domingo

BUCEO INVISIBLE 4 preguntas


PROAS QUE CORTAN LA NIEBLA

El mes pasado fue presentado en la Sala Zitarrosa CIERRO LOS OJOS Y TODO RESPIRA, el segundo disco de BUCEO INVISIBLE, un colectivo artístico fundado una noche de domingo del año 1997 por Sebastián Vitola, Marcos Barcellos, Diego Presa, Álvaro Bassi y Santiago Barcellos. Desde ese momento comienzan diferentes proyectos vinculados a lo artístico, desarrollando un movimiento creativo-expresivo que artícula diferentes disciplinas y quehaceres: música, narrativa, poesía y performances.

En los últimos doce años el colectivo inicial ha incorporado a Jorge Rodríguez, Pablo Costanzo, Andrés Fernández, Fabián Cota, Antonio de la Peña y Sebastián Santana, y sigue visibilizándose en muestras realizadas en espacios recuperados (sótanos, galpones, depósitos), boliches y teatros.

BUCEO INVISIBLE se autodefine en su sitio web como un espacio grupal que apunta a ser un lugar de encuentro (de cara a cara, de mano en mano), de contacto e intercambio personal alejado de la masividad, de la despersonalización, de la cultura rock como banda sonora del mundo del consumo, de los shoppings juveniles disfrazados. Y apunta a moverse en el territorio de la invisibilidad para posibilitar desde esos escondites, la visión de una obra que lleva adelante la bandera del deseo, el asombro y la creación.
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La primera muestra de BUCEO INVISIBLE fue una publicación donde se dejaba una dirección para contactarse con el grupo. ¿Qué proceso se produjo para que se decidieran a ampliar la calidad de los contactos y saltaran hasta el multilenguaje más proliferante de las muestras escénicas? ¿Consideraron en todo momento que no estaban cayendo en la quijotada pirotécnica?

En 1997 sacamos una publicación a la que llamamos El corazón reversible como un pequeño homenaje al libro de cuentos de Tarik Carson. En ese mismo año comenzamos a trabajar desde ese multilenguaje al que te referís, es decir, en la articulación de música, palabra, e imagen en escena.

Esto es algo que estuvo desde el principio y que acontece en las muestras, es uno de los rasgos de identidad del grupo.

Si rastreamos antecedentes, sin duda aquellos espectáculos poéticos realizados con el Taller Universo fueron para algunos de los integrantes un aprendizaje importante en lo que hace a la multidisciplina, al trabajo de actores, poetas, músicos, novelistas…

En relación a la pirotecnia, entendemos este punto como la proliferación de elementos técnicos por encima de lo que se transmite, para lo cual se necesitan por los menos dos cosas: poco para decir y mucha plata. Estamos lejos de eso, plata nunca tuvimos y una de las cosas que definió a BUCEO INVISIBLE en aquellos momentos fue la urgencia de decir.

Me comentó el bocón de Santiago Barcellos que una vez consultaron el I Ching a propósito del futuro del grupo. ¿Había mucho vértigo?

Sí, pero más que nada había mucho entusiasmo y una intención de búsqueda, de buceo. Suponemos que esto, entre otras cosas, nos trajo hasta acá.

En el sitio web de BUCEO INVISIBLE todavía se definen como juglares escondidos. ¿Por qué escondidos? ¿Escondidos de qué? ¿O contra qué? ¿O hacia qué?

Nunca hubo una idea expresa de esconderse, siempre se trató de mostrar lo que el grupo generaba. Lo que pasa es que nos sentíamos más cómodos en esa suerte de bunker. Desde ahí amplificábamos nuestra voz y producíamos instancias poéticas.

El tema es que la divulgación de nuestras producciones corría por caminos no mediatizados, nos interesaba lograr una movida realmente independiente.

Con el tiempo sentimos la necesidad de llegar a un montón de gente a la cual seguramente le podía interesar la propuesta pero que no accedía a ella.

Los discos funcionaron como lanzas en ese sentido, proas que cortan la niebla.

¿Cuál fue el proceso de decantación del segundo CD que apareció este año? Me imagino que además hay ramificaciones multimediáticas anexas como muestras o publicaciones. ¿Se animan a definir qué es lo que constela el todo?

En este disco buscamos aproximarnos más a eso que se genera en las muestras. Cierro los ojos y todo respira es más fiel al sonido del grupo en vivo que Música para niños tristes, que funcionó más como un álbum de canciones de distintos momentos del colectivo.


Partimos de esa intención al pensarlo, si cerramos los ojos quizás podamos aproximarnos al respiro profundo que se genera en el encuentro con el otro.


Sí, pensamos para los próximos meses producir la edición de un libro de poesía y acompañar desde el colectivo las apuestas personales de los integrantes.

Buceo funciona desde el principio como un lugar de trabajo, usina o taller trinchera en la cual se procesan los decires de cada uno.


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