUE ANDA EN AMOR. Si tu reproducción del dragón no nos azula como el Verbo sobre las aguas primordiales no le sirve a la alma. Pero si transformás cada molécula de la pared en una célula y exorcizás y verticalizás a la Bestia resucitamos todos. La Bestia se vuelve falo y la cueva multiplica peces capaces de perforar la montañosidad de la nada espejismal. Los Capitanes del Vuelo son los generadores de la espesura del Hombre Nuevo nacido para guiarnos desde el alba de oro hasta la noche serena.
-¿Me dejás decir el final? -le reverberó la grasa de la sonrisa poceada al Pato.
-Dale.
-El final es: Como Artigas.
Y Juana se agarró del bastón que parecía sostenerle el vuelo a Ojos de Plata y agregó:
-Bienvenida a la intemperie.
43 / VERSE
Zen volvió con Juana a Montevideo en el auto, Mariana fue a trabajar y Leonardo se quedó en la plaza.
-Me bajó el plan de El alma de Alfredo, flaco -llegó antes de que aclarara la negra y se sentó a arrancarle estrellitas al yesquero. -Así que voy a escribirla yo. Y muy rápido, te aviso.
-Favor que usted me hace.
-Y nada de noche oscura: morir de amor herido, nomás. ¿Vos te acordás cuál fue el único tema de Silvio que grabó Zitarrosa?
-Esta canción. En el primer disco que hizo en La Batuta con el cuarteto del Toto Méndez al volver del exilio.
-¿Y sabías que cuando Silvio se enteró se agarraba la cabeza porque no podía creer que Alfredo hubiese elegido el bajón más bajón que compuso en su vida?
-Me imagino. Y para peor ese arreglo por milonga les quedó como el culo.
-Es verdad. A mí la anécdota de Silvio me la contó el borracho en el taller. Y en el espectáculo el tema se lo voy a hacer recitar casi al final. Fané.
-Recitar.
-Sí. El actor no va a cantar en ningún momento. Y antes de un apagón donde se escucha Explicación de mi amor aparece el latigazo: Me he dado cuenta de que miento / siempre he mentido, siempre he mentido. / He escrito tanta cosa inútil cosa sin descubrirme, sin dar conmigo.
-Lo conozco muy bien.
-Escuchalo igual, carajo: No amar en seco con tanto dolor / es quizás la única verdad / que queda mi interior, bajo mi corazón. / No sé si fue que malgasté mi fe / en amores sin porvenir / que no me queda ya ni un grano de sentir.
Entonces Mariana se atoró larguísimamente y después de empenacharse con una última arcada tiritó:
-Preciso que me escuches ahora.
-Todo bien.
-Yo sé que a nadie le interesa / lo de otra gente con sus tristezas. / Esta canción es más que una canción / y un pretexto para sufrir / y más que mi vivir y más que mi sentir. / Esta canción es la necesidad / de agarrarme a la tierra al fin / de que te veas en mí / de que me vea en ti. / Yo sé que hay gente que me quiere / yo sé que hay gente que no me quiere.
-Gran idea -se sacó el sobretodo Leonardo para tapar a la mujer biliosa pero ella estuvo a punto de clavarle el pucho en el tercer ojo. -Calma, Señora.
-La Tantriste contesta: Todo en la vida es mierda. Y no vengas a casa.
-No te esperé por eso.
-Quiero actuar en el espectáculo.
-Favor que usted nos hace.
-Ahora andate a la mierda y seguí mintiendo, santo. O salvá a tu Señora.
44 / ACTUAR
Leonardo Regusci encontró a Paco bostezando en la barra como un hipopótamo y después de armar un mate nuevo atacó:
-Zen quiere que hagas de Zitarrosa en el espectáculo.
-No jodan -chistó el hombre que llevaba un 38 arriba a toda hora para mantener afuera del quilombo a los maridos de las muchachas. -El que se parecía de verdad a Alfredo y lo imitaba bien era mi viejo.
-Pero Zen te escuchó cantarle Explicación de mi amor a la araña.
-Si él tuviera un padre comunista desaparecido me entendería mejor. Ah: te mandó decir el Negro Piedra que mañana le concedieron la primera salida transitoria y los encuentra de tarde en la plaza. Primero va a San Carlos.
-Entonces podemos ver junto con él La noche oscura.
-Ando muy loco, León. El otro día soñé que cada una de las muchachas me pedía el corazón y lo usaba de teta.
-Qué lindo.
-¿Seré trolo tapado?
-Esperá a ver La noche oscura y vas a entender todo.
-¿Todo lo qué? ¿Te enteraste que el Negro Piedra la quedó? Iba invicto. Gastó mil mangos en una espada y se lo clavaron igual.
El muchacho de rastas pozzuoli pidió permiso para pasar atrás de la barra y servirse una ginebra cantando ahorcadamente:
-He rodao como bolita de purrete arrabalero / y estoy fulero y cachuzo por los golpes, ¿qué querés? / Cuántas veces con un cuatro a un envido dije quiero / y otra vez me fui a baraja sobrando con treinta y tres.
-¿Puedo hacerte una pregunta contraindicada para las hemorroides sentimentales?
-Dale.
-¿Por qué te franeleás a la negra si sabés que lo único que precisa es un marido con besito al final de la película?
-Porque me pide el corazón para usarlo de teta.
-¿Y vas a mandar todo lo de Montevideo a la mierda de verdad?
-Ellos son los que me tratan como a una mierda.
-Pero tenés contrato. Y si empezás a laburar aquí tarde o temprano van a caer a pasarte la cuenta.
-Lo del Negro Piedra es peor.
-Quién sabe.
-Yo lo único que sé es que hay que actuar, Paco. Te mandan una carta a la Torre donde siempre se ve la luna y te tirás y caés montado en el zainito y pumba: A brillar, mi amor.
-Tené ojo con la negra.
-No te preocupes, porque lo que mi alma trola tapada precisa es un Esposo.
-Pero te enamoraste de una ballena, hermano.
41 / SANTOS
Federica Finkbein empezó su primero nota de exteriores para En trozos en la Punta preguntándole al ex-rey del rock porteño:
-Y por qué fiestas nudistas.
-Nudistas pero privadas -desenrolló su clásica trompa mandibular el hombre sesentón de bucles atirabuzonados a lo geisha.
-Ah. Eso no lo sabíamos -intervino desde el plató montado en el lobby del Conrad Jorge Rigoletto. -Hoy nos vas a permitir tirar algunos flashes, por lo menos.
-Niet -verticalizó una uña más perversa que la de la periodista el ex-rockero sobre la piscina del country.
-Ah: ¿vos también usás condones culturales? -pareció maravillarse Federica de su propio aviboramiento festejado chillonamente por J.R. y la Cadáver.
-Genial -estiró la bocaza bloqueada con un protector malva hacia la cámara el Rey. -Los uruguayos quieren imitarnos pero terminan hablando mejor que nosotros. ¿A quién se le ocurrió lo de los condones culturales?
-Lo escuché en un estudio de grabación, hace poco. Imaginate a un aspirante a Morrison tan en pedo que se arrodilla en lugar de cantar y te grita: El alma que anda en amor ni cansa ni se cansa. Y cuando lo mandás a cagar te avisa que él nació para hacerle de telonero a Dios nada más que desnudo. Sin condones culturales.
-¿Y el primer verso lo escribió él?
-No. Se pasa papagayeando a Dylan Thomas y a Vallejo y a Porchia y a Epicteto y a San Juan de la Cruz y después no hace nada.
-Me gustaría conocerlo.
-Vas a perder el tiempo. Ese pibe nació en orsai.
-Pero debe ser un santo.
-A ver, Johnny -se acolchonó las entradas muy blancas sobre la ya tostadísima proa de comunicador-tiburón Rigoletto. -¿Qué vendría a ser un santo para vos? ¿No estará jubilada esa palabra?
-Jubilado estoy yo, aunque haya sido un Beatle. ¿Me estás jodiendo, Jorge? A ver: ¿de qué profetas querés que te hable? ¿De los que se fritan con amor o se fritan con odio? Porque tibios no existen.
-No te entiendo.
-Claro que no entendés. Porque naciste tibio.
-¿Y vos cómo naciste? -se le amorató una sobreactuada diversión en las arrugas frontales a J.R.
