Reflexiones sobre la ecología, el medio ambiente, las multinacionales,la contaminación, los países desarrollados, los países dependientes, los organismos internacionales y el destino de los dinosaurios.
ALERTA URUGUAY
En los últimos años, nucleados en la Asamblea Nacional Permanente en defensa de la Tierra, el Agua y la Vida, distintos colectivos organizados con independencia de partidos políticos, ONGs y del Estado, vienen denunciando el modelo productivo que está siendo aplicado. Entre otras cosas rechazan el avance de la contaminación de nuestras fuentes hídricas, como por ejemplo del río Santa Lucía, que estaría registrando “altas concentraciones de sustancias que degradan la calidad del agua.”
Puntualiza la organización que “La contaminación no solo se aprecia en el agua que tomamos, antes pura y saludable, sino también en las napas freáticas que afecta la vida animal y los cultivos de alimentos. Hoy la presencia de cianobacterias, la eutrofización de las aguas, dado que los niveles de fosforo son 10 veces mayores a los admitidos internacionalmente; componentes de atrazina y derivados del glifosato; tienen consecuencias para la salud impredecibles a mediano y largo plazo”.
Las aguas están contaminadas a causa de los desechos industriales pero también de los agrotóxicos utilizados en los cultivos transgénicos, desde las plantas de celulosa y por la forestación. Dice la Asamblea: “Estas son algunas de las consecuencias de un modelo productivo que se quiere vender como de desarrollo pero que no lo es. Con hechos sobre la mesa, este modelo, no deja como promete, ni trabajo, ni riqueza en las comunidades ni mejores condiciones de vida, si no por el contrario, se lleva nuestros bienes naturales, dejándonos contaminación y devastación para hoy y las generaciones venideras, entregando en el proceso nuestra soberanía.”
Y agrega: “En este modelo, extractivista y de despojo, de economía sujeta a los designios del gran capital, nuestro territorio registra un acelerado proceso de contaminación y destrucción de sus bienes naturales. Bienes que no son infinitos, ni inagotables. Se determinan zonas de sacrificio, como Cerro Chato- Valentines, a favor de la Megaminería; el Oeste de Montevideo para la regasificadora; la costa Atlántica para una red de puertos; el norte del país para el Fracking; y Suarez para una minera a cielo abierto, sobre la vieja cantera de AFE. Partes de nuestro territorio sacrificados al capital. Al canto de sirena de las Multinacionales y el estado, al discurso del progreso.”
“QUE TE QUIERO VERDE”
“Verde que te quiero verde…”. Los versos del poeta español Federico García Lorca pueden llegar a perder vigencia, no porque caduque su ritmo y belleza literaria, sino porque el entorno natural que los inspiró puede llegar a transformarse en un apenado recuerdo, desconocido para las generaciones venideras. Pese a que la ley forestal restringe la tala de montes nativos, estos están siendo devastados, como por ejemplo los del norte del río Santa Lucía, adonde fueron segados coronillas, talas y espinillos, entre otras especies. El grupo ambientalista Guazuvirá ha recordado que “Nuestro monte nativo tiene un enorme valor social, ambiental y económico ya que abastece a las fuentes subterráneas de agua, que a la vez aseguran el flujo continuo de los cursos de agua de los que depende tanto la población como la producción agropecuaria. Conserva las márgenes de los ríos y arroyos: constituye uno de los hábitats fundamentales para numerosas especies de la fauna nativa.”
Pero la destrucción del hábitat y la caza indiscriminada están extinguiendo numerosas especies, entre ellas el Guazubirá, el Oso hormiguero chico, el Araguazú, el Cisne de cuello negro y el Ñandú. A esto hay que sumarle que con los cambios productivos, como por ejemplo la forestación, han cobrado relieve otras especies como ser zorros, palomas, jabalíes y víboras ponzoñosas.
Los jabalíes en particular han hecho estragos. Atacan corderos, ovejas y terneros y arrasan con las cosechas y hasta con las reservas envasadas en los alrededores de los establecimientos. Entre los árboles han encontrado un hábitat ideal para reproducirse, por lo que la población crece en forma incontenible.
La conciencia social sobre los daños ecológicos que está sufriendo nuestro país, ha comenzado a emerger. En Canelones por ejemplo, los vecinos de La Armonía, Cuchilla de Rocha, La Rosada, Sauce, Toledo, Suárez, etc. crearon una comisión en defensa del agua y en contra de la soja transgénica. En uno de sus documentos han subrayado que están decididos a enfrentar la “invasión sojera”. “Decimos literalmente invasión porque en estos últimos años en nuestro territorio canario, tan poblado y tan lleno de chacras, son miles las hectáreas de soja que se han plantado poniendo en riesgo de desaparición sus recursos naturales (tierra, agua, biodiversidad), sus bellezas naturales (playas y costa) y lo que es más grave, la salud humana y el “Buen Vivir” de todos.”
“Decir Soja Transgénica es decir asfixia de la mejor historia granjera del departamento por cuenta del AGRONEGOCIO; es la destrucción de la diversidad productiva, la contaminación de todos los cursos hídricos, la depredación del medio ambiente y por sobre todas las cosas, significa enormes e irreparables daños humanos”, concluye lapidariamente la mencionada comisión.
También en Canelones ha habido protestas por las fumigaciones que aplica un productor del lugar sobre sus hectáreas sembradas de soja aledañas a las casas de los vecinos, con el resultado de varias personas contaminadas. A su protesta se ha sumado más recientemente la de los apicultores de Piedra del Toro, afectados por la devolución de contenedores de miel exportados a Alemania debido a altos niveles de contaminación. Ante un equívoco comunicado de una dependencia del Ministerio de Ganadería y Agricultura, que los responsabiliza de la situación, respondieron que el citado organismo viene fomentando ”la utilