-Parecés Van Gogh -carcajeó sin entusiasmo Mariana señalando la oreja vendada de Shirley. -Y te salió baratísimo, pitufa. Además yo te puedo asegurar que mientras bailaste desnuda allá arriba la mitad de la gente te aplaudió.
-Zen me llegó a filmar dos minutos antes que empezaran los pedregullazos, y eso nos alcanza y sobra para la multimedia. Pero vos viste que cuando bajamos de la Torre los plancha ya tenían cascotes y mientras el profesor le mandaba el mensaje al patrullero puteaba a gritos y nos amenazaba con denunciarnos por atentado violento al pudor, aunque al pasar entre el borbollón me abrazó como si yo fuera el alma cimarrona de veras.
-Y de paso te habrá fregado un poco.
La chiquilina apoyó la cabeza en el lavatorio para que la negra le reforzara el vendaje y chistó:
-Claro que al pub esto no lo jode en nada. Al contrario. Recién llamaron los porteños para venir a hacer una nota sobre el escándalo artiguista y chuparnos algunos flashes del desnudo patriótico. Pero yo siento que muerta Naná murió el quilombo, noire. Capaz que lo de hoy fue la cereza.
-Mejor. La casa la heredó Paco y le podemos tramitar la personería jurídica al Laboratorio de Artes y tenemos dos pisos. Mirá: justo ayer soñé con Larsen. Y me acuerdo que al final había un allanamiento y un asesinato espantoso y guionábamos una película que se llamaba La maldición de Juntacadáveres.
-Yo soñé con la masacre de los gatitos que hubo frente a la Torre. Guarda que duele, loca.
-Perdoná -le cayó un lagrimón en el cigarrillo que le colgaba de la trompa color víscera a Mariana Ventura. -¿Vos sabías que yo estaba sentada en los escalones de la Torre cuando la 4 por 4 los hizo picadillo?
-Sí, me contaron. Y le diste de mamar al que se salvó.
Entonces la ex-prostituta y ex-nurse desnudó una especie de pecho-aleta para acariciarse unas cicatrices que parecían de cuarzo:
-Lo increíble es que Leonardo acababa de llegar en ese momento con un productor español desde Montevideo y me vio darle leche invisible al gatito. Al final lo adoptó Juana.
-¿Y la policía nunca encontró a los bestias de la camioneta?
-¿Y vos pensás que a algún pelucón le importa encanar al diablo? ¿No viste Acaso no matan a los caballos? En español le pusieron Baile de ilusiones y es muchísimo mejor que la novela. Ahí entendés que el mundo yira y chau: si mañana aparece una pendeja descuartizada por los mandamases en el Vigía se abre una indagatoria y sentate a esperar. Y mirá que ahora tengo fe.
-Menos mal.
-Y hoy yo estaba tomando mate y haciéndome la gila en el jardín cuando les mostraste todo y te puedo asegurar que la mitad de la gente te aplaudió.
-Zen me llegó a filmar dos minutos antes que empezaran los pedregullazos, y eso nos alcanza y sobra para la multimedia. Pero vos viste que cuando bajamos de la Torre los plancha ya tenían cascotes y mientras el profesor le mandaba el mensaje al patrullero puteaba a gritos y nos amenazaba con denunciarnos por atentado violento al pudor, aunque al pasar entre el borbollón me abrazó como si yo fuera el alma cimarrona de veras.
-Y de paso te habrá fregado un poco.
La chiquilina apoyó la cabeza en el lavatorio para que la negra le reforzara el vendaje y chistó:
-Claro que al pub esto no lo jode en nada. Al contrario. Recién llamaron los porteños para venir a hacer una nota sobre el escándalo artiguista y chuparnos algunos flashes del desnudo patriótico. Pero yo siento que muerta Naná murió el quilombo, noire. Capaz que lo de hoy fue la cereza.
-Mejor. La casa la heredó Paco y le podemos tramitar la personería jurídica al Laboratorio de Artes y tenemos dos pisos. Mirá: justo ayer soñé con Larsen. Y me acuerdo que al final había un allanamiento y un asesinato espantoso y guionábamos una película que se llamaba La maldición de Juntacadáveres.
-Yo soñé con la masacre de los gatitos que hubo frente a la Torre. Guarda que duele, loca.
-Perdoná -le cayó un lagrimón en el cigarrillo que le colgaba de la trompa color víscera a Mariana Ventura. -¿Vos sabías que yo estaba sentada en los escalones de la Torre cuando la 4 por 4 los hizo picadillo?
-Sí, me contaron. Y le diste de mamar al que se salvó.
Entonces la ex-prostituta y ex-nurse desnudó una especie de pecho-aleta para acariciarse unas cicatrices que parecían de cuarzo:
-Lo increíble es que Leonardo acababa de llegar en ese momento con un productor español desde Montevideo y me vio darle leche invisible al gatito. Al final lo adoptó Juana.
-¿Y la policía nunca encontró a los bestias de la camioneta?
-¿Y vos pensás que a algún pelucón le importa encanar al diablo? ¿No viste Acaso no matan a los caballos? En español le pusieron Baile de ilusiones y es muchísimo mejor que la novela. Ahí entendés que el mundo yira y chau: si mañana aparece una pendeja descuartizada por los mandamases en el Vigía se abre una indagatoria y sentate a esperar. Y mirá que ahora tengo fe.
-Menos mal.
-Y hoy yo estaba tomando mate y haciéndome la gila en el jardín cuando les mostraste todo y te puedo asegurar que la mitad de la gente te aplaudió.
2 comentarios:
Mi queridísimo Álvaro, Aunque no estaba en la lista de invitados, pasé por su otra casita, y me enteré que ahora estaba por aquí... Puedo pasar? Tendrá un vaso de vino pra que compartamos frente al hogar mientras que vemos los leños quemándose y nos ponemos un poco al día? Yo lo espero acá paradita... ud avíseme si puedo pasar... Le dejo un graaaaaan abrazo!!!! Lo quiero mucho!
Estimada Jean, es Ud. siempre bienvenida.
Una alegría leerla nuevamente y espero que le guste esta tan querida casita.
Un gran abrazo.
Publicar un comentario