lunes

CÁNTICO ESPIRITUAL (90) - SAN JUAN DE LA CRUZ


CANCIÓN 35

ESPOSA

Gocémonos, Amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte o al collado,
do mana el agua pura,
entremos más adentro en la espesura.

DECLARACIÓN (2)

4 / Esto es, a la noticia matutinal que llaman los teólogos, que es conocimiento en el Verbo divino, que aquí entiende por el “monte” -porque el Verbo es altísima sabiduría esencial de Dios-; o vámonos a la noticia vespertina, que es sabiduría de Dios en sus criaturas y obras y admirables ordenaciones, la cual aquí es significado por el “collado”, el cual es más bajo que el monte. Es decir, pues, el alma: “Vámonos a ver en tu hermosura al monte”, es decir: “aseméjame e infórmame en la hermosura de la sabiduría divina, que (como decimos) es el Hijo de Dios; y en decir: “o” -vámonos- “al collado”, es pedir también la informe de su sabiduría y misterios en sus criaturas y obras, que también es hermosura en que se desea el alma ver ilustrada. No puede verse en la hermosura de Dios el alma y parecerse a Él en ella si no es no es transformándose en la sabiduría de Dios, en que lo de arriba se ve y se posee. Por eso desea ir “al monte o al collado”,

do mana el agua pura.

5 / Quiere decir: donde se da la noticia y sabiduría de Dios -que aquí llama “agua pura”- al entendimiento, limpia y desnuda de accidentes y fantasías, y clara sin tiniebla de ignorancias.

Este apetito tiene siempre el alma de entender clara y puramente las verdades divinas; y cuanto más ama, más adentro en ellas apetece entrar. Y por eso pide lo tercero, diciendo:

entremos más adentro en la espesura.

6 / En la espesura de tus maravillosas obras y profundos juicios, cuya multitud es tanta y de tantas diferencias, que se puede llamar “espesura”, porque en ellos hay sabiduría abundante y tan llena de misterios, que no sólo la podemos llamar espesa, mas aun cuajada, según lo dice David diciendo: “Mons Dei, mons pinguis, “mons coagulatus, mons pinguis”; que quiere decir: “El monte de Dios es monte grueso y monte cuajado” (Ps. 67,16). Y esta espesura de sabiduría y ciencia de Dios es tan profunda e inmensa, que, aunque más el alma sepa de ella, siempre puede entrar más adentro, por cuanto es inmensa y sus riquezas incomprehensibles, según exclama San Pablo, diciendo: “¡Oh alteza de riquezas de sabiduría y ciencia de Dios, cuán incomprehensinles son sus juicios e incomprehensibles sus vías!” (Rom. 11,33).

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+