jueves

IDEA VILARIÑO - LAS LETRAS DE TANGO (18)

 PLANTEO DEL ASUNTO (4)

 

Dramático (1)

 

Así como lo narrativo, algunas veces, contiene islas líricas o es lírico, otras, intercala uno de los elementos dramáticos por excelencia: el diálogo, como sucede en Melenita de oro:

 

Cómo se llama

mi pierrot dormido

te pregunté

y abriendo tú los ojos,

en mis brazos

sonriendo respondiste:

a mí me llaman

Melenita de Oro.

 

En las cuatro estrofas de Falló la paica se mezclan narración y diálogo; la primera estrofa cuenta, enterándonos de la situación; la segunda es el parlamento del pobre malevo; en las restantes se sigue narrando pero incluyendo un breve parlamento al final de cada una:

 

Era un malevo poeta

más desgraciao que la yeta

que tenía un metejón

por una piba coqueta

que la iba de discreta

pa dar soga a su ilusión.

Cuántas veces dulcemente

sus mirones inocentes

de puro grupo bajó

mientras él muy insistente

le fajaba contundente

su chamuyo rococó:

 

Araca, mi paica, vivo

sólo por ver su hermosura

y batirle mil linduras

al pabellón auditivo.

Mire que creyendo estoy

que en los líos del querer

usted tiene más pescante

que volanta de alquiler.

 

Ella, como si llorara,

le pidió que la escuchara

pa que no fuera a entender

nada que lo disgustara

porque había sido clara

su forma de proceder.

Ahí, creyendo dar chanta,

cortó el pasmo a la percanta

pa decirle: sabe usted

que mi metida fue tanta

que pa mí fue usté una santa

a la que nunca falté.

 

Y apenas él apagaba

de su chamuyo los ecos,

ella mostrando los flecos

de su carpeta cantaba:

Araca, malevo, piante

que, si no, de fijo cobra;

Usté nunca falta, sobra,

por eso lo pianto yo.

 

Pero en otros casos los versos están comunicando una situación y una acción en términos estrictamente dramáticos. Anoche a las dos es uno de los ejemplos más cabales: habla el hombre a su mujer reprochándole su conducta y enterándonos de la situación; llega la policía; la mujer se dirige al oficial mintiendo para encubrir a su marido; el hombre contesta dirigiéndose a ella y al oficial alternativamente, todo lo cual obliga a Gardel a un cambio de voces y actitudes que nadie pudo repetir. La anécdota, pues, lo que sabemos de los personajes, la hora, el lugar, todo es proporcionado exclusivamente por los parlamentos de los actores del drama. Incluso hay un pequeño recitado también en forma de diálogo:

 

-La policía, la policía.

-A ver, ¿quién ha disparado el arma?

-Ese señor que está ahí.

-Pero, señora, por favor, diga

quién la ha herido a usted.

-Le voy a decir, señor oficial:

 

Pero aparte de la forma, el diálogo, son dramáticos la situación, las dos versiones de la acción recién realizada, el conflicto entre los personajes, hasta la amenaza que queda en el aire.

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