1ª edición:
elMontevideano Laboratorio de Artes / 2020
IVONNE PARODI nació
en Montevideo, y conjuga el pensamiento abstracto con su vocación artística.
En 2008 obtuvo una mención especial en el certamen
“Juan Zorrilla de San Martín” por su poema “TANKAS MARINAS”.
En 2009 y 2011, respectivamente, publicó
“POESÍA VA, CUENTO VIENE” y “LETRA + LETRA PALABRA PERFECTA” (Ediciones
A.U.L.I., Montevideo)
A partir de 2018 viene elaborando un extenso
poemario titulado “CORAZÓN CON RIENDAS”, del que se desprendió en forma
unitaria “YUPANA DE SENTIRES / 40 TANKAS”.
PRIMERA ENTREGA
EL PEREGRINAR POÉTICO DE IVONNE PARODI: LA SAGRADA MISIÓN
DE DEPURAR
Hugo Giovanetti Viola
Paralelamente a la construcción de un extenso poemario
inconcluso titulado Corazón con riendas (del que se han dado a conocer
algunos textos en las redes) la poeta uruguaya Ivonne Parodi ha redondeado, en
los últimos meses, una colección de cuarenta tankas, Yupana de sentires,
que ofrece una madurez lírica inusual.
La poesía de Parodi rezuma una reposada vocación de
depurar la vida sin pretensiones exitistas ni efectistas, que nos remiten (sin
acusar influencias específicas) al devoto hermetismo cultivado por esa especie
de genial esfinge todavía ignorada en nuestro desierto tontovideano que fue
Susana Soca.
Y no puede asombrarnos que en el auge del minimalismo del
nuevo milenio la autora de Yupana de sentires se haya religado con la
exquisita concisión del formato de la tanka, esa floración de la poesía
medieval japonesa creada por Masaoka Shiki, cuya apenas asimétrica estructura
de cinco versos colofona contundentemente al brevísimo haiku.
El poemario se divide en dos secciones, dedicándose los
últimos quince textos a un viaje por Egipto que no alteran en absoluto su
espesura homogénea, porque toda la obra de Ivonne Parodi constituye una sola summa
exploratoria del paisaje humano universal, más acá o más allá de puntuales
referencias geográficas que operan como variantes enriquecedoras no
descriptivas sino alusorias al entroncamiento con otro ramal histórico del
arquetipo que vertebra cualquier empresa estética profunda: el viaje al fin
del sí mismo donde nuestras facciones personales iluminan con una tonalidad
incanjeable lo que podría llamarse el resplandor del rostro único del misterio.
Hagamos la prueba, por ejemplo, de conectar el primer
texto de Yupana de sentires con la última “tanka egipcia” fechada en
Guiza en marzo de 2020.
AROMA
DE PAZ
Pulida flor
dócil filo brotando
y seco aroma
dilata la finura
de mi cercada paz.
ESCARABAJO
DIVINIZADO
Arrastro el sol
que crea mi universo
con la coraza
del crudo escarabajo:
una vida sagrada.
Fue el gran Lezama Lima quien señaló que la
correspondencia entre las “capas estéticas” afines no se produce de acuerdo a
una linealidad temporal sino a una interpenetración diacrónica a veces muy
difícil de detectar.
En este caso, es muy claro que la conexión que existe
entre la lírica medieval japonesa y el discurso “transmoderno” de Ivonne Parodi
responde a una sagrada vocación de depurar miniaturescamente la orfebrería de
lo inefable.
UNO (1)
AROMA DE PAZ
Pulida
flor
dócil
filo brotando
y
seco aroma
dilata
la finura
de
mi cercada paz.
BRUMA SOÑADA
Tarde
escapada
con
el albor se aterra
en
la brumosa
y
sofocada luna
que
acompaña mi sueño.
ARCANO ARCO
Lluvia
quebrada
y
un fulminante arco
que
colorea
la
esencia altisonante
del
arcano horizonte.
AGUIJÓN DE AROMAS
Jardín
de hierro
y
abejas que acorralan
con
ocre aroma
cortejando
el terruño
de
mi aguijón cercado.
HURACÁN DEL CORAZÓN
Prado
de espinas
emerge
como fusta
huracanada
en
un pétalo sabio
del
corazón curtido.
BUQUE SALINO
Fugado
ocaso:
pérdida
discordante
del
albo buque
que
brota en azulado
y
salino apotegma.
LUNA ORGÁNICA
Mi
ósea ceguera
atropella
tu balsa.
Confunde
el foco
que
acaricia la vida
de
mi orgánica lucha.
OJOS EN LAS OLAS
Rizado
río
que
espeja el pedrusco
de
mi éxtasis
con
ojos espumosos
y
sonrisa de oleaje.
LÁGRIMAS AZULES
Salmodia
fresca
flotando
en mis lágrimas.
El
sol perfuma
las
azules y crueles
venas
de mi existencia.
VÁSTAGO ALIADO
Mirada
lúcida
que
hipnotiza mi carne:
la
greda crece
aliada
con el vástago
de
la iluminación.
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