-En orsai. A los genios nos levanta el banderín hasta un ciego. Pero el cusifai con huevos de fierro a veces ni se ve. Bueno, algunos estornudan o se tiran un pedo y te rompen la piñata mundial. Hay por boca o por culo. Santo al derecho es Gandhi, por ejemplo. Y santo al vesrre es Hitler.
-¿De veras que no nos vas a dejar hacer un solo flash, maestro?
-Solamente que me trajeran a un profeta en pelotas. Y tendría que pensarlo.
42 / MAGOS
Zen engulló una picada de chorizo con pan y señaló a la muchacha renga y ciega que acababa de integrarse al Laboratorio:
-¿Se imaginan si en el espectáculo apareciera en pantalla un correlato de los ojos de Lucía? Como si los buceáramos.
-Genial -saltó Mariana. -Y yo tenía pensado que ella hiciera el papel de Guitarra Blanca, además. Porque se canta todo. Dejá de hacer ese berrinche para masticar o te reviento, Pato.
-Porque el diablo se ve -le alcanzó un pedazo de morrón relleno con queso parrillero Leonardo a Juana. -Pero la luz del mundo sólo podemos verla cuando la vida nos rompe los ojos.
-¿Y vos estás seguro que Paco va a aceptar actuar?
-Yo aprendí a dirigir en el Brasil y trabajando nada más que con amateurs -le hizo una seña canchera Zen a la negra. -Si lo hubieras escuchado cantarle Explicación de mi amor a una arañita recién aplastada todavía estarías erizada.
-Y es bastante parecido a Alfredo.
-Puede darlo muy bien. Lo interesante es que se parece mucho a Alfredo por dentro.
-Sí. Es locazo.
-¿Alfredo era muy loco? -verticalizó el bastón la chiquilina con resplandor de muñeca virtual.
-Lo importante es que era un mago -sacó un papel de la camisa Leonardo Regusci. -Y ya que estamos aprovecho para leerte la arenga iniciatoria del Laboratorio. ¿Te molesta si te llamo Ojos de Plata?
-No. Aunque me va a dar terror que no parezcan de plata cuando actúe.
-El sindrome vertiginoso de que se nos caiga la pared antes de ponerle la planchada es una garantía de enamoramiento creacional. Escuchá: Todas las tribus de todos los tiempos se desesperaron frente a una posible infinitud vacía. Y para que la tribu pudiera purificarse soñando, los magos tallaban al enemigo en la pared de la cueva-trinchera. Cada mago debe ser capaz de hipnotizarnos excavando una visión sosegadora del DEVORADOR DE LA ALMA QUE ANDA EN AMOR. Si tu reproducción del dragón no nos azula como el Verbo sobre las aguas primordiales no le sirve a la alma. Pero si transformás cada molécula de la pared en una célula y exorcizás y verticalizás a la Bestia resucitamos todos. La Bestia se vuelve falo y la cueva multiplica peces capaces de perforar la montañosidad de la nada espejismal. Los Capitanes del Vuelo son los generadores de la espesura del Hombre Nuevo nacido para guiarnos desde el alba de oro hasta la noche serena.
-¿Me dejás decir el final? -le reverberó la grasa de la sonrisa poceada al Pato.
-Dale.
-El final es: Como Artigas.
Y Juana se agarró del bastón que parecía sostenerle el vuelo a Ojos de Plata y agregó:
-Bienvenida a la intemperie.
43 / VERSE
Zen volvió con Juana a Montevideo en el auto, Mariana fue a trabajar y Leonardo se quedó en la plaza.
-Me bajó el plan de El alma de Alfredo, flaco -llegó antes de que aclarara la negra y se sentó a arrancarle estrellitas al yesquero. -Así que voy a escribirla yo. Y muy rápido, te aviso.
-Favor que usted me hace.
-Y nada de noche oscura: morir de amor herido, nomás. ¿Vos te acordás cuál fue el único tema de Silvio que grabó Zitarrosa?
-Esta canción. En el primer disco que hizo en La Batuta con el cuarteto del Toto Méndez al volver del exilio.
-¿Y sabías que cuando Silvio se enteró se agarraba la cabeza porque no podía creer que Alfredo hubiese elegido el bajón más bajón que compuso en su vida?
-Me imagino. Y para peor ese arreglo por milonga les quedó como el culo.
