
UN POETA MEDIEVAL DE LENGUA ÁRABE CASI DESCONOCIDO
Introducción al libro Cantos a la amada (versión al español y notas de SAÚL IBARGOYEN).
TERCERA Y PENÚLTIMA ENTREGA
CODA
El presunto traductor de los cantos, capítulos o canciones de Al-Mahad, quiere resaltar, y no como disculpa por las indudables limitaciones de este trabajo, que es difícil o imposible determinar las fechas de su composición. El tiempo de la poesía es una categoría demasiado diferenciada del discurrir del tiempo cotidiano, del social, del biológico, del meramente utilitario. Además, el tiempo de Al-Mahad -podemos imaginar al poeta escribiendo en los silencios soledosos de su tienda o al ritmo del corazón de su camella- parece oscilar entre las dispares movilidades de un constante viajar y un engañoso sosiego interior.
Al-Mahad está asociado a una poética contradictoria: por una parte, ésta deriva de las adquisiciones estéticas, lingüísticas y temáticas que el autor acopió, asimiló y procesó en su extensa vida; por otra, no logra apartarse de cierta nostalgia por modos de existencia menos elaborados y más cercanos a la naturaleza, pero marcados también por el movimiento, o sea, los propios de una cultura beduina o trashumante.
Podría decirse que Al-Mahad es, en buena medida, un fronterizo, un metis cultural. Su corazón, para retomar un verso milenario, “no conocía el reposo”. Y esa característica profunda de infatigabilidad muestra, tal vez, que era más paciente que apresurado, más resistente que fuerte, más pasional que intelectivo, más sediento que satisfecho, más oscuro que impenetrable.
Las versiones fueron realizadas, con la imprescindible ayuda de manos y voces amigas, a partir de antologías y colecciones publicadas en francés, inglés, italiano, árabe y alemán, y que se mencionan en otro lugar. Ojalá se den a conocer pronto otros escritos de Al-Mahad, aunque sospecho que esto no ocurrirá fácilmente. Pero, si así sucediera, podrían esclarecerse numerosas dudas, sobre todo aquellas referidas a la posibilidad de Al-Mahad fuera la síntesis creativa de varios poetas, pre y posislámicos, que durante siglos asumieron o pretendieron asumir un único tema: la amada, el amador y el desierto (o sea, el cosmos como figuración tactable del dios) en continua recreación sensorial-espiritual. Sin embargo, en los textos “traducidos” -y gracias a consultas en relación con los originales- se percibe un tono genérico de homogeneidad, más allá de la mera extensión o de las variantes lingüísticas. Asimismo, el uso de la repetición -común a la poesía de todas las épocas-, aquí parece operar sutilmente con la intención de que el autor sea reconocido como persona existencial (histórica) tanto como persona poética. Insistir para ser.
En fin, ya para dar término a este prólogo, diré que quizá nunca me abandone la sencilla y natural sensación de que, al pasar a mano y a máquina -en la soledad de México City, años circa 1376 a 1382 de la Héjira- los versos de Al-Mahad a mi idioma español, el poeta colocaba sus pacientes dedos sobre los míos. Esa sensación tenaz, tal vez vinculada con el añejo tópico de la duplicación por la sombra, me ha permitido, contradictoriamente, poner en duda la realidad espiritual y existencial de Al-Mahad junto con la mía propia y aun con la de estos versos que he vuelto a escribir otra vez.
Finalmente me pregunto si Muahmmud Ibn Al-Mahad o Al-Majd diría, en su heterodoxo y modernizado tratamiento de la qasida: “Cuando recorras otros países/ cuyo horizonte aún no conoces/ aplasta un grano de arena/ con tu pie izquierdo:/ en sus pedazos hallarás el desierto que falta”. O si volvería a redactar estos versos, luego de la espantosa visión -reactualizada en estos trágicos días de invasiones imperialistas- de un campo de batalla no lejos de Kabul o de Bagdad, en uno de sus viajes a Samarkanda:
Los cuervos se ahogan en sangre de niños
los buitres se atoran con vísceras de mujeres
los chacales mastican huesos de jóvenes guerreros
los ancianos contemplan el fuego del cielo
las palomas se asfixian de humo y de sed.
los buitres se atoran con vísceras de mujeres
los chacales mastican huesos de jóvenes guerreros
los ancianos contemplan el fuego del cielo
las palomas se asfixian de humo y de sed.
De seguro que sí.
