Instrucciones para hacer dulce de nada
Girar suavemente la cabeza,
en lo posible hacia la
izquierda y
mirar el pasto mojado.
Entonces sonreír
imperceptiblemente,
casi por dentro, mientras
recordamos
la primera vez que jugamos
a la rueda rueda y gritamos de
alegría.
Acto seguido respiramos
pausadamente
mientras caminamos sin rumbo
y si nos cruzamos con un bebé
soltamos una lágrima de cada
ojo y
le hacemos “adiós” con la
mano.
Sin detenernos comenzamos a
tararear
nuestra canción preferida solo
para nosotros.
Importante: omitir
deliberadamente la letra.
Habiéndola cantado unas diez
veces en loop,
podemos detenernos y pensar
concienzudamente
que después de todo, somos
afortunados.
Desoyó
Quiero una muerte blanda y
para siempre
extenderme infinitamente sobre
sábanas blancas.
Dejar el tiempo atrás -perder
el tiempo
- hundirme o flotar, no tener
forma.
Quiero ser una nube perfumada
que me sientas y no puedas alcanzarme
y no pueda, y no podamos, y ya
no importe.
Quiero dejar de ser, quiero
morirme
enlentecerme vertiginosamente
hasta extinguirme.
Inútil
Es inútil esperar y
desesperar
inútil los conflictos, fictos
hacer o deshacer.
No tiene caso pensar o dispensar amor
Tampoco guardarlo.
No tiene caso ir ni
volver
amar ni amarrar,
esclarecer
ni arrancar rencor.
Nada parece prosperar.
Todo parece morir y
renacer.
Lo que cabe en un pie
Por ir con pie
de plomo,
con pies de
pluma, ninguna.
Por seguir al
pie de la letra, recetas
se confunde el
alma.
Por estar
siempre en pie de lucha
se escucha
excesivamente aquel cassette
(ya no existen
los cassettes
pero igual me
diste pie
para pasar la
cinta).
Por escudriñarte
de pies a cabeza
por creerte a
pies juntillas
por andar con
los pies hinchados
(como cualquier
Edipo del S. XXI).
Por no hacer pie
en esta vida
por no creer en
mis pasos
todos los
traspiés posibles
se producen en
un instante
¡Esto no tiene
ni pies ni cabeza,
se me entreveran
las palabras!
pero igual voy a
la nota al pie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario