domingo

LOS VALORES DE JOSÉ ARTIGAS (5) - PEDRO GAUDIANO


FICHA Nº 1

La genealogía es el estudio y seguimiento de la ascendencia y descendencia de una persona o familia. También se llama así el documento que registra dicho estudio, generalmente expresado como árbol genealógico.

Luis Enrique Azarola Gil fue el fundador de la genealogía científica en el Uruguay. “Científica” significa que fue realizada sobre las bases de las partidas de nacimiento, matrimonio y defunción. En 1926 este autor fundamentó su novedosa tesis, basada en el concepto de que “la genealogía constituye un aporte considerable que revela su precio al estudiarse la actuación de las estirpes dentro de un proceso social”. Dicho autor llegó a documentar que la abuela paterna de Artigas, Ignacia Javiera Carrasco, descendía por vía materna de una auténtica princesa inca, Beatriz Tupac Yupanki, hija del inca Tupac Yupanki (1). El hecho ha sido confirmado plenamente por los estudios de Efraín Quesada, quien, además, demostró que la rama española de la ascendencia del Prócer pasa por los Melo Cuitiño y Alfonso III Rey de Portugal y llega nada menos que hasta el Cid Campeador.

Ariosto Fernández caracterizó a Artigas como “general español indio”, porque esa denominación “tiene un sentido épico, y en sus íntimas, inmanentes esencias, ella nos revela fisonomía espiritual del Héroe. Esas dos palabras se conciertan en un todo armónico, traducen un apretado haz de valores anímicos, cuanto puede decirse para definir la personalidad moral del patricio. (…) Del indio que él supo comprender y amó, recogió aquella su indómita sed de libertad, y como español traía en sus venas la altanera reciedumbre y los preclaros ideales de su estirpe aragonesa”. En Artigas, pues, confluyen las más ilustres tradiciones del Viejo y del Nuevo Mundo.

Todos sabemos que a los abuelos les gusta contar historias a sus nietos (2). Y sabemos que los abuelos fácilmente olvidan las cosas recientes, pero difícilmente olvidan los recuerdos de su infancia o juventud. Es más, quizá más de un lector recuerde que, cuando le hacía a uno de sus abuelos alguna pregunta referida a sus tiempos de juventud, esa pregunta era casi como apretar el play de una grabación: el anciano o la anciana respondía repitiendo siempre los mismos relatos, con los mismos tonos de voz, dando siempre los mismos detalles y en el mismo orden… Y de oírle tantas veces a lo largo del tiempo, uno ya se sabía de memoria lo que el abuelo respondería cuando se le hacía determinada pregunta. Si la memoria reciente del anciano a veces no es buena, por lo general la memoria remota sí lo es.

Ahora bien, la abuela Ignacia falleció en Montevideo el 14 de enero de 1773, cuando José tenía ocho años y medio. Como depositaria de las antiguas tradiciones familiares, ella seguramente sabía que era descendiente de una princesa india. ¿Y qué abuela, sabiendo una cosa así, no se lo contaría a sus nietos? Estas reflexiones permiten deducir que Artigas habría sabido, desde niño, que por sus venas corrían, aunque en forma diluida, algunas gotas de sangre india. Se puede afirmar, pues, que el indio estuvo presente en la primera formación que recibió Artigas de su entorno familiar.

Quizá haya que tener en cuenta estos antecedentes a la hora de explicar el hecho de que en la vida de Artigas existía una diferencia fundamental con los otros líderes y caudillos de la época. Esa diferencia consiste en su trato con aquellos considerados como seres inferiores, excluidos de la sociedad, especialmente los indios y los negros (3).

Como es sabido, el célebre Reglamento promulgado por Artigas el 10 de setiembre de 1815, en el artículo sexto establece que “los más infelices serán los más privilegiados” y que debía realizarse el reparto de tierras a “los negros libres, los zambos de esta clase, los indios, y los criollos pobres (…) si con su trabajo y hombría de bien, propenden a su felicidad y la de la Provincia”. Y en el artículo séptimo agrega: “Serán igualmente agraciadas las viudas pobres si tuvieren hijos. Serán igualmente preferidos los casados a los americanos solteros, y estos a cualquier extranjero”.

Aquellas ideas revolucionarias, de enorme trascendencia, se fundamentaban sobre el principio ético de que las injusticias sociales deben ser reparadas. Pero también se fundamentaban sobre la caridad cristiana que se preocupa ante todo de los más débiles y necesitados. Eso fue lo que Artigas aprendió desde niño en su familia y también en el colegio de los Padres Franciscanos (4). Por lo tanto, se puede afirmar que Artigas realizó una opción evangélica y preferencial por los pobres, y que mantuvo esa opción hasta el final de su vida (5).


Notas

(1) Ver Apéndice Nº 1 del libro “Artigas católico”.
(2) Ver Ficha Nº 24.
(3) Ver Ficha Nº 20 y 21.
(4) Ver Fichas Nº 5 y 6
(5) Ver Fichas Nº 26 y 27.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+