(Para leer la primera parte click aquí) En nuestra crónica anterior, habíamos quedado descansando en Mercurio, un poco apretujados, porque si el Sol de la Plaza Independencia medía 2 metros de diámetro, este planeta, el más chico de todos, en l8 de Julio y Convención es una bolita de 7 mms.
Nuestro excelente maestro, no se limita sólo a enseñar y estimular el razonamiento, sino que también nos hace reflexionar sobre lo que vemos y sentimos. De esta forma, nos llama la atención sobre algo que ya habíamos observado, pero sin darle la profundidad requerida: nuestro viaje es maravilloso, pero tiene un deje amargo porque nadie nos recibe ni nadie nos despide. Sin embargo nos dice, esa amargura nos viene muy bien para valorar la gran suerte que tenemos de vivir, de haber sacado la lotería de la existencia, nada más ni nada menos. Perdemos por lo tanto algunas de las esencias más emotivas que tiene todo viaje, como son las de ver, oír, preguntar, conversar, jugar con otros niños, seguramente diferentes, pero, sin embargo, volveremos a la Tierra con más ganas de vivir en paz.y no dejar pasar la bella oportunidad que nos ha tocado.
Carlitos, nada propenso a filosofar, cambia la conversación, para decirnos que su tío, que se pasa las noches sobre una higuera escudriñando estrellas y alcobas, observó que el cielo de Mercurio es siempre negro porque como no tiene atmósfera, la luz no se dispersa, y además, por la misma causa, tenemos 430º de día (que dura dos meses de los nuestros) y 180º bajo cero de noche. Pero Hugo agrega que aquí tendríamos regalos más seguidos, porque los años son de tres meses. Estoy hecha un lío, dice Susana, ¿meses de los nuestros o los de “ellos”? En fin, el maestro ordenó subirse a los monopatines para ir hasta Venus a 50 millones de kms., es decir, hasta 18 y Rio Branco, donde ubicaremos una bolita más grande que la anterior, esta vez de 17 mms. Cuando llegaron todos se rieron pensando en Susana, porque, ¿cómo le explicamos a ella que en Venus el día es más largo que el año porque tiene un período de rotación muy lento? ¿Y si todavía nos pregunta cómo organizan “ellos” sus almanques?. El maestro pone orden, sin permitir el divague de preguntas posibles, todas muy graciosas, pero estériles, y cuenta que aunque Venus es el planeta más cercano a nosotros, sólo se sabe de él desde hace muy pocos años, ya que aquél presenta una atmósfera tan densa que no nos deja ver nada y que además provoca un efecto invernadero, con temperaturas de 480 º. Venus tuvo la misma cuna que la Tierra porque ambas salieron de la misma nebulosa (conjunto de nubes de gas y polvo cósmico). Chaucito, en Venus los espero.
Nuestro excelente maestro, no se limita sólo a enseñar y estimular el razonamiento, sino que también nos hace reflexionar sobre lo que vemos y sentimos. De esta forma, nos llama la atención sobre algo que ya habíamos observado, pero sin darle la profundidad requerida: nuestro viaje es maravilloso, pero tiene un deje amargo porque nadie nos recibe ni nadie nos despide. Sin embargo nos dice, esa amargura nos viene muy bien para valorar la gran suerte que tenemos de vivir, de haber sacado la lotería de la existencia, nada más ni nada menos. Perdemos por lo tanto algunas de las esencias más emotivas que tiene todo viaje, como son las de ver, oír, preguntar, conversar, jugar con otros niños, seguramente diferentes, pero, sin embargo, volveremos a la Tierra con más ganas de vivir en paz.y no dejar pasar la bella oportunidad que nos ha tocado.
Carlitos, nada propenso a filosofar, cambia la conversación, para decirnos que su tío, que se pasa las noches sobre una higuera escudriñando estrellas y alcobas, observó que el cielo de Mercurio es siempre negro porque como no tiene atmósfera, la luz no se dispersa, y además, por la misma causa, tenemos 430º de día (que dura dos meses de los nuestros) y 180º bajo cero de noche. Pero Hugo agrega que aquí tendríamos regalos más seguidos, porque los años son de tres meses. Estoy hecha un lío, dice Susana, ¿meses de los nuestros o los de “ellos”? En fin, el maestro ordenó subirse a los monopatines para ir hasta Venus a 50 millones de kms., es decir, hasta 18 y Rio Branco, donde ubicaremos una bolita más grande que la anterior, esta vez de 17 mms. Cuando llegaron todos se rieron pensando en Susana, porque, ¿cómo le explicamos a ella que en Venus el día es más largo que el año porque tiene un período de rotación muy lento? ¿Y si todavía nos pregunta cómo organizan “ellos” sus almanques?. El maestro pone orden, sin permitir el divague de preguntas posibles, todas muy graciosas, pero estériles, y cuenta que aunque Venus es el planeta más cercano a nosotros, sólo se sabe de él desde hace muy pocos años, ya que aquél presenta una atmósfera tan densa que no nos deja ver nada y que además provoca un efecto invernadero, con temperaturas de 480 º. Venus tuvo la misma cuna que la Tierra porque ambas salieron de la misma nebulosa (conjunto de nubes de gas y polvo cósmico). Chaucito, en Venus los espero.
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