domingo

MICHEL CAPRIOLI


CINE NACIONAL: “AÑO CERO” Y DESPUÉS

Michel Caprioli (Montevideo, 1975) integra desde enero de 2010 la dirección de elMontevideano / Escuela de Cineastas del Uruguay, cumpliendo roles de consultor en desarrollos estratégicos, comunicacionales y de diseño organizacional.

Con formación en diseño y comunicación en el exterior (FaDU / U.B.A. / Argentina) se desempeñó en diferentes medios de comunicación masivos y alternativos durante los 90’ para posteriormente, en 2002, volcar su actividad en el marco de diversas ONGs de primer orden, centrando posteriormente su actividad en rubros de consultoría para diferentes empresas del medio.

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¿Cuál sería la disfuncionalidad clave que todavía no nos permite consolidar un cine uruguayo con mayor “andadura” a nivel nacional y global?

El desarrollo de las actividades artístico-culturales en el Uruguay, es un bien sabido ejemplo paradigmático de desarrollo conceptual y de contenidos (en función de su escala demográfica y de recursos) de altísima calidad y proyección para la región y el mundo. Sin embargo Luciano Álvarez, en la revista DIXIT / UCUDAL, se pregunta con sobrada razón: “¿Cómo se produce este fenómeno de una industria audiovisual uruguaya, tantas veces deseado, pronosticado, tantas veces abortado o simplemente nacido inviable? (…) Hoy puede decirse que la industria audiovisual uruguaya tiene su repertorio casi completo (en lo relativo a la capacidad técnica y realizadora): cine publicitario, largometrajes de ficción nacionales, servicios fílmicos y, en menor medida, documentales y cortometrajes. La televisión, por otro lado, ha aumentado considerablemente su producción, pero está lejos aún de consolidar un modelo propio”.

Aún así, la cita a Álvarez, identifica una serie de condiciones objetivas y subjetivas favorables ciertamente inéditas en su volumen de desarrollo, pero no avanza sobre una de las cuestiones -para nosotros- fundamentales: el establecimiento de las bases definitivas funcionales que legitimen, solidifiquen y viabilicen una eventual industria de cine nacional, perpetuada independientemente de este “repertorio completo”.

¿Qué otra “completud” haría falta concretar para que ese repertorio se encabalgara duraderamente sobre nuestro corpus cultural?

Bueno, dije “completo”, pero el problema es que también aparece “sesgado”, siendo ese sesgo el que determina el perpetuo estado fundacional del cine uruguayo, ese permanente “año 0”. Entendemos que sólo involucrando a una perimida segmentación de sectores mayormente vinculados con la producción publicitaria y sus afines, una perpetuidad temporaria, un cine posible, un cine viable se extinguirá fatuamente una vez ese vigor impulsivo (debido a las propias lógicas vinculantes entre lo económico, lo empresarial, lo productivo y lo social) decaiga por falta de una correcta retroalimentación sistémica con la totalidad del tejido y actores sociales que efectivamente lo sustenten.

¿Cómo definirías el carácter instrumental y filosófico de elMontevideano / Laboratorio de Artes / Escuela de Cineastas del Uruguay?

Nuestro objetivo básico es imprimirle al concepto “Cine Posible” un efectivo desdoblamiento a través de herramientas organizacionales y estructurales que permitan una correcta propagación social participativa igualitaria, democratizadora y transversal de la creación, producción y empoderamiento de las herramientas audiovisuales.

Los contenidos, la actividad académica, los resultados formativos y los emergentes de desarrollo de la institución en ese plano, sumado a la interacción de sus integrantes / egresados impactarán a mediano y largo plazo en el campo cultural local, fomentando junto a las instancias e instituciones colegas y hermanas antecedentes a la nuestra, una masa crítica de actividad y creación en el rubro inédita en nuestro medio.

Lo que generaría, de una vez por todas, la implantación de un “Cine Posible” como piedra angular y prospectiva.

Sí. Esta nueva manera de concebir y de hacer cine convierte la producción y la gestión cinematográfica en una actividad alcanzable para amplios segmentos de la población, antes relegados por motivos económicos, así como el la expansión del cine a soportes de uso cotidiano como las computadoras y la telefonía celular, que incluye la interacción de los usuarios / espectadores con la obra.

Esta línea conceptual ha tenido resultados tangibles reconocidos internacionalmente: en el año 2006 el Montevideano Empresa Cinematográfica fue premiada por La Sorbonne por su documental Danza Afro, presentado en el marco del Festival de Cultura Latinoamericana. El reconocimiento implicó, además, la producción de un documental sobre la reconstrucción de la memoria latinoamericana en París, que fue presentada por la universidad ante el gobierno francés como el trabajo de divulgación de la cultura latinoamericana más importante de los últimos años.

La nueva realidad y el extendido interés de los uruguayos por un cine nacional, son factores esenciales para la línea educativa de la Escuela y para el trabajo de elMontevideano con el objetivo de construir una verdadera industria del cine uruguayo, con una producción permanente, consciente de las múltiples plataformas audiovisuales y con un lenguaje simbólico que nos represente como sociedad.

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