una blognovela de
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
NOVENA ENTREGA
33 / ALMA
Leonardo Regusci actuó a los dos días de telonero del Senequilla en un pub-catacumba con glamour new-age donde Latorre encadenaba a los presos políticos en el siglo XIX, y Maldito y Franco festejaron el éxito pingponeando descamisadamente en el Laboratorio.
-Quedará mal decirlo -le pegó una patada-service al televisor el hombrecito de bigote depilado. -Pero yo soy una madre para León. Porque cuidarlo durmiendo meses en el sanatorio y ayudarlo con los ejercicios de recuperación fue un poroto al lado de enseñarle a triunfar. Eso es lo que él no sabe. Y hoy triunfamos. Fijate que en este momento lo están contratando para salir de telonero en el Conrad antes de viajar a Madrid. Y eso no es pa cualquiera, botija.
-Senequilla dice que este chico puede llegar a convertirse en un segundo Nano -se chorreó los rulos blancos del pecho con Tannat el empresario. -¿Sabes que no puedo entender de qué coño va el graffiti más grande?
Y gateó hasta el rincón fluorescente para deletrear con la lengua muy resbalosa:
-En momentos en que el sacerdote iba a administrarle el Viático, Artigas quiso levantarse y le encargada del aderezo del altar le dijo que su estado de debilidad le permitía recibir la comunión desde la cama, a lo que el general respondió: “Quiero levantarme para recibir a su Majestad”. Juan Sinforiano Bogarín.
-Eso es un testimonio del último capricho que tuvo nuestro héroe máximo cuando se estaba muriendo en el exilio paraguayo.
-¿Artigas es el jinete de la Plaza Independencia?
-Sí. El Jefe más traicionado y cagado y utilizado por su propio país en la historia del mundo. Mirá. Ya se le calentó el clítoris a la televisión: ahí tenés al rockero jubilado que va a empezar a dar fiestas nudistas en la Punta. El otro día me dibujó una florcita en el autógrafo, igual que Galeano.
Y en ese momento escucharon un frenazo de patrullero a lo Arma mortal y un taconeo que parecía picapedrear el jardín mientras Federica aullaba:
-Abrí o te mato, agrandado de mierda. Yo sé que estás allí.
-Qué pasa -le abrió el gnomo retorciéndose las manos igual que un chiquilín a punto de mearse.
-Spiderman no quiso firmar nada -se arrancó la vara japonesa que le sostenía el moño la productora. -Dijo que el azul alto de Maldonado lo estaba llamando y no piensa terminar el disco ni nada. Yo lo mato, te juro.
-¿No estará con Senequilla en el Radisson? Mirá que lo invitó a programar unos Mano a mano en las plazas de Andalucía.
-Yo lo mato, te juro. Lo voy a buscar a la Antártida lo mismo, pero me las va a pagar.
Entonces el empresario abrió otro Don Pascual y murmuró señalando el televisor donde el ex-rey del rock porteño posaba con Carlos Páez Vilaró y los panelistas de En trozos en la Punta:
-Me parece que Leonardo Regusci quiere salvar su alma.
34 / ARQUITECTURA
Dos días después Zen llegó de tardecita a la casona y encontró a Juana trabajando con el taller multimedia. El cineasta cuarentón co-fundador de laTorre / Laboratorio de Artes era apenas más bajo que la muchacha, se rapaba la cabeza y curvaba una prestancia mucho más inmaculada que empresarial.
-Te vine a dejar algo -le extendió un DVD. -No interrumpas el ensayo. Después hablamos por teléfono.
-No. Quedate, por favor. Hoy aquí hay menos fe que en el Palacio Legislativo.
-Eso es lo que te traje. Un seminarista amigo de San José de la Montaña me consiguió La noche oscura de Saura y copié una para vos y otra para Leonardo. ¿Dónde anda Franco?
-No sé si estará en el ensayo de la comparsa o franeleando con Federica y los gallegos. Me parece que van a terminar usándolo muy mal.
-Todo es arquitectura divina.
Entonces Juana subió el perfil filoso hacia el altillo para gritarle a los muchachos que se cambiaran y el atardecer la descrenchó como un halo de sangre.
-Lo malo es que acá los DVD se trancan -puso a calentar agua la actriz de pechos góticos. -Y me enferma ver estas películas con el Seba.
-Esta película metaforiza la aventura de la salvación de cualquier alma en cualquier tiempo y en cualquier lugar. Más allá de cualquier ideología.
