viernes

MEFISTÓFELA DIVINA


(el caso de las brujas siamesas)
folletín policial y de magia negra de

HUGO GIOVANETTI VIOLA
SÉPTIMA ENTREGA

13 PADRINO

Al rato Magui asomó la cabeza para llamarnos y al abrazarme en el zaguán de la casona novecentista de idéntico diseño a la que yo alquilaba en el Paso Molino cuando recién me casé, sus pechitos se me clavaron como dulcísimas corolas minusválidamente cosidas al esqueleto:
-Vos no me fallás, Maestro.
-Pero hoy la que se dio cuenta que estabas mal de veras fue Nanda. ¿Cómo te quedó el estómago?
-Bien. Un poco raspado -se me desincrustó casi con repelencia y les anunció a las pirujas: -Noel acaba de llamar al obispo y al final lo convenció de que le delegara el permiso al párroco para que me confirme el domingo. Un milagro, porque la partida de bautismo sigue traspapelada allá en Florida. Y ya elegí al padrino, además. Es un detective.
-Uau. Eso hay que filmarlo -empezó a dar saltos desorbitados Rosa y terminó por encajarle un piquito a Encías Negras.
Yo le acaricié el vellocino del antebrazo a Magui y payé:
-Nunca fuera caballero / de dama tan bien cazado.
Noel nos esperaba en un comedor diario lleno de bibliotecas y reproducciones sacras que parecían hervir bajo una gigantesca claraboya y se disculpó enseguida:
-¿Me perdona que lo salude sin levantarme?
Entonces supe que iba a ser imposible tutearnos con aquel hombre ya adherido a la mismísima oscilación de la cruz y le apreté una mano terriblemente blanda:
-Ya es mucho que nos reciba con el corazón levantado, padre.
-Preferiría que me llamara Papá -le chispeó una profundidad color uva chinche en el rostro yupanquiano. -Bienvenido a la sierra.
Y como no se le entendían demasiado algunas palabras carraspeó regalándome el enjoyamiento de la dentadura postiza:
-Yo me pasé la vida llevando gente a la Sierra de las Ánimas. Y siento que vivo allá.
-El detective acaba de aceptar ser mi padrino, Noel. Y ya que hablaste de Ánimas les propondría ver juntos una película sobre San Juan de la Cruz: La noche oscura. ¿La conocés?
-Sí, claro. Pero la vi hace tiempo y me acuerdo que me costó mucho entender el erotismo. Es un lío de mujeres. Bueno, yo soy platónico.
-Dale -se frotó las manos la elfa. -Aquí hay un DVD.
-Podemos verla esta tarde, después de la mudanza -propuso Nanda y explicó haciéndonos una guiñada. -Magui se va a quedar aquí unos días y hay que ir a la pensión a traer ropa, además del video. Pero primero marchan unos ravioles.
-Me malcrían, señor detective. ¿Cómo es su gracia?
-Mi seudónimo profesional es Isabelino Pena.
-Qué precioso apellido. Yo llevo quince años nada más que sufriendo y cuando dejé de estar entero entendí todo.


14 ÁNGEL


Después de la raviolada me fui sestear a la bohardilla y al despertarme me quedé un rato largo contemplando El ángel de Asunción, un cuadro que Guillermo Fernández le pintó en secreto al Tucho para que lo protegiera durante un peligroso contacto eclesiástico que hizo en el Paraguay cuando arreciaban las dos dictaduras.
-Tiens -salté de repente como un perro guardián. -Te conozco, Inmaculada.
Y me abalancé hasta el entrepiso sin lavarme la cara y allí estaba esperándome el mail de la siamesa mística, que esta vez retocó el encabezado con mucho menos cariño que complacencia manipuladora:
-La paz contigo, Marlowe. La pecadora con alas acaba de informarme todas las novedades y no puedo culparte por lo de esta mañana.
Y aunque todavía eructaba demasiado el tuco con panceta decidí preparar un mate y afeitarme las arrugadísimas mandíbulas de pajarito porque el miedo a las mujeres no lo voy a perder hasta que llegue a Ella.
-Y antes que nada quiero pasarte un dato que te va a servir mucho para entenderle mejor los rayes a nuestra Magdalena -empezó a florearse salingerianamente Shirley, que había cumplido los veinte en octubre y era apenas unos meses mayor que la prima: -Ayer pude bajar cuatro CD introuvables de David Oïstrakh y te aseguro que su escandaloso discípulo Gidon Kremer es un pobre Du Pré que no se aguanta el alma, comparado con este ángel. Pedile a Magui que te los localice, porque yo todavía no le pienso escribir. Y si conocés la sonata para violín de Franck adaptada por Jackie y el emperador Barenboim te vas a dar cuenta que la diva era más viva que Bin Laden y Stavroguin juntos y podía derrumbar al toque dos matrimonios como quien mata hormigas.
Entonces me recosté en el ventanuco que daba a la Torre de los Panoramas frotándome la gomina y no sé por qué se me ocurrió berrear con verdadera lástima:
-Yo he visto venirse al suelo / sin que nadie lo disponga / cien castillos de ilusiones / por una causa mistonga / y he visto llorar a guapos / por mujeres como vos.
Ahora me parecía que el mail de la Nena Shirley no iba a terminar nunca y me puse la bombilla de chupete para poder seguir horrorizándome a lo padre Tijón:
-Pero la cereza venenosa es que el degenerado de mi ex-novio caiga a fiolar a Magui. Ese loco llegó a incendiar un caminero de hormigas con un pucho nada más que para no dejarme leer en paz a Fray Luis. Y además no me quiere. Me adora, que es muy distinto. Cuando te pague analizándote el mito de María de Magdala te voy a dar más detalles. El Rulo le tenía celos hasta a las sábanas que me acariciaban la cotorra y una noche que se falopeó mal me obligó a acostarme a patadas en el suelo. Y después cagó en el suelo. Bueno, el Cholo nos enseñó que así es la vida / tal como es la vida. Perdoname, hombre dulce. Perdoname, hombre duro. Y hacele caso a tu mamá con lo del desprecio y el aprecio y no me contestes. Yo.
-Todo bien, Inmaculada -apagué la computadora con ganas de rajarle el resplandor a culatazo limpio.

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