por Maribel Bofill
La figura de los trovadores es suficientemente conocida, pero las trobairitz han caído en el olvido de la
historia. Estas trovadoras escribieron poesías de alta calidad, en las que
dejan entrever una personalidad literaria marcada y diferenciada de las de los
poetas hombres.
A pesar de su obra, han sido despreciadas hasta fechas recientes por los
historiadores y estudiosos, que las han considerado poetas menores, cortesanas
o, lo que es peor, promiscuas. Otros han negado su existencia, aduciendo que su
obra fue escrita por hombres con nombre de pluma femenino.
Un oficio reservado solo para hombres
Un oficio reservado solo para hombres
En la Edad Media, las mujeres tenían grandes barreras para acceder a
la cultura, y las que tuvieron el privilegio de poder
hacerlo, solo podían expresarse utilizando como pseudónimo del nombre
de su marido.
El trovador cantaba al amor de una mujer inalcanzable. Pero en la época
también había mujeres que deseaban cantar al amor. Lo triste es que, mientras
que se conocen más de cuatrocientos nombres de trovadores, cantantes y poetas, se conocen pocos
nombres de mujeres que desempeñaran estas profesiones. Apenas unos veinte han
podido escapar del olvido de la historia.
Estas grandes poetisas fueron conocidas como trobairitz.
El concepto “trobairitz” se utilizó por primera vez en siglo XIII, y su
significado era “componer”.
Hasta ese momento, las pocas mujeres compositoras solo escribían música
sacra, siendo las trobairitz las primeras compositoras de música secular
occidental.
Estas trovadoras pertenecían al mismo estatus familiar y social que sus
colegas masculinos. Su obra solo se representaba en el ámbito privado, y su
temática rompía con la tradición poética del trovador. En este caso, las
mujeres reclaman al amado su afecto. Algo muy atrevido y arriesgado en la
época.
Las trobairitz cantan al ideal masculino
Estas nobles mujeres, a través de sus versos, hablan de la felicidad, la desazón, el deseo, la ansiedad;
sentimientos provocados por un amor ferviente.
En estos versos las trovadoras buscaban perfección y belleza,
describiendo los ideales que esperaban encontrar en un hombre para amarlo.
Este amor era dirigido a caballeros, trovadores y, también, a otras
mujeres. Nunca a sus esposos.
La lengua utilizada en sus poemas era la de oc, o lengua occitana,
lengua romance hablada en Francia, Italia y España.
Las trobairitz fueron muy respetadas, algo admirable teniendo en cuenta
que el liderazgo femenino tenía poco
espacio en la sociedad de la época.
Las protagonistas
El gran valor de las trobairitz es, sin lugar a dudas, un valioso
tesoro de nuestra literatura. El rey Alfonso X El Sabio admiraba a
las trobairitz, y en su corte ocupaban un lugar de privilegio.
De entre todas ellas sobresale María la Balteira, musa e
inspiración de muchos trovadores de la corte del rey.
Otros nombres destacados fueron Beatriz de Día, esposa de
Guilhen de Petieu;Alamanda de Castelnau; Maria de
Ventardorn, que plasma el deseo de igualdad entre hombres y mujeres en las
relaciones amorosas; María de Francia; Clara d’Anduza o Azalais
de Porcairages.
María de Francia ha pasado a la historia por sus Lais, doce narraciones
breves escritas en verso que se consideran claves de la tradición bretona.
Tratan temas amorosos en un contexto de magia y fantasía. Además, en
ellas la mujer aparece como un ser dotada de igual libertad que el sexo
opuesto, y son las que dan el primer paso para que una relación cobre esencia.
También incluyó en los escritos la denuncia abierta contra los matrimonios
concertados.
Bieris de Romans (s. XIII), dirigió sus versos a otra mujer, lo cual ha
provocado especulaciones sobre su posible homosexualidad.
En el ámbito de las clases bajas también había poetisas compositoras. Se
llamaban joblaresses, (juglaresas, contaderas, danzadoras; cuya misión era
divertir en espectáculos con la música y el canto, a menudo con sus maridos).
No es hasta bien entrado el siglo XX, cuando se realizan análisis en
profundidad de las trobairitz, dejando de lado la óptica misógina precedente.
Estos estudios presentan a las trobairitz como mujeres que, por el hecho de
pertenecer a un rango social alto, tuvieron acceso a la cultura.
Desde su inteligencia y sensibilidad, compusieron poemas siguiendo los
parámetros en auge del momento, pero lo hicieron desde su propia visión de la vida.
Tal vez fueran pocas, pero su papel fue muy importante. Estas mujeres
trataron de hacerse oír en un mundo en el que debían estar calladas.
Referencias:
·
Adkins Chiti, P., (2006). El futuro de la Música. Mujeres en la
Música. Inglaterra, Reino Unido. Alianza Editorial.
·
Micrologus2. (2009, may 15). Beatriz de Dia: A chantar m’er de
so q”ieu no voldria. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=5Zah4VWPiNE&feature=youtu.be
(Cinco Noticias / 17-9-2018)
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