-Yo la vengo buscando desde que Leonardo la pescó al barrer en un ciclo de Cinemateca. Pero es como si estuviera prohibida.
-Está prohibida, Juana. El contagio virósico de la verdad eterna empieza a prevenirse en las salas de parto.
-¿Viste el mail de Leonardo?
-Sí. Anda hecho mierda.
-El problema es que mande todo a la mierda.
-¿Por qué te creés que apareció esta película? De aquí salgo para Tres Cruces a mandarle una copia.
-¿Pero cuánto tiempo va a quedarse en lo de Naná?
-Seguramente el tiempo que precise para casarse con la costilla celeste y negra. No fim tudo dá certo.
-¿Y si se nos va el Laboratorio al carajo?
-Leonardo ya no está abandonado. Y nosotros tampoco.
Entonces la muchacha despidió con un brazo a los talleristas y no tuvo tiempo de aplastar una lágrima que le viboreó hasta la bombilla.
-Después que veas el DVD volvemos a conversar -se paró Zen enmascarando la quebradura de su impasibilidad con unos lentes modelo moscón.
-¿A vos ya te contaron la historia de la albóndiga?
-No sé de que me hablás. Pero anoche soñé que le ponías la cabeza en el hombro a un barbudo.
35 / LA ESPADA
-El otro día salió en la tele que algunos reclusos de Las Rosas se hacen espadas acá adentro para defenderse -abrió un paquete de pizza casera Pablo Ventura. -Esto te lo manda mi madre. Le queda buenísima.
-Gracias, campeón -le alcanzó el porongo el Negro Piedra al muchacho de rastas pozzuoli. -Pero hoy ando con una colitis que no aguanto ni el mate.
-Mi madre sufre mucho de las tripas, también. La hacen bailar horrible en el quilombo. -¿Vos tenés espada en tu celda?
-Y eso a vos qué te importa -murmuró perrunamente Leonardo.
El Pato se tapó una mueca que ahora tenía dos dientes a medio crecer y señaló la letra de El violín de Becho:
-¿Becho existió?
-Sí. Fue un violinista que contrató Zitarrosa para que lo acompañara acá en Punta del Este.
-Es una milonga triste.
-Pero Becho fue un héroe. Igual que Zitarrosa.
-Tiene acordes más fáciles que Milonga de pelo largo -agarró la guitarra el chiquilín. -Dale, flaco: cantala.
-Me parece que Leonardo tiene menos ganas de cantar que yo -sonrió atuneladamente el preso. -Perdón, pero preciso volver al baño. La cosa está que mata.
-Camina peor que mamá -comentó en secreto Pablo mientras el Negro Piedra cruzaba el subsuelo con el acucarachamiento chorreante de los esclavos de las películas.
-¿No te podrás callar un poco, Pato?
-Ta. Pero no te calientes.
-Esta milonga no es triste porque está hablando de un héroe. ¿Entendés?
-Como San Jorge.
-Ahí va. Becho y Zitarrosa tenían que matar un dragón cada vez que tocaban. Precisaban actuar pero cuando subían al escenario se les ponía a llorar un chiquilín adentro. Peor que un dragón.
-Salado.
-Pero nunca dejaron de regalarle una música más linda que una princesa a la gente. ¿Entendiste? Porque un héroe no es un hijo de puta como J.R. que cobra por mostrar la basura del mundo. Y sin héroes no hay mundo.
-Y capaz que San Jorge no tenía ni ganas de pelear cuando mató al dragón.
-No se sabe. Pero había que matarlo.
-Pronto -se acomodó sobre una sola nalga al volver el Negro Piedra. -Primero me gustaría repasar Milonga de pelo largo.
-Dale.
-Y yo voy al baño sin que me ayudes y vuelvo enseguida -resplandeció el chiquilín.
-Acá no hay espada que te salve de las hemorroides, loco -recuperó la fe sin fondo el muchacho-cucaracho cuando quedaron solos.
36 / LA FONTE
Aquella tardecita llegó el DVD de Montevideo y Leonardo Regusci y Naná lo vieron en el despacho del quilombo.
-Y pensar que esta película no les debe gustar ni a la mitad de los curas -se le adiamantó un éxtasis alfilerado al travesti. -Nunca vi tanto Dios ni tanto diablo junto. ¿Cuál era el verso que te pasabas diciendo cuando diste a San Juan de la Cruz en el liceo?
-¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre, aunque es de noche!
