algo se come las flores que he plantado
aún no sé qué pequeñas bocas se llevan el color del dia hasta su casa de sombras
deben ser los emotivos caracoles
desenterrando sus verdes lenguas abusivas de abajo de la tierra
o el saltamonte amarillo que duerme en la gerbera
sospecho genuinamente de las hormigas errantes que exhuman el amor en tiempos de diluvio
en el negro silencio abajo de mi puerta
son ellas las que corren como eléctricas manos por las blancas baldosas
no saben del color del cuarto de los niños
e ignoran soberanamente como se ha muerto el sol en la morada de los hombres
en el jardín otoñal a un paso de la noche las pasionarias han roto el silencio y sangran melodías
en cada gota de luz el lirio se ha caído despacio como un cíclope
el geranio llora como un enorme rey la muerte de sus deudos
antes cada pequeña prímula hilaba su mañana con raíces de sándalo
miles de madreselvas crecían en un húmedo concierto
todo iluminaba el pasto con redonda belleza
encantando mi alma con gestos vegetales
sin aquellos toques nauseabundos del plancton en la pureza intacta de la nada
ahora el barro vivo de la noche trabaja en la no luz
insaciable mandíbula que arranca los dedos de las rojas sem-vergonhas
la procesión de antenas ojos pies
la intransigente boca himenóptera del mundo
se ha llevado todas mis flores con un rumor candente de asesina malicia
odio esas ínfulas de primitivo horror que habita a cinco baldosas de mi puerta
vida comiendo vida en canibálica inconsciencia
echo veneno de hormigas por si acaso
mientras espero para siempre la iluminación del otoño
preciso arrancar la vida que pulsa para salvar a la civilizada flor
como si algo muriera de mí en el entierro azul de la rosera
ahora entro despacio en mi casa de incontestable cemento
después del sacrilegio insecticida mi culpa se ha borrado
nada quiero saber de aquella cosa primitiva que regurgita savia
cae levanta y grita por su luz
aún no sé qué pequeñas bocas se llevan el color del dia hasta su casa de sombras
deben ser los emotivos caracoles
desenterrando sus verdes lenguas abusivas de abajo de la tierra
o el saltamonte amarillo que duerme en la gerbera
sospecho genuinamente de las hormigas errantes que exhuman el amor en tiempos de diluvio
en el negro silencio abajo de mi puerta
son ellas las que corren como eléctricas manos por las blancas baldosas
no saben del color del cuarto de los niños
e ignoran soberanamente como se ha muerto el sol en la morada de los hombres
en el jardín otoñal a un paso de la noche las pasionarias han roto el silencio y sangran melodías
en cada gota de luz el lirio se ha caído despacio como un cíclope
el geranio llora como un enorme rey la muerte de sus deudos
antes cada pequeña prímula hilaba su mañana con raíces de sándalo
miles de madreselvas crecían en un húmedo concierto
todo iluminaba el pasto con redonda belleza
encantando mi alma con gestos vegetales
sin aquellos toques nauseabundos del plancton en la pureza intacta de la nada
ahora el barro vivo de la noche trabaja en la no luz
insaciable mandíbula que arranca los dedos de las rojas sem-vergonhas
la procesión de antenas ojos pies
la intransigente boca himenóptera del mundo
se ha llevado todas mis flores con un rumor candente de asesina malicia
odio esas ínfulas de primitivo horror que habita a cinco baldosas de mi puerta
vida comiendo vida en canibálica inconsciencia
echo veneno de hormigas por si acaso
mientras espero para siempre la iluminación del otoño
preciso arrancar la vida que pulsa para salvar a la civilizada flor
como si algo muriera de mí en el entierro azul de la rosera
ahora entro despacio en mi casa de incontestable cemento
después del sacrilegio insecticida mi culpa se ha borrado
nada quiero saber de aquella cosa primitiva que regurgita savia
cae levanta y grita por su luz
2 comentarios:
Querida Verónica me quedé fascinada con tu trabajo de las hormigas. ES MARAVILLOSO realmente. Me emocionó mucho y lo leo y releo cada vez que entro en tu sitio.No sé nada de vos, salvo que gracias a Dios te nos uniste desde la intemperie. ¿Estás trabajando allá? ¿Tenés niños? Te cuento que yo sigo con mi escribanía y tengo un niño de 7, alternándose día a día con la escritura. Esto de cubrir todo es complicado, terminás haciendo todo más o menos. Bueno espero tu respuesta. Un beso grande. Andrea
Andrea, gracias por escribirme...son tantos años de distancia, que es dificil ponerse al día para contarlo todo...pedile a Hugo mi e-mail, para poder hablarnos de forma más extendida!!! yo también quiero saber de vos..como de todos los colegas del taller.Estoy trabajando sí, como psicoanalista, ya soy brasilera, todavía sin niños. También me ha gustado mucho lo que venís escribiendo, inclusive me pareció interesante tu pasaje por la narrativa, que era algo que yo no conocía de vos(sólo había leído poemas tuyos). Pero pedile a Hugo mi e-mail, para escribirnos!!Te parece?? Un beso grande, Verónica.
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