una blognovela de
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
SÉPTIMA ENTREGA
25 / TELONERO
El nombre profesional del contratista que acompañó a Federica Finkbein al estudio era Maldito Rodríguez, y antes de entrar contó:
-Que se monte el numerito de místico no es malo. El otro día se lo hizo Chavela Vargas a Sabina.
-Lo malo es que además se monta un aparato de Libertador Metafísico Latinoamericano con Laboratorio de Artes propio y nos deja plantados con la prensa y ahora empezó a viajar a Maldonado a inspirarse sentado contra una torre colonial española.
-Un buen ícono.
-Pasa la noche a la intemperie porque quiere hacer un disco áureo pero la última vez me enteré que se metió en un quilombo con una bailarina culo de ballena.
-Pero es un genio.
-Genio es cualquiera. Claro que todo el mundo se da cuenta que este muchacho nació parado en un transatlántico y no en un wind-surf.
-¿Tiene club de grupis?
-Nada. Los recitales y los talleres quedan llenos de bragas y sostenes caídos pero él vive en una cueva que le presta un manager de carnaval. Hace un año zafó de un aneurisma sin ninguna secuela.
-De dos no zafa. Aunque es casi imposible que tenga dos.
-A mí a esta altura lo único que me interesa es que termine el disco y haga de telonero del Senequilla y viaje a Madrid -pagó el estacionamiento la mujer maquillada como si todavía no hubiera llegado a los treinta. -Y después que reviente soñando con la Utopía del Sur.
-Qué va, Fede. La discreta derrota de la utopía ya se vende muy poco. No estaría mal invertir en un chaval capaz de dar la vida por la belleza áurea. Es lo que quiere el mundo.
-Estás loco.
-Loco está el mundo, rica.
Maldito Rodríguez y Federica Finkbein encontraron empezado el segundo set de ping pong tanático y el español le hizo una reverencia a Leonardo Regusci:
-Los homúnculos de la burocracia artística os envidiamos, maestro.
Entonces el ingeniero emergió bamboleándose de una catalepsia púrpura y se tiró un pedo tan surrealista que le hizo torcerse uno de los tacos a la productora.
-El alma que anda en amor ni cansa ni se cansa -apoyó la cabeza en el suelo el muchacho.
-Yo te espero en el auto, Maldito -se arrancó los zapatos para poder correr Federica.
-Y yo le hago de telonero a Dios nada más que desnudo -gritó Leonardo. -Sin condones culturales. Acordate de eso, Satanás.
El contratista español era una especie de esqueleto ya setentón con el pelo mal teñido y engulló el último centímetro de la cuarta botella murmurando:
-Lástima que no sea verdad tanta belleza.
26 / ODIO
La letrina del penal de Las Rosas estaba completamente inundada, y Leonardo Regusci se sacó los championes y cargó a Pablo Ventura en hombros para llevarlo al water.
-Te vas a embarrar hasta el sobretodo.
-Yo soy un poeta descalzo.
Los reclusos primarios recibían a las visitas en un subsuelo con mesas y bancos de hormigón donde se mateaba, se comía y se escuchaba la radio. Afuera había un patio abierto pero aquel domingo llovía.
-Estoy tratando de musicalizarle los heraldos a Vallejo -pareció irradiar una fe sin fondo el Negro Piedra a través de una dentadura muy rota. -Y ayer empecé a pirograbar un San Jorge para regalárselo a tu madre, Pato.
-Quién fue San Jorge.
-Un caballero que mató un dragón para salvar a una princesa -terminó de afinar Leonardo. -Hoy traje Tablas de Dino. ¿La conocés?
-Más bien.
-Algún día pienso cantarla en el anfiteatro del Vigía.
-¿Y por qué no armás un Laboratorio de Artes acá en Maldonado?
-Primero tengo que terminar ese maldito disco y después quieren que le salga de telonero al Senequilla y viaje a España y gane mucha guita. Pero para eso tengo que dejar que el dragón me coma a la princesa.
-Los que te quedaron llenos de mierda fueron los pies -se agachó el chiquilín. -¿Querés que te los lave? Allí hay una manguera.
-Morir / sobre un escenario / estando rodeado de amigos -milongueó de golpe el muchacho amielado sin atarse las rastas. -Lograr / que lleves en los labios / el último de mis suspiros / mi vida / mi alma.
-¿Te los lavo?
-Por favor.
-Lo que yo no sabía era lo de la princesa -recogió la guitarra el Negro Piedra. -Ese ritmo de milonga está medio salado.
-La podés ir tocando con el de rock. Hoy te diagramo el otro y si trabajás bien la digitación el domingo que viene ya lo hacés por milonga. En la historia de San Jorge la princesa representa a tu alma.
-Sacá las patas para este lado del banco y remangate bien el sobretodo -se arrimó el Pato con la manguera y un balde.
-Claro: lo del alma es tal cual -le resplandecieron más las córneas que los dientes al muchacho preso. -¿Y todas esas cosas se estudian en el Laboratorio?
-Cómo no se van a estudiar. ¿Escuchaste la musicalización que hizo Numa Moraes de ese poema de Vallejo?
-No. Y la verdad es que el verso que yo precisaría cantar todo el día hasta dejar bien muerto al dragón es: golpes como del odio de Dios. Ese verso me quema.
-La que odia a Dios es mi madre -comentó el chiquilín desde el suelo.
27 / LA GARZA
-Hay una garza rosada parada en el Marco -señaló el atardecer el chiquilín apenas terminaron la clase de piano. -Pa. Y mirá qué arco iris.
-Mi abuela decía que esos pajarracos vigilan a los santos -puso agua a calentar Mariana Ventura. -Y nos contó que en la invasión de 1806 se comieron viva a una pulpera que despachaba en esta plaza. ¿De qué te reís?
-¿Tenés tanto frío?
-Hoy va a soplar salado -destapó el termo y una bolsa de agua caliente la negra. -Y este va a ser un verano mortal. Acordate.
-¿Y si hacemos un asadito con los chorizos que quedaron?
-No. Yo entro muy temprano.
-No vayas al quilombo.
-Pero entonces quedate hasta mañana. Te pongo un sobre de dormir. ¿Por qué no vino Judas?
-La productora organizó una fiesta con la prensa y el contratista del Senequilla.
-Esa gente va a terminar matándote.
Cuando salieron a armar el fuego ya había desaparecido el arco iris pero la garza reverberaba sobre el Marco de los Reyes como una escultura punzó.
-¿No te digo que hay santo en puerta? -se colgó el cigarrillo para ponerse una boina la mujer, acanallándose. -A lo mejor sos vos.
-¿Y cómo es esa historia de la pulpera que canibalizaron los ingleses?
-Los que invadieron eran anglicanos pero había tres oficiales escoceses católicos que creían en el curro de las reliquias. Y lo único que les importaba era ser pendejos eternos, como a todos los machos.
-No me metas en eso.
-¿Y qué es lo único que les importa a los que adoran al machito de Cristo? La vida eterna, coboy. Bueno, y la noche de la invasión la soldadesca violó a la pulpera y como quedó boba y tenía fama de santa los escoceses le cortaron los dedos y se prepararon un consomé rejuvenecedor. Nunca pude escribir un poema sobre eso. Y sin embargo este mundo es así.
-Cómo.
-Lo único que nos enseñan es a comerle el corazón a los demás. Y si te lo pagan bien lo vendés.
En ese momento terminó el picado de la plaza y el Pato cruzó a pedir permiso para dormir en la casa de un amigo.
-Pero primero invitalo a cenar con nosotros.
-Demás.
-Esa garza sabe que lo único que importa en esta vida es aprender a abrigar a los tristes con la brasa del Hombre Nuevo -sonrió botticellianamente Leonardo.
-¿Por qué no cantás Tablas y te volvés a sentir el ángel de Las Rosas?
-Sí. Hoy debiera contar hasta cien y luego soñar.
28 / LA TANTRISTE
-Así que todavía pensás que vas a poder terminar el famoso disco de las espirales áureas -abrió otra caja de vino Mariana Ventura después que se fue el Pato. -Y ya que estás podés dejar que te la chupen las tipas rapaces y te ganás un Oscar. ¿Por qué te creés que transaste en venir a la mega conferencia de prensa del Conrad si no querías ni que anunciaran el disco?
-Tengo que trabajar.
-¿Y en qué momento le pediste a la trola que te bajara del auto en Maldonado?
-Cuando me dieron ganas de venir a la Torre.
-Pero primero fuiste a lo de Naná.
-Sí. Siempre paso a saludarla antes de venir a rezar.
-¿Sos católico?
-Cristiano. Y me gusta rezar componiendo mentalmente.
-¿Sabías cómo me decían en el taller del borracho? La Tantriste.
-Se acaba de ir la garza.
-¿No te querés duchar? Y además yo ya reviento de frío, coboy: voy a cambiarle el agua a la bolsa.
El muchacho entró los silloncitos plegables y se puso a improvisar en el piano hasta que ella vulcanizó un atorón tabacal y terminó gargajeando una especie de medusa sangrienta:
-¿No te pensás sacar el sobretodo ni para ducharte?
-Sí. Calmate.
-¿Te acordás que la Tantriste rezaba el Ave María por la mitad para que terminara en Jesús y no en muerte?
-No. Nunca me fijé.
-Yo lo rezo enterito. ¿Te diste cuenta o no que Dios te hizo bajar del auto de la trola para que nos conociéramos?
-Sí, mi Señora.
-No me digas que me estás hablando como si fuera Nuestra Señora.
-Sí.
-Entonces pensás que la humanidad está para tirar.
-En el blog queda clarísimo cuál es el mandamiento que más le importa a un Capitán del Vuelo.
-Sí. Y vos hasta sabés cómo se hace para vivir en la Torre donde siempre se ve la luna y todo.
-Hay que resucitar.
-Mirá que este sucucho tiene bañerita y todo. ¿Te la lleno?
-Por favor.
La mujer pasó por el cuarto donde las camas nuevas cabían nada más que pegadas y fulminó el espejo del botiquín murmurando:
-Vos lo pediste, loco.
25 / TELONERO
El nombre profesional del contratista que acompañó a Federica Finkbein al estudio era Maldito Rodríguez, y antes de entrar contó:
-Que se monte el numerito de místico no es malo. El otro día se lo hizo Chavela Vargas a Sabina.
-Lo malo es que además se monta un aparato de Libertador Metafísico Latinoamericano con Laboratorio de Artes propio y nos deja plantados con la prensa y ahora empezó a viajar a Maldonado a inspirarse sentado contra una torre colonial española.
-Un buen ícono.
-Pasa la noche a la intemperie porque quiere hacer un disco áureo pero la última vez me enteré que se metió en un quilombo con una bailarina culo de ballena.
-Pero es un genio.
-Genio es cualquiera. Claro que todo el mundo se da cuenta que este muchacho nació parado en un transatlántico y no en un wind-surf.
-¿Tiene club de grupis?
-Nada. Los recitales y los talleres quedan llenos de bragas y sostenes caídos pero él vive en una cueva que le presta un manager de carnaval. Hace un año zafó de un aneurisma sin ninguna secuela.
-De dos no zafa. Aunque es casi imposible que tenga dos.
-A mí a esta altura lo único que me interesa es que termine el disco y haga de telonero del Senequilla y viaje a Madrid -pagó el estacionamiento la mujer maquillada como si todavía no hubiera llegado a los treinta. -Y después que reviente soñando con la Utopía del Sur.
-Qué va, Fede. La discreta derrota de la utopía ya se vende muy poco. No estaría mal invertir en un chaval capaz de dar la vida por la belleza áurea. Es lo que quiere el mundo.
-Estás loco.
-Loco está el mundo, rica.
Maldito Rodríguez y Federica Finkbein encontraron empezado el segundo set de ping pong tanático y el español le hizo una reverencia a Leonardo Regusci:
-Los homúnculos de la burocracia artística os envidiamos, maestro.
Entonces el ingeniero emergió bamboleándose de una catalepsia púrpura y se tiró un pedo tan surrealista que le hizo torcerse uno de los tacos a la productora.
-El alma que anda en amor ni cansa ni se cansa -apoyó la cabeza en el suelo el muchacho.
-Yo te espero en el auto, Maldito -se arrancó los zapatos para poder correr Federica.
-Y yo le hago de telonero a Dios nada más que desnudo -gritó Leonardo. -Sin condones culturales. Acordate de eso, Satanás.
El contratista español era una especie de esqueleto ya setentón con el pelo mal teñido y engulló el último centímetro de la cuarta botella murmurando:
-Lástima que no sea verdad tanta belleza.
26 / ODIO
La letrina del penal de Las Rosas estaba completamente inundada, y Leonardo Regusci se sacó los championes y cargó a Pablo Ventura en hombros para llevarlo al water.
-Te vas a embarrar hasta el sobretodo.
-Yo soy un poeta descalzo.
Los reclusos primarios recibían a las visitas en un subsuelo con mesas y bancos de hormigón donde se mateaba, se comía y se escuchaba la radio. Afuera había un patio abierto pero aquel domingo llovía.
-Estoy tratando de musicalizarle los heraldos a Vallejo -pareció irradiar una fe sin fondo el Negro Piedra a través de una dentadura muy rota. -Y ayer empecé a pirograbar un San Jorge para regalárselo a tu madre, Pato.
-Quién fue San Jorge.
-Un caballero que mató un dragón para salvar a una princesa -terminó de afinar Leonardo. -Hoy traje Tablas de Dino. ¿La conocés?
-Más bien.
-Algún día pienso cantarla en el anfiteatro del Vigía.
-¿Y por qué no armás un Laboratorio de Artes acá en Maldonado?
-Primero tengo que terminar ese maldito disco y después quieren que le salga de telonero al Senequilla y viaje a España y gane mucha guita. Pero para eso tengo que dejar que el dragón me coma a la princesa.
-Los que te quedaron llenos de mierda fueron los pies -se agachó el chiquilín. -¿Querés que te los lave? Allí hay una manguera.
-Morir / sobre un escenario / estando rodeado de amigos -milongueó de golpe el muchacho amielado sin atarse las rastas. -Lograr / que lleves en los labios / el último de mis suspiros / mi vida / mi alma.
-¿Te los lavo?
-Por favor.
-Lo que yo no sabía era lo de la princesa -recogió la guitarra el Negro Piedra. -Ese ritmo de milonga está medio salado.
-La podés ir tocando con el de rock. Hoy te diagramo el otro y si trabajás bien la digitación el domingo que viene ya lo hacés por milonga. En la historia de San Jorge la princesa representa a tu alma.
-Sacá las patas para este lado del banco y remangate bien el sobretodo -se arrimó el Pato con la manguera y un balde.
-Claro: lo del alma es tal cual -le resplandecieron más las córneas que los dientes al muchacho preso. -¿Y todas esas cosas se estudian en el Laboratorio?
-Cómo no se van a estudiar. ¿Escuchaste la musicalización que hizo Numa Moraes de ese poema de Vallejo?
-No. Y la verdad es que el verso que yo precisaría cantar todo el día hasta dejar bien muerto al dragón es: golpes como del odio de Dios. Ese verso me quema.
-La que odia a Dios es mi madre -comentó el chiquilín desde el suelo.
27 / LA GARZA
-Hay una garza rosada parada en el Marco -señaló el atardecer el chiquilín apenas terminaron la clase de piano. -Pa. Y mirá qué arco iris.
-Mi abuela decía que esos pajarracos vigilan a los santos -puso agua a calentar Mariana Ventura. -Y nos contó que en la invasión de 1806 se comieron viva a una pulpera que despachaba en esta plaza. ¿De qué te reís?
-¿Tenés tanto frío?
-Hoy va a soplar salado -destapó el termo y una bolsa de agua caliente la negra. -Y este va a ser un verano mortal. Acordate.
-¿Y si hacemos un asadito con los chorizos que quedaron?
-No. Yo entro muy temprano.
-No vayas al quilombo.
