PRIMER PEDACITO DE UN ZARPE LARGO
Qué les parece si por un rato volvemos a nuestra niñez y compartimos la misma clase en la escuela. Nuestro maestro es un adorable viejo con olor a libro, de túnica blanca, zapatos viejos y un pantalón planchado con tiza. Por coquetería usa bastón, pero éste siempre apunta más a las estrellas, su gran pasión, que al centro de la Tierra. Él nos ha contado, que de todos los misterios cosmológicos, (“el universo no sólo es más raro de lo que suponemos, es más raro de lo que podemos suponer”, J.Haldane), nada sorprende más que la enorme cantidad de espacio, que se va creando, igual que el tiempo, a medida que se expande el universo. Pero como buen maestro, no se olvida de las clases prácticas, y por ello ha programado una excursión por las calles del universo. Con este fin, y como somos niños, por suerte, utilizaremos como herramientas de trabajo, pelotas, globos y bolitas, de diferentes tamaños y colores, todo en una bolsita de recuerdos cósmicos. Pero también cada uno tendrá que llevar un monopatín, y luego nos turnaremos para llevar atrás al maestro.
Nuestro viajecito va a partir de la Plaza Independencia, donde pondremos nuestro Sol, haciendo juego con Artigas, y desde allí recorreremos los ocho planetas, y si no estamos muy cansados, seguiremos un poco más.... el sistema solar tiene 100.000 años luz de diámetro, pero luego viene.... (cada punto suspensivo es un billón de siglos luz). Debemos recordar que llegaron a ver centenares de planetas cuando el sistema solar se creó 4.500 millones de años atrás (la Gran Explosión fue hace 13.600 millones), pero al cruzarse sus órbitas entre sí en esquinas sin semáforo, ocurrió lo que tenía que pasar porque en esto no hay misterio. Al Sol lo representaremos con una pelota de playa de 2 metros de diámetro y con un poco de arena donde van las manchas producidas por las diferencias térmicas (la superficie solar está a 6.000 grados, las manchas a 4.000 y el interior a l5.000.000). Margarita, cuya madre tiene un negocio de camas solares, interviene para señalar que el hecho de que el Sol sea la única estrella de nuestro sistema solar, es una curiosidad astronómica, ya que de los 283 sistemas que conoce hoy la ciencia y su mamá, la gran mayoría tienen dos soles, orbitando uno alrededor del otro. Y a subirse en los monopatines para irnos hasta Mercurio, que está muy cerquita, a 58 millones de kms, es decir, en 18 de Julio y Convención. Aquí haremos nuestro primer descanso, porque estas crónicas no llevan puntos suspensivos.
Nuestro viajecito va a partir de la Plaza Independencia, donde pondremos nuestro Sol, haciendo juego con Artigas, y desde allí recorreremos los ocho planetas, y si no estamos muy cansados, seguiremos un poco más.... el sistema solar tiene 100.000 años luz de diámetro, pero luego viene.... (cada punto suspensivo es un billón de siglos luz). Debemos recordar que llegaron a ver centenares de planetas cuando el sistema solar se creó 4.500 millones de años atrás (la Gran Explosión fue hace 13.600 millones), pero al cruzarse sus órbitas entre sí en esquinas sin semáforo, ocurrió lo que tenía que pasar porque en esto no hay misterio. Al Sol lo representaremos con una pelota de playa de 2 metros de diámetro y con un poco de arena donde van las manchas producidas por las diferencias térmicas (la superficie solar está a 6.000 grados, las manchas a 4.000 y el interior a l5.000.000). Margarita, cuya madre tiene un negocio de camas solares, interviene para señalar que el hecho de que el Sol sea la única estrella de nuestro sistema solar, es una curiosidad astronómica, ya que de los 283 sistemas que conoce hoy la ciencia y su mamá, la gran mayoría tienen dos soles, orbitando uno alrededor del otro. Y a subirse en los monopatines para irnos hasta Mercurio, que está muy cerquita, a 58 millones de kms, es decir, en 18 de Julio y Convención. Aquí haremos nuestro primer descanso, porque estas crónicas no llevan puntos suspensivos.
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