OTRA SORPRESA POSMODERNA: LOS HETERÓNIMOS
Cuando pensaba este traductor haber dado posible término a la presentación y los textos de Al-Mahad, súbitas manos amigas, tan solidarias como cómplices, acercaron una sorprendente información que fue tremendamente útil, aunque también desconcertante. Es decir, ciertas sospechas de que el poeta utilizaba al menos tres heterónimos, parecieron hallar sólida confirmación. Si bien, como en el caso de todos los materiales anteriores que me sirvieron de riquísima e ineludible referencia, la mezclada papelería que se me ofreció hace ya tiempo, debió ser devuelta, pude trabajar sobre varios poemas en los que -bajo otros nombres- vibraba la voz múltiple de Al-Mahad.
¿Cómo logró este antiguo “posmoderno” escribir desde fuera de la personalidad “para aumentar el mundo”, según plantearía el Fernando Pessoa forjador de 72 heterónimos? Pero, me pregunto con ingenuidad, ¿Abel Martín, Jorge Menezes y Juan de Mairena, son sólo los complementarios? ¿No serán, más que desdoblamientos, también heterónimos profundos de Antonio Machado?
Los heterónimos -al menos lo son para mí-, inventados por Al-Mahad, llevan por nombres: Hassan Ibn al-Rawiya (“el Recitador”), Sadi Din Bajja y Ahmad Ibn al-Jallah. Lo más asombroso es que al primero se le adjudica un nacimiento posterior (c. 1400) a la muerte de Al-Mahad; el segundo habría nacido alrededor de 1191. Ambos eran persas, cultivadores del sufismo y escribían tanto en iraní como en árabe. El tercero era árabe de La Meca o Basora. Residía en ellas alternadamente. De poeta bandolero pasó luego a un infrecuente misticismo; sin otros datos.
En una muestra que preparé para la revista Tinta Seca (num. 56, Cuernavaca, México, sep-oct, 2002) sobre poetas sufíes, incluí de Al-Rawiya y Bajja -sin saber, por supuesto, que eran las máscaras poéticas de Al-Mahad-, las dos piezas que habían arribado a mis manos ya ni sé cómo. Al-Jallah llegaría poco después. Esto me estremeció espiritual e intelectualmente: ¿No habrá otras vivas voces del poeta bajo otros nombres, más allá del orden temporal y de los sucesos organizados en nuestra memoria histórica por la herencia cultural? (En definitiva, ¿qué voces están arriba, cuáles abajo? ¿Quiénes deciden su ubicación: los dueños y cómplices del poder o los oídos receptivos en el indetenible movimiento de la historia?)
Sólo puedo responder a esas preguntas con los textos “traducidos” de la tríada de heterónimos. El lector percibirá ciertas cercanías temáticas, determinado vocabulario de época o fuera de ella, varias secuencias de una reiterada sensibilidad místico-erótica, diversos abordajes de tópico permanente del ánima humana como receptáculo activo de la posible divinidad, y no pocas pulsiones que la energía cósmica agrega y recibe de mujeres, hombres, animales, plantas, sustancias y cosas para tejer una trama de deseada eternidad y de cántico inacabable.
FINALMENTE, MÁS SORPRESAS
De la amplia obra dejada por el poeta, han sobrevivido fragmentos sueltos, que aquí, en virtud de la abundante ayuda de mis amigos, Iskandar Hamed, de ascendencia árabe y nacido en la República del Paraguay, y Hassan Ibn Al-Ouazzani, de Marruecos, es posible añadir como complemento indispensable para acercarnos en lo posible al intrincado sistema ideológico y creativo de Al-Mahad. Son aforismos, esbozos de ideas más anchas, líneas sueltas, súbitas reflexiones, trozos de obras perdidas. Es imposible también situar fechas de composición; tal vez -como sucede con mi venerado maestro Omar Khayyam- algunos textos no sean de su autoría. Pero lo importante, obviamente, es que sean leídos, pues como aseguraba este maestro que siempre negó serlo: “Debes ofrecer a tus ojos mucho más de lo que tus ojos puedan ver”.