-Pero entonces quedate hasta mañana. Te pongo un sobre de dormir. ¿Por qué no vino Judas?
-La productora organizó una fiesta con la prensa y el contratista del Senequilla.
-Esa gente va a terminar matándote.
Cuando salieron a armar el fuego ya había desaparecido el arco iris pero la garza reverberaba sobre el Marco de los Reyes como una escultura punzó.
-¿No te digo que hay santo en puerta? -se colgó el cigarrillo para ponerse una boina la mujer, acanallándose. -A lo mejor sos vos.
-¿Y cómo es esa historia de la pulpera que canibalizaron los ingleses?
-Los que invadieron eran anglicanos pero había tres oficiales escoceses católicos que creían en el curro de las reliquias. Y lo único que les importaba era ser pendejos eternos, como a todos los machos.
-No me metas en eso.
-¿Y qué es lo único que les importa a los que adoran al machito de Cristo? La vida eterna, coboy. Bueno, y la noche de la invasión la soldadesca violó a la pulpera y como quedó boba y tenía fama de santa los escoceses le cortaron los dedos y se prepararon un consomé rejuvenecedor. Nunca pude escribir un poema sobre eso. Y sin embargo este mundo es así.
-Cómo.
-Lo único que nos enseñan es a comerle el corazón a los demás. Y si te lo pagan bien lo vendés.
En ese momento terminó el picado de la plaza y el Pato cruzó a pedir permiso para dormir en la casa de un amigo.
-Pero primero invitalo a cenar con nosotros.
-Demás.
-Esa garza sabe que lo único que importa en esta vida es aprender a abrigar a los tristes con la brasa del Hombre Nuevo -sonrió botticellianamente Leonardo.
-¿Por qué no cantás Tablas y te volvés a sentir el ángel de Las Rosas?
-Sí. Hoy debiera contar hasta cien y luego soñar.
28 / LA TANTRISTE
-Así que todavía pensás que vas a poder terminar el famoso disco de las espirales áureas -abrió otra caja de vino Mariana Ventura después que se fue el Pato. -Y ya que estás podés dejar que te la chupen las tipas rapaces y te ganás un Oscar. ¿Por qué te creés que transaste en venir a la mega conferencia de prensa del Conrad si no querías ni que anunciaran el disco?
-Tengo que trabajar.
-¿Y en qué momento le pediste a la trola que te bajara del auto en Maldonado?
-Cuando me dieron ganas de venir a la Torre.
-Pero primero fuiste a lo de Naná.
-Sí. Siempre paso a saludarla antes de venir a rezar.
-¿Sos católico?
-Cristiano. Y me gusta rezar componiendo mentalmente.
-¿Sabías cómo me decían en el taller del borracho? La Tantriste.
-Se acaba de ir la garza.
-¿No te querés duchar? Y además yo ya reviento de frío, coboy: voy a cambiarle el agua a la bolsa.
El muchacho entró los silloncitos plegables y se puso a improvisar en el piano hasta que ella vulcanizó un atorón tabacal y terminó gargajeando una especie de medusa sangrienta:
-¿No te pensás sacar el sobretodo ni para ducharte?
-Sí. Calmate.
-¿Te acordás que la Tantriste rezaba el Ave María por la mitad para que terminara en Jesús y no en muerte?
-No. Nunca me fijé.
-Yo lo rezo enterito. ¿Te diste cuenta o no que Dios te hizo bajar del auto de la trola para que nos conociéramos?
-Sí, mi Señora.
-No me digas que me estás hablando como si fuera Nuestra Señora.
-Sí.
-Entonces pensás que la humanidad está para tirar.
-En el blog queda clarísimo cuál es el mandamiento que más le importa a un Capitán del Vuelo.
-Sí. Y vos hasta sabés cómo se hace para vivir en la Torre donde siempre se ve la luna y todo.
-Hay que resucitar.
-Mirá que este sucucho tiene bañerita y todo. ¿Te la lleno?
-Por favor.
La mujer pasó por el cuarto donde las camas nuevas cabían nada más que pegadas y fulminó el espejo del botiquín murmurando:
-Vos lo pediste, loco.
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