-Es verdad. A mí la anécdota de Silvio me la contó el borracho en el taller. Y en el espectáculo el tema se lo voy a hacer recitar casi al final. Fané.
-Recitar.
-Sí. El actor no va a cantar en ningún momento. Y antes de un apagón donde se escucha Explicación de mi amor aparece el latigazo: Me he dado cuenta de que miento / siempre he mentido, siempre he mentido. / He escrito tanta cosa inútil cosa sin descubrirme, sin dar conmigo.
-Lo conozco muy bien.
-Escuchalo igual, carajo: No amar en seco con tanto dolor / es quizás la única verdad / que queda mi interior, bajo mi corazón. / No sé si fue que malgasté mi fe / en amores sin porvenir / que no me queda ya ni un grano de sentir.
Entonces Mariana se atoró larguísimamente y después de empenacharse con una última arcada tiritó:
-Preciso que me escuches ahora.
-Todo bien.
-Yo sé que a nadie le interesa / lo de otra gente con sus tristezas. / Esta canción es más que una canción / y un pretexto para sufrir / y más que mi vivir y más que mi sentir. / Esta canción es la necesidad / de agarrarme a la tierra al fin / de que te veas en mí / de que me vea en ti. / Yo sé que hay gente que me quiere / yo sé que hay gente que no me quiere.
-Gran idea -se sacó el sobretodo Leonardo para tapar a la mujer biliosa pero ella estuvo a punto de clavarle el pucho en el tercer ojo. -Calma, Señora.
-La Tantriste contesta: Todo en la vida es mierda. Y no vengas a casa.
-No te esperé por eso.
-Quiero actuar en el espectáculo.
-Favor que usted nos hace.
-Ahora andate a la mierda y seguí mintiendo, santo. O salvá a tu Señora.
44 / ACTUAR
Leonardo Regusci encontró a Paco bostezando en la barra como un hipopótamo y después de armar un mate nuevo atacó:
-Zen quiere que hagas de Zitarrosa en el espectáculo.
-No jodan -chistó el hombre que llevaba un 38 arriba a toda hora para mantener afuera del quilombo a los maridos de las muchachas. -El que se parecía de verdad a Alfredo y lo imitaba bien era mi viejo.
-Pero Zen te escuchó cantarle Explicación de mi amor a la araña.
-Si él tuviera un padre comunista desaparecido me entendería mejor. Ah: te mandó decir el Negro Piedra que mañana le concedieron la primera salida transitoria y los encuentra de tarde en la plaza. Primero va a San Carlos.
-Entonces podemos ver junto con él La noche oscura.
-Ando muy loco, León. El otro día soñé que cada una de las muchachas me pedía el corazón y lo usaba de teta.
-Qué lindo.
-¿Seré trolo tapado?
-Esperá a ver La noche oscura y vas a entender todo.
-¿Todo lo qué? ¿Te enteraste que el Negro Piedra la quedó? Iba invicto. Gastó mil mangos en una espada y se lo clavaron igual.
El muchacho de rastas pozzuoli pidió permiso para pasar atrás de la barra y servirse una ginebra cantando ahorcadamente:
-He rodao como bolita de purrete arrabalero / y estoy fulero y cachuzo por los golpes, ¿qué querés? / Cuántas veces con un cuatro a un envido dije quiero / y otra vez me fui a baraja sobrando con treinta y tres.
-¿Puedo hacerte una pregunta contraindicada para las hemorroides sentimentales?
-Dale.
-¿Por qué te franeleás a la negra si sabés que lo único que precisa es un marido con besito al final de la película?
-Porque me pide el corazón para usarlo de teta.
-¿Y vas a mandar todo lo de Montevideo a la mierda de verdad?
-Ellos son los que me tratan como a una mierda.
-Pero tenés contrato. Y si empezás a laburar aquí tarde o temprano van a caer a pasarte la cuenta.
-Lo del Negro Piedra es peor.
-Quién sabe.
-Yo lo único que sé es que hay que actuar, Paco. Te mandan una carta a la Torre donde siempre se ve la luna y te tirás y caés montado en el zainito y pumba: A brillar, mi amor.
-Tené ojo con la negra.
-No te preocupes, porque lo que mi alma trola tapada precisa es un Esposo.
-Pero te enamoraste de una ballena, hermano.
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