La teoría de la evolución, del
científico británico Charles Darwin, es una de las piedras angulares de la
ciencia moderna.
La idea de que las
especies cambian gradualmente con el tiempo a través de un mecanismo llamado selección natural revolucionó
nuestra comprensión del mundo viviente.
En su libro de
1859, "Sobre el origen de las especies", Darwin definió
la evolución como un "descenso con modificaciones", demostrando cómo
las diferentes especies emergen de un ancestro compartido.
Alrededor de mil
años antes de que lo hiciera Darwin, un filósofo musulmán que vivía en Irak,
conocido como al-Jahiz, escribía un libro sobre
cómo los animales cambian a través de un proceso que él llamó "selección
natural". Su nombre real era Abu Usman Amr Bahr Alkanani al-Basri, pero la
historia lo recuerda por su apodo, al-Jahiz, que significa alguien con ojos
saltones.
No es la forma más
amable de llamar a alguien, pero la fama de al-Jahiz vive en su libro
seminal, "Kitab al-Hayawan" (El libro de los animales).
Nació en el año 77 dC en la ciudad de
Basora, sur de Irak, en una época en que el movimiento Mutazilah -una escuela
de pensamiento teológico que abogaba por el ejercicio de la razón humana-
estaba ganando terreno en la región.
Fue durante la cima del poderío abasí. Las obras académicas se
tradujeron del griego al árabe y en Basora se llevaron a cabo importantes
debates sobre religión, ciencia y filosofía que dieron forma a la mente de
al-Jahiz y lo ayudaron a formular sus ideas.
El papel fue
introducido en Irak por los comerciantes chinos, lo que impulsó la difusión de
ideas, y el joven al-Jahiz comenzó a escribir sobre una
variedad de temas. Sus intereses cubrieron muchas áreas
académicas, incluyendo ciencia, geografía, filosofía, gramática árabe y
literatura.
Se cree que produjo 200 libros durante su vida, pero solo un
tercio de ellos sobrevivió hasta nuestros días.
"El libro de
los animales"
Su obra más famosa, "El libro de
los animales", está diseñada como una enciclopedia que presenta 350
animales. Allí al-Jahiz postula ideas que se parecen mucho a la teoría de la
evolución de Darwin. "Los animales se involucran en una lucha por la
existencia y los recursos, para evitar ser comidos y reproducirse",
escribe al-Jahiz.
"Los factores
ambientales influyen en los organismos haciendo que desarrollen nuevas características para asegurar la supervivencia,
transformándolos así en nuevas especies".
Continúa diciendo:
"Los animales que sobreviven para reproducirse pueden transmitir sus características exitosas a
sus descendientes". Estaba claro para al-Jahiz que el mundo viviente
estaba en una lucha constante por sobrevivir, y una especie siempre era más
fuerte que otra. Para sobrevivir, los animales tenían que tener características
competitivas para encontrar alimento, evitar convertirse en el alimento de otra
persona y reproducirse. Esto los obligó a cambiar de generación en generación.
Las ideas de al-Jahiz influyeron a otros
pensadores musulmanes posteriores. Su trabajo fue leído por hombres como
al-Farabi, al-Arabi, al-Biruni e Ibn Khaldun. El "padre espiritual"
de Pakistán, Muhammad Iqbal, también ampliamente conocido como Allama
Iqbal, observó la importancia de al-Jahiz en su colección
de conferencias, publicadas en 1930. Allí resaltó que "fue al-Jahiz quien
señaló los cambios que se producen en la vida de los animales debido a la
migración y los cambios en el medio ambiente".
"Teoría
mahometana"
La contribución del mundo musulmán a
la idea de la evolución no era un secreto para el intelectual europeo del siglo
XIX. De hecho, un contemporáneo de Darwin, el científico William Draper,
hablaba de la "teoría de la evolución mahometana" en 1878.
Sin embargo, no hay evidencia de que Darwin estuviera familiarizado con el
trabajo de al-Jahiz, o de que entendiera árabe.
El naturalista
británico merece legítimamente su reputación como
un científico que pasó años viajando y observando el mundo natural, y que fundó
su teoría con detalles y claridad sin precedentes, transformando la forma en
que pensamos sobre el mundo. Pero el periodista científico Ehsan Masood, quien
ha realizado una serie documental radial para la BBC llamada "Islam and
Science" (El Islam y la Ciencia), dice que es importante recordar a otros
que han contribuido a la historia del pensamiento evolutivo.
Creacionismo
También resalta que el creacionismo
no pareció existir como un movimiento significativo durante el siglo IX en
Irak, cuando Bagdad y Basora fueron los principales centros de aprendizaje
avanzado en la civilización islámica.
"Los científicos no pasaron horas examinando pasajes de
Revelación para ver si se comparaban con el conocimiento
observado del mundo natural", escribió Masood en un artículo sobre
al-Jahiz en el periódico británico The Guardian.
"En lugar de eso, salieron y
trataron de descubrir cosas por sí mismos".
Al final, fue la búsqueda de
conocimiento lo que provocó la muerte de al-Jahiz. Se dice que a la edad de 92
años, cuando intentaba alcanzar un libro de una estantería pesada, este se
derrumbó encima de él, matándolo.
(Redacción BBC News Mundo / 10-3-2019)
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