(Capacitación de orientadores)
ARNALDO GOMENSORO
PRIMERA ENTREGA
Introducción conceptual y axiológica
La investigación para ahondar en la esencia y la realidad de los vínculos de pareja se constituye en el primer paso en la capacitación de educadores y terapeutas alternativos (de verdaderos “orientadores” y no de meros “tecnólogos” de la educación y de la terapia.)
Su significado es el de empezar investigando la realidad en un encuadre integrado de “investigación-acción-capacitación”.
Y comenzar la investigación por su principio natural y lógico: investigándose los propios investigadores, es decir, autoaplicándose el cuestionario de entrevistas de la encuesta los propios encuestadores. Y ahondando colectivamente en el significado de las preguntas y de las respuestas.
Por otra parte, lo que se procurará investigar no será la realidad en sí, la realidad “objetiva” ni la realidad “promedio”, sino “la-realidad-tal-cual-la-vive-la-gente”, incluida la gente que va a realizar la encuesta y comienza así su auto-análisis, su auto-cuestionamiento y su auto-capacitación.
Es decir: lo que se intentará averiguar no será lo que pasa “de hecho” a las parejas, sino “cómo viven, como vivencian, qué sentido personal le atribuyen a lo que le pasa a cada uno de sus miembros”.
Como marco referencial explícito, partimos del supuesto de que los estados de ánimo, las emociones, las alteraciones psicológicas y los trastornos, así como los sentimientos de bienestar, de plenitud y de satisfacción se explican y se comprenden mucho mejor ideo-genéticamente que somato, psico o socio-genéticamente.
Entendemos que lo que siempre importa es la lectura que cada uno hace de los hechos, la interpretación de los hechos y no los hechos mismos.
Y que esa lectura o interpretación se hace, en cada caso, en base a un particular y personal “sistema de creencias” (Albert Ellis), ECRO (Esquema conceptual, referencial y operativo (Pichón Rivière) o “ideología” (Gomensoro-Lutz).
La investigación, tal como nosotros la entendemos, intentará, pues, poner en evidencia los variables “sistemas de ideas”, “ecros” o “ideologías” que constituyen el código que le da, en cada caso, un particular “sentido” o “significado” a los distintos hechos cotidianos de la vida matrimonial o de pareja.
Este código es concebido y designado por nosotros como “ideología”, entendiendo por tal la integración realizada a lo largo de toda la vida, en forma más tácita que explícita, más inconsciente que consciente, de una “concepción de mundo” o “filosofía personal” en la que distinguimos dos componentes diferenciables intelectualmente aunque inseparables de hecho:
a) un sistema de valores, y
b) un sistema de ideas y conocimientos.
Dicho gráficamente:
IDEOLOGIA = SISTEMA DE VALORES + SISTEMA DE IDEAS.
Es en función de esta “ideología personal” que cada hombre y cada mujer establecen su relación con el mundo, su relación con el otro o la otra y su relación consigo mismo/ma.
Y es en función de ese código que ciertas personas nos resultan más o menos indiferentes, mientras que otras se vuelven para nosotros extraordinariamente importantes y significativas.
Ahora bien: cuando la significación de una persona determinada pasa a ser tan fundamental para nosotros que la realidad toda se llena o se vacía de sentido en función de que nosotros también nos volvamos extraordinariamente significativos para ella es que decimos que “estamos enamorados” o que “amamos” a esa persona o que “somos amados” por ella.
En este encuadre, los sentimientos, las emociones, los afectos que acompañan “este volverse otro ser significativo a ese grado para nosotros” no “explican” el amor ni ayudan a comprenderlo, sino que, por el contrario, más que su causa son su consecuencia.
Es decir: contra lo que se cree generalmente, no son los “sentimientos” que despierta la otra persona los que hace que la amemos, sino el que le atribuyamos un significado esencial para nosotros es lo que despierta y alimenta los sentimientos que sentimos hacia ella.
Complementariamente, cuando los sentimientos se apagan o desaparecen es porque antes la otra persona ha dejado de resultar significativa para nosotros.
