jueves

Andrea Moreira


¿Por qué me duele tanto hoy
acercarme desde las imposibles caricias
de tu nombre?
Un pasto alucinante te bañó de estrellas
allá cuándo nada se decía entre nosotros
¿Por qué me duele tanto que me insultes los labios
atardecidos y naranjas
agrietados de tu nombre?
Un resplandor vaginal te desmembra
y la frigidez asoma mínimamente
¿Por qué me duele tanto cada músculo de tu cuerpo
cuando salvajemente me monta tu espíritu?
Una cruz crepuscular e impuramente dorada
te asoma de la frente despojada de hilos
¿Por qué me duele tanto tu sexo alto y retorcido
donde cada pliegue se asemeja a mis arrugas?
Un pecho blando seco y blancamente gordo
te aprieta la sonrisa para mojarte en daños pasajeros
¿Por qué me duele tanto hoy
el mástil de tu vientre
penetrante de banderas sin renombre?
Una mueca de fe anochecida
de goce sí
me fornica en los labios
para anidarte
para bendecirte en los pozos oscuros de mi salvaje monte
de mi pez
mi virgen invertida
¿Por qué me duele tanto entonces
tener que recordarte
con cada letra de tu aliento respetable?
Si jamás morirás de mis pestañas
ni del azul profundo
ni de la luz de mi hijo renacido
¿Por qué me duele tanto entonces hoy la muerte?
¿Por qué me duele tanto hoy la mujer
nacida en esta mujer?
¿Por qué reniego de los bordes
y de las curvas que me legaste
si hoy las recorren tus amadísimos dedos?
por qué
por qué
por qué
Si mi llanto se vertiera de mi útero triste
para revertirse en tu nombre
y se despojara de fuentes
y se inventara alas al fin
para escaparse de la noche donde fornicaremos mañana
entonces
la mujer que llevo dentro de mis dos mujeres sin hombre
caería para siempre
en los brazos profundos
en la luz
de tu nombre.

2 comentarios:

diego presa dijo...

muy hermoso volver a leerla
abrazo grande

Andrea dijo...

Muchas gracias Diego para mí es una gran alegría que me escribas.Un beso
Andrea

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