
UN POETA MEDIEVAL DE LENGUA ÁRABE CASI DESCONOCIDO
4 poemas del libro Cantos a la amada (versión al español y notas de SAÚL IBARGOYEN)
CUARTA Y ÚLTIMA ENTREGA
Poema 10
Si hablas a la amada de la hermosura
de ella que hay en ti,
estarás cambiando las palabras (1)
que el Mensajero recibió
para entregarlas con su voz
a los hombres que buscan el camino recto (2)
entre los rumbos innumerables del desierto.
Si cambias los versículos del Libro,
harás lo que nadie es capaz de hacer
salvo uno solo que lo hizo (3).
Pero hay Alguien que así lo permite
para que comprendas que tu placer de ahora
sólo será un poco de polvo en tu frente
cuando te inclines
en la primera oración de la mañana.
de ella que hay en ti,
estarás cambiando las palabras (1)
que el Mensajero recibió
para entregarlas con su voz
a los hombres que buscan el camino recto (2)
entre los rumbos innumerables del desierto.
Si cambias los versículos del Libro,
harás lo que nadie es capaz de hacer
salvo uno solo que lo hizo (3).
Pero hay Alguien que así lo permite
para que comprendas que tu placer de ahora
sólo será un poco de polvo en tu frente
cuando te inclines
en la primera oración de la mañana.
(1) sura XVIII
(2) Es decir, el Islam
(3) Se refiere a Ala’ Al Marri, siglo XI.
(2) Es decir, el Islam
(3) Se refiere a Ala’ Al Marri, siglo XI.
Poema 11
No entregues a la amada
brazaletes de cálido metal
en alabanza de sus brazos
ni collares de precio exagerado
para elogiar así su cuello
y no salgas al desierto
a luchar contra el demonio (1)
para simple halago de tu ánimo.
Los bienes mundamos se desvanecen pronto
y sólo el Altísimo puede vencer
al Satán que respira en tus pulmones.
La única prueba de tu amor
eres tú mismo:
Límpiate los muslos con arena
y lava tus versos con sangre.
brazaletes de cálido metal
en alabanza de sus brazos
ni collares de precio exagerado
para elogiar así su cuello
y no salgas al desierto
a luchar contra el demonio (1)
para simple halago de tu ánimo.
Los bienes mundamos se desvanecen pronto
y sólo el Altísimo puede vencer
al Satán que respira en tus pulmones.
La única prueba de tu amor
eres tú mismo:
Límpiate los muslos con arena
y lava tus versos con sangre.
(1) Se trata del orgulloso Eblis, ángel o genio negador del hombre. Fue creado del fuego por Allah (sura VII, 11).
Poema 12
Debes nombrar con nombres diferentes
uno por uno los cabellos oscurecidos
de la amada: hazlo con la misma paciencia
con que aprendes poco a poco (1)
los versículos del Libro
venido del cielo verdadero.
uno por uno los cabellos oscurecidos
de la amada: hazlo con la misma paciencia
con que aprendes poco a poco (1)
los versículos del Libro
venido del cielo verdadero.
(1) sura XVII, 107
Poema 24
La mitad de tu corazón
desea los bienes de este mundo.
La otra mitad anhela los bienes
de la existencia que habrá de venir.
El amor por la amada
se halla entre ambas mitades
así como cualquiera de nosotros
tiene el cuerpo en lo alto de la tierra
mientras las sandalias rozan el infierno (1)
desea los bienes de este mundo.
La otra mitad anhela los bienes
de la existencia que habrá de venir.
El amor por la amada
se halla entre ambas mitades
así como cualquiera de nosotros
tiene el cuerpo en lo alto de la tierra
mientras las sandalias rozan el infierno (1)
(1) Idea derivada del sura V, 70
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