_________________________________
PRINCIPALES FUENTES CONSULTADAS
AL-JAMI, ‘Abd Ar-Rahman, Los hálitos de la intimidad (Nafahat Al-uns), Ediciones de la Tradición Unánime, Barcelona, 1987
ANTAKI, Ikram, La cultura de los árabes, México, Siglo XXI Editores, 1989
AUDIC NELLI, Jacques, Anthologie général de la poésie islamite, Poitiers, 1948
BROWN DULLES, Paul, Islamic Poetry: Selected Qasidah, New York, 1976
El sagrado Qur’an, interpretación de Maulana Muhammad Alí, edición bilingüe, varios traductores, Ahmadiyya Anjuman, Lahore Inc. México, 1986
FOSTER GREEN, John F., Six Heretical Islamic Poets, London, 1969
KRAMERS, J. H. y otros, The Encyclopedia of Islam, Leiden, 1954
LAMBETH BACHOFEN, Pierre, Les principes de la poésie des arabes, Lyon, 1939
LARA, Federico, Gilgamesh, Visor, Barcelona, 1991
LEWIS, B., Los árabes en la historia, Madrid, Espasa-Calpe, 1956
Los cuarenta Hadices/ Nawawiyah (clasificados por Ihaia Ibn Sharafud Din An-Nawawi y explicados por Nezar Abmad Al-Sabbagb), Madrid, El Centro Islámico en España, 1986
MAHOMA, El Corán, Trad. Joaquín García Bravo, Editorial Época, México, 1982
MIELI, Aldo, El mundo islámico y el Occidente medieval cristiano, 2da ed., Espasa-Calpe Argentina, Buenos Aires, 1952
NICHOLSON, R.A., The Mystics of Islam, London, 1914
NOUGÉ, Pierre-Lois, Islamisme, Langage et poésie, Bruxelles, 1950
PLATEN, Otto R., Al-Majd ou la puissance de la méthapore, París, 1919
RIQUER, Martín de, “De la antigüedad al renacimiento en Martín de Riquer y José María Valverde”, Historia de la literatura universal, Editorial Planeta, Barcelona, 1968
SÁNCHEZ ALBORNOZ, C., La España musulmana, Madrid, 1946
SANTANGELO, Giaccomo Brunetto, Poesia arabo heterodossa, Parte seconda, Torino, 1981
SANTIAGO SIMÓN, Emilio de, Las claves del mundo islámico, Barcelona, Planeta, 1991
SCALA PORTINARI, Umberto, Poesia arabo: XIII-XVII secoli, Milano, 1957
SCHAYA, L., La doctrine soufique de l’unité, París, Maisonneuve, 1981
VEGLISON DE MOLINS, Josefina, La poesía árabe clásica, Hiperión, Madrid, 1997
VERNET, J., Literatura árabe, Barcelona, 1966
WEIL, G., Grundiss und System der Altarabischem Metren, Köln, 1959
ANTAKI, Ikram, La cultura de los árabes, México, Siglo XXI Editores, 1989
AUDIC NELLI, Jacques, Anthologie général de la poésie islamite, Poitiers, 1948
BROWN DULLES, Paul, Islamic Poetry: Selected Qasidah, New York, 1976
El sagrado Qur’an, interpretación de Maulana Muhammad Alí, edición bilingüe, varios traductores, Ahmadiyya Anjuman, Lahore Inc. México, 1986
FOSTER GREEN, John F., Six Heretical Islamic Poets, London, 1969
KRAMERS, J. H. y otros, The Encyclopedia of Islam, Leiden, 1954
LAMBETH BACHOFEN, Pierre, Les principes de la poésie des arabes, Lyon, 1939
LARA, Federico, Gilgamesh, Visor, Barcelona, 1991
LEWIS, B., Los árabes en la historia, Madrid, Espasa-Calpe, 1956
Los cuarenta Hadices/ Nawawiyah (clasificados por Ihaia Ibn Sharafud Din An-Nawawi y explicados por Nezar Abmad Al-Sabbagb), Madrid, El Centro Islámico en España, 1986
MAHOMA, El Corán, Trad. Joaquín García Bravo, Editorial Época, México, 1982
MIELI, Aldo, El mundo islámico y el Occidente medieval cristiano, 2da ed., Espasa-Calpe Argentina, Buenos Aires, 1952
NICHOLSON, R.A., The Mystics of Islam, London, 1914
NOUGÉ, Pierre-Lois, Islamisme, Langage et poésie, Bruxelles, 1950
PLATEN, Otto R., Al-Majd ou la puissance de la méthapore, París, 1919
RIQUER, Martín de, “De la antigüedad al renacimiento en Martín de Riquer y José María Valverde”, Historia de la literatura universal, Editorial Planeta, Barcelona, 1968
SÁNCHEZ ALBORNOZ, C., La España musulmana, Madrid, 1946
SANTANGELO, Giaccomo Brunetto, Poesia arabo heterodossa, Parte seconda, Torino, 1981
SANTIAGO SIMÓN, Emilio de, Las claves del mundo islámico, Barcelona, Planeta, 1991
SCALA PORTINARI, Umberto, Poesia arabo: XIII-XVII secoli, Milano, 1957
SCHAYA, L., La doctrine soufique de l’unité, París, Maisonneuve, 1981
VEGLISON DE MOLINS, Josefina, La poesía árabe clásica, Hiperión, Madrid, 1997
VERNET, J., Literatura árabe, Barcelona, 1966
WEIL, G., Grundiss und System der Altarabischem Metren, Köln, 1959

























No hay comentarios:
Publicar un comentario