elMontevideano / Laboratorio de Artes festeja sus 4 años de atrincheramiento estrellado

NO FIM TUDO DÁ CERTO

Este adagio es utilizado en el Brasil sencillamente para sentenciar que la vida está bien hecha y se basa en un logion apócrifo atribuido a Juan el Zebedeo, que parece que al ver la tumba abierta de Jesús murmuró: Al final todo es verdad.

Cuando fundamos elMontevideano / Laboratorio de Artes lo hicimos convencidos de que la cultura oriental-uruguaya que nos precedió y basamentó siempre fue construida a empujonazos y decidimos colectivizarnos y popularizarnos con una vocación de theatrum sacrum barroco post-tridentino. Y las cifras de visitantes que se disparan en nuestros blogs a nivel nacional o global nos confirman todos los días que la madre humanidad nunca pidió la guerra sino la comunicación a través de los símbolos sosegadores de la verdad absoluta.

La fe en los arquetipos, porfiado don Joaquín: en lo eterno constitutivo.

Y tratamos también de que los ámbitos de nuestros talleres multimedia se transformaran en cavernas con bisontes amansadoramente tallados para perderle el miedo al enemigo que nos claustrofobiza. Hay que resucitar.

En uno de nuestros ensayos reditados en entregas, La América Latina del siglo XXI, Alberto Methol Ferré sintetiza magistralmente: El Evangelio, por todas partes, supone la presencia permanente de un enemigo; lo llama también “diabolos”; diablo es lo contrario de diálogo: quien queda incomunicado, aislado, obstruido, quien obstruye una relación, es decir, impide el amor. En este sentido el enemigo está “afuera” pero también está “adentro”. En el enemigo está el amigo que debe ser rescatado y salvado. Tenemos necesidad de volverlo amigo. Encontrar el amigo que existe en el enemigo, sabiendo que el enemigo lo tenemos en nosotros mismos. Y más adelante: la identificación del enemigo principal pone orden en una estrategia de acción.Y en el largometraje ya rodado y todavía no estrenado Jesús de Punta del Este, el protagonista profiere una consigna que se ha vuelto nuestro principal cortafierro conceptual y simbólico: El consumismo salvaje es capaz de incendiarnos la fe para vender tristeza.

Y hoy estamos seguros, al palpar la receptividad que encuentra la producción del Laboratorio, de que los defensores de una nueva humanidad libre de dogmas despóticos son una cantidad mucho mayor de los que necesitan entretenerse con el morbo mediático que alimenta a la cerrazón homuncular del establishment.

Vamos a andar / con todas las banderas / trenzadas de manera / que no haya soledad,pidió Silvio Rodríguez ya hace casi medio siglo.

Y nosotros, humildemente, agregamos que hay una buena soledad, sin embargo: la completud del ser. Pero que conformarse con menos de eso significa elegir la neurosis.
No fim tudo dá certo.