-Y justo lo volviste a escuchar hoy, después de tanta pálida.
-Y el seminarista que le consiguió la película a Zen se la había pedido a un guía de San José de la Montaña que viajó a España y no pudo encontrarla por ningún lado, hasta que anteayer se la mandaron. A eso es a lo que yo le llamo un milagro subterráneo.
-Un segundo de puro amor te vuelve todo amor. ¿Quién escribió ese verso?
-Nadie con nombre propio. Lo soñé en una siesta.
-Y vendría a querer decir que yo estoy casada de blanco conmigo misma hace cuarenta años, aunque me haya querido suicidar cuatro veces.
-Yo creo que es más difícil matarse que salvarse.
-Lo lamentable es que una película con tanto sexo y tanto terror no pueda conseguirse ni en España.
-Es demasiado santa. Pero lo más lamentable es cuando yo la vi en Cinemateca el programa se tomaba el trabajo de aclarar que Saura era agnóstico.
-¿Y ellos qué saben?
-Ellos no saben nada. Viven muertos de miedo y tienen que mentir para no reventar. Es al revés que el dicho.
Entonces Naná se alisó la peluca y acorraló al muchacho con una incandescencia ofídica:
-¿Y ahora qué va a pasar con el Laboratorio, bebé?
-En qué sentido.
-No te hagas el boludo. ¿Qué es lo que le pide la Virgen a San Juan de la Cruz en la última alucinación?
-Que se escape y que siga trabajando.
-Lo que le pide es que se escape para siempre de la mierda y siga siendo un descalzo. ¿Por qué no te mudás con el Laboratorio al quilombo? Vas a ver que formás talleres enseguida. Yo al principio los banco y de paso me siento Santa Teresa.
-¿Sabés que tenés un aire? -carcajeó Leonardo.
-Y abajo hasta podemos armar un pub con un teatrito y todo.
-Hoy se me ocurrió escribir un espectáculo multimedia sobre Zitarrosa.
-Ahí va. Eso sería un lujo.
-Perdoname, pero los héroes nunca son un lujo. Se tienen que agarrar los huevos por necesidad. Creo que voy a tomarme unos mates en la Torre.
-Aunque es de noche.
-Y en la estrofa número 12 dice: Porque es de noche.
33 / ALMA
Leonardo Regusci actuó a los dos días de telonero del Senequilla en un pub-catacumba con glamour new-age donde Latorre encadenaba a los presos políticos en el siglo XIX, y Maldito y Franco festejaron el éxito pingponeando descamisadamente en el Laboratorio.
-Quedará mal decirlo -le pegó una patada-service al televisor el hombrecito de bigote depilado. -Pero yo soy una madre para León. Porque cuidarlo durmiendo meses en el sanatorio y ayudarlo con los ejercicios de recuperación fue un poroto al lado de enseñarle a triunfar. Eso es lo que él no sabe. Y hoy triunfamos. Fijate que en este momento lo están contratando para salir de telonero en el Conrad antes de viajar a Madrid. Y eso no es pa cualquiera, botija.
-Senequilla dice que este chico puede llegar a convertirse en un segundo Nano -se chorreó los rulos blancos del pecho con Tannat el empresario. -¿Sabes que no puedo entender de qué coño va el graffiti más grande?
Y gateó hasta el rincón fluorescente para deletrear con la lengua muy resbalosa:
-En momentos en que el sacerdote iba a administrarle el Viático, Artigas quiso levantarse y le encargada del aderezo del altar le dijo que su estado de debilidad le permitía recibir la comunión desde la cama, a lo que el general respondió: “Quiero levantarme para recibir a su Majestad”. Juan Sinforiano Bogarín.
-Eso es un testimonio del último capricho que tuvo nuestro héroe máximo cuando se estaba muriendo en el exilio paraguayo.
-¿Artigas es el jinete de la Plaza Independencia?
-Sí. El Jefe más traicionado y cagado y utilizado por su propio país en la historia del mundo. Mirá. Ya se le calentó el clítoris a la televisión: ahí tenés al rockero jubilado que va a empezar a dar fiestas nudistas en la Punta. El otro día me dibujó una florcita en el autógrafo, igual que Galeano.
Y en ese momento escucharon un frenazo de patrullero a lo Arma mortal y un taconeo que parecía picapedrear el jardín mientras Federica aullaba:
-Abrí o te mato, agrandado de mierda. Yo sé que estás allí.
-Qué pasa -le abrió el gnomo retorciéndose las manos igual que un chiquilín a punto de mearse.
-Spiderman no quiso firmar nada -se arrancó la vara japonesa que le sostenía el moño la productora. -Dijo que el azul alto de Maldonado lo estaba llamando y no piensa terminar el disco ni nada. Yo lo mato, te juro.
-¿No estará con Senequilla en el Radisson? Mirá que lo invitó a programar unos Mano a mano en las plazas de Andalucía.
-Yo lo mato, te juro. Lo voy a buscar a la Antártida lo mismo, pero me las va a pagar.
Entonces el empresario abrió otro Don Pascual y murmuró señalando el televisor donde el ex-rey del rock porteño posaba con Carlos Páez Vilaró y los panelistas de En trozos en la Punta:
-Me parece que Leonardo Regusci quiere salvar su alma.
34 / ARQUITECTURA
Dos días después Zen llegó de tardecita a la casona y encontró a Juana trabajando con el taller multimedia. El cineasta cuarentón co-fundador de laTorre / Laboratorio de Artes era apenas más bajo que la muchacha, se rapaba la cabeza y curvaba una prestancia mucho más inmaculada que empresarial.
-Te vine a dejar algo -le extendió un DVD. -No interrumpas el ensayo. Después hablamos por teléfono.
-No. Quedate, por favor. Hoy aquí hay menos fe que en el Palacio Legislativo.
-Eso es lo que te traje. Un seminarista amigo de San José de la Montaña me consiguió La noche oscura de Saura y copié una para vos y otra para Leonardo. ¿Dónde anda Franco?
-No sé si estará en el ensayo de la comparsa o franeleando con Federica y los gallegos. Me parece que van a terminar usándolo muy mal.
-Todo es arquitectura divina.
Entonces Juana subió el perfil filoso hacia el altillo para gritarle a los muchachos que se cambiaran y el atardecer la descrenchó como un halo de sangre.
-Lo malo es que acá los DVD se trancan -puso a calentar agua la actriz de pechos góticos. -Y me enferma ver estas películas con el Seba.
-Esta película metaforiza la aventura de la salvación de cualquier alma en cualquier tiempo y en cualquier lugar. Más allá de cualquier ideología.
-Yo la vengo buscando desde que Leonardo la pescó al barrer en un ciclo de Cinemateca. Pero es como si estuviera prohibida.
-Está prohibida, Juana. El contagio virósico de la verdad eterna empieza a prevenirse en las salas de parto.
-¿Viste el mail de Leonardo?
-Sí. Anda hecho mierda.
-El problema es que mande todo a la mierda.
-¿Por qué te creés que apareció esta película? De aquí salgo para Tres Cruces a mandarle una copia.
-¿Pero cuánto tiempo va a quedarse en lo de Naná?
-Seguramente el tiempo que precise para casarse con la costilla celeste y negra. No fim tudo dá certo.
-¿Y si se nos va el Laboratorio al carajo?
-Leonardo ya no está abandonado. Y nosotros tampoco.
Entonces la muchacha despidió con un brazo a los talleristas y no tuvo tiempo de aplastar una lágrima que le viboreó hasta la bombilla.
-Después que veas el DVD volvemos a conversar -se paró Zen enmascarando la quebradura de su impasibilidad con unos lentes modelo moscón.
-¿A vos ya te contaron la historia de la albóndiga?
-No sé de que me hablás. Pero anoche soñé que le ponías la cabeza en el hombro a un barbudo.
35 / LA ESPADA
-El otro día salió en la tele que algunos reclusos de Las Rosas se hacen espadas acá adentro para defenderse -abrió un paquete de pizza casera Pablo Ventura. -Esto te lo manda mi madre. Le queda buenísima.
-Gracias, campeón -le alcanzó el porongo el Negro Piedra al muchacho de rastas pozzuoli. -Pero hoy ando con una colitis que no aguanto ni el mate.
-Mi madre sufre mucho de las tripas, también. La hacen bailar horrible en el quilombo. -¿Vos tenés espada en tu celda?
-Y eso a vos qué te importa -murmuró perrunamente Leonardo.
El Pato se tapó una mueca que ahora tenía dos dientes a medio crecer y señaló la letra de El violín de Becho:
-¿Becho existió?
-Sí. Fue un violinista que contrató Zitarrosa para que lo acompañara acá en Punta del Este.
-Es una milonga triste.
-Pero Becho fue un héroe. Igual que Zitarrosa.
-Tiene acordes más fáciles que Milonga de pelo largo -agarró la guitarra el chiquilín. -Dale, flaco: cantala.
-Me parece que Leonardo tiene menos ganas de cantar que yo -sonrió atuneladamente el preso. -Perdón, pero preciso volver al baño. La cosa está que mata.
-Camina peor que mamá -comentó en secreto Pablo mientras el Negro Piedra cruzaba el subsuelo con el acucarachamiento chorreante de los esclavos de las películas.
-¿No te podrás callar un poco, Pato?
-Ta. Pero no te calientes.
-Esta milonga no es triste porque está hablando de un héroe. ¿Entendés?
-Como San Jorge.
-Ahí va. Becho y Zitarrosa tenían que matar un dragón cada vez que tocaban. Precisaban actuar pero cuando subían al escenario se les ponía a llorar un chiquilín adentro. Peor que un dragón.
-Salado.
-Pero nunca dejaron de regalarle una música más linda que una princesa a la gente. ¿Entendiste? Porque un héroe no es un hijo de puta como J.R. que cobra por mostrar la basura del mundo. Y sin héroes no hay mundo.
-Y capaz que San Jorge no tenía ni ganas de pelear cuando mató al dragón.
-No se sabe. Pero había que matarlo.
-Pronto -se acomodó sobre una sola nalga al volver el Negro Piedra. -Primero me gustaría repasar Milonga de pelo largo.
-Dale.
-Y yo voy al baño sin que me ayudes y vuelvo enseguida -resplandeció el chiquilín.
-Acá no hay espada que te salve de las hemorroides, loco -recuperó la fe sin fondo el muchacho-cucaracho cuando quedaron solos.
36 / LA FONTE
Aquella tardecita llegó el DVD de Montevideo y Leonardo Regusci y Naná lo vieron en el despacho del quilombo.
-Y pensar que esta película no les debe gustar ni a la mitad de los curas -se le adiamantó un éxtasis alfilerado al travesti. -Nunca vi tanto Dios ni tanto diablo junto. ¿Cuál era el verso que te pasabas diciendo cuando diste a San Juan de la Cruz en el liceo?
-¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre, aunque es de noche!
-Y justo lo volviste a escuchar hoy, después de tanta pálida.
-Y el seminarista que le consiguió la película a Zen se la había pedido a un guía de San José de la Montaña que viajó a España y no pudo encontrarla por ningún lado, hasta que anteayer se la mandaron. A eso es a lo que yo le llamo un milagro subterráneo.
-Un segundo de puro amor te vuelve todo amor. ¿Quién escribió ese verso?
-Nadie con nombre propio. Lo soñé en una siesta.
-Y vendría a querer decir que yo estoy casada de blanco conmigo misma hace cuarenta años, aunque me haya querido suicidar cuatro veces.
-Yo creo que es más difícil matarse que salvarse.
-Lo lamentable es que una película con tanto sexo y tanto terror no pueda conseguirse ni en España.
-Es demasiado santa. Pero lo más lamentable es cuando yo la vi en Cinemateca el programa se tomaba el trabajo de aclarar que Saura era agnóstico.
-¿Y ellos qué saben?
-Ellos no saben nada. Viven muertos de miedo y tienen que mentir para no reventar. Es al revés que el dicho.
Entonces Naná se alisó la peluca y acorraló al muchacho con una incandescencia ofídica:
-¿Y ahora qué va a pasar con el Laboratorio, bebé?
-En qué sentido.
-No te hagas el boludo. ¿Qué es lo que le pide la Virgen a San Juan de la Cruz en la última alucinación?
-Que se escape y que siga trabajando.
-Lo que le pide es que se escape para siempre de la mierda y siga siendo un descalzo. ¿Por qué no te mudás con el Laboratorio al quilombo? Vas a ver que formás talleres enseguida. Yo al principio los banco y de paso me siento Santa Teresa.
-¿Sabés que tenés un aire? -carcajeó Leonardo.
-Y abajo hasta podemos armar un pub con un teatrito y todo.
-Hoy se me ocurrió escribir un espectáculo multimedia sobre Zitarrosa.
-Ahí va. Eso sería un lujo.
-Perdoname, pero los héroes nunca son un lujo. Se tienen que agarrar los huevos por necesidad. Creo que voy a tomarme unos mates en la Torre.
-Aunque es de noche.
-Y en la estrofa número 12 dice: Porque es de noche.
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