ARNALDO GOMENSORO
PRIMERA ENTREGA
Introducción conceptual y axiológica
La investigación para ahondar en la esencia y la realidad de los vínculos de pareja se constituye en el primer paso en la capacitación de educadores y terapeutas alternativos (de verdaderos “orientadores” y no de meros “tecnólogos” de la educación y de la terapia.)
Su significado es el de empezar investigando la realidad en un encuadre integrado de “investigación-acción-capacitación”.
Y comenzar la investigación por su principio natural y lógico: investigándose los propios investigadores, es decir, autoaplicándose el cuestionario de entrevistas de la encuesta los propios encuestadores. Y ahondando colectivamente en el significado de las preguntas y de las respuestas.
Por otra parte, lo que se procurará investigar no será la realidad en sí, la realidad “objetiva” ni la realidad “promedio”, sino “la-realidad-tal-cual-la-vive-la-gente”, incluida la gente que va a realizar la encuesta y comienza así su auto-análisis, su auto-cuestionamiento y su auto-capacitación.
Es decir: lo que se intentará averiguar no será lo que pasa “de hecho” a las parejas, sino “cómo viven, como vivencian, qué sentido personal le atribuyen a lo que le pasa a cada uno de sus miembros”.
Como marco referencial explícito, partimos del supuesto de que los estados de ánimo, las emociones, las alteraciones psicológicas y los trastornos, así como los sentimientos de bienestar, de plenitud y de satisfacción se explican y se comprenden mucho mejor ideo-genéticamente que somato, psico o socio-genéticamente.
Entendemos que lo que siempre importa es la lectura que cada uno hace de los hechos, la interpretación de los hechos y no los hechos mismos.
Y que esa lectura o interpretación se hace, en cada caso, en base a un particular y personal “sistema de creencias” (Albert Ellis), ECRO (Esquema conceptual, referencial y operativo (Pichón Rivière) o “ideología” (Gomensoro-Lutz).
La investigación, tal como nosotros la entendemos, intentará, pues, poner en evidencia los variables “sistemas de ideas”, “ecros” o “ideologías” que constituyen el código que le da, en cada caso, un particular “sentido” o “significado” a los distintos hechos cotidianos de la vida matrimonial o de pareja.
Este código es concebido y designado por nosotros como “ideología”, entendiendo por tal la integración realizada a lo largo de toda la vida, en forma más tácita que explícita, más inconsciente que consciente, de una “concepción de mundo” o “filosofía personal” en la que distinguimos dos componentes diferenciables intelectualmente aunque inseparables de hecho:
a) un sistema de valores, y
b) un sistema de ideas y conocimientos.
Dicho gráficamente:
IDEOLOGIA = SISTEMA DE VALORES + SISTEMA DE IDEAS.
Es en función de esta “ideología personal” que cada hombre y cada mujer establecen su relación con el mundo, su relación con el otro o la otra y su relación consigo mismo/ma.
Y es en función de ese código que ciertas personas nos resultan más o menos indiferentes, mientras que otras se vuelven para nosotros extraordinariamente importantes y significativas.
Ahora bien: cuando la significación de una persona determinada pasa a ser tan fundamental para nosotros que la realidad toda se llena o se vacía de sentido en función de que nosotros también nos volvamos extraordinariamente significativos para ella es que decimos que “estamos enamorados” o que “amamos” a esa persona o que “somos amados” por ella.
En este encuadre, los sentimientos, las emociones, los afectos que acompañan “este volverse otro ser significativo a ese grado para nosotros” no “explican” el amor ni ayudan a comprenderlo, sino que, por el contrario, más que su causa son su consecuencia.
Es decir: contra lo que se cree generalmente, no son los “sentimientos” que despierta la otra persona los que hace que la amemos, sino el que le atribuyamos un significado esencial para nosotros es lo que despierta y alimenta los sentimientos que sentimos hacia ella.
Complementariamente, cuando los sentimientos se apagan o desaparecen es porque antes la otra persona ha dejado de resultar significativa para nosotros.
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