MAÑA CONTRA ALIMAÑA
Hombre flojo pal bicherío
menudo, aura que dice Bonificación Espejo, el chueco, que le decían “Arcoiris”.
Pa ser más chueco que
Bonificación había que estudiar. Dentraba al rancho de costáu.
Pero una disgracia pal
bicherío. Ande escuchaba volar una moscca entre el rancho, le atacaba como un
chucho y no podía cebar mate. De mañanita, antes de prieparar el amargo, salía
pa fuera, apuntaba con la bombilla pal lau del sol y la bombiaba por dentro, no
fuera cosa que en la noche se le hubiera ganáu algún inseto. Con el pico e la
caldera, similar.
Antes de calzarse las
alpargatas, las tiraba pa fuera y les pasaba por arriba con un charré que tenía.
Si de noche oía cantar las ranas, se tupía las orejas con tabaco y se envolvía
la cabeza con un poncho.
-Qué milagro, don
Arcoiris -le decían- no tiene algo plantadito cerca e las casas, un suponer.
-Pa plantar hay que
carpir, y ande carpe halla la lumbriz.
Dende una vez que se mató
un mosquito que se le había posáu en la punta e la nariz, fue que le empezaron
a decir “El Ñato”.
Una güelta, taban en el
boliche El Resorte el tape Olmedo, Cordelino Birome, la Duvija, Mirtilino
Roseto y el pardo Santiago, tomando gaseosa, cuando va y cae Bonificación,
nervioso, y dijo que tenía el rancho con grillo. Martilino le prieguntó:
-¿Mucho grillo?
-Pa mí que uno, pero
nunca se sabe.
-¿Macho o hembra el
grillo?
-Si le digo le miento,
don Mirtilino.
-Si es hembra -dijo
Mirtilino- lo saca e las casas afilando un serrucho cerca e la puerta. Porque
grillo no se mata.
-¿Y si es macho?
-Afilando una sierra.
Lo sacó con serrucho.
Tenía el rancho que era
un lujo aquel crestiano. ¿Araña? Ni pa rimedio.
Tenía todo cercado con
ajo; pa la víbora. Una preciosidá e campito el de Bonificación. Hormiga no le
hallaba.
Una tardecita, dende el
boliche, lo vieron venir de a caballo, meta revoliar el poncho, grito y
chiflido y corridas de un lau pal otro. Cuando diba pasando cerca del boliche,
Mirtilino comentó que nunca tenía visto paisano tropiando sin nada por delante,
y le pegó el grito a Bonificación:
-¿Se está practicando pa
tropero, o anda mamáu el hombre?
-Voy arriando nomás
-rispondió Bonificación entre dos chiflidos.
-Desculpe la curiosidá
-insistió Mirtilino-, ¿pero… arrero de…?
-¡Bicho colorau!
Al otro día, el comesario
lo citó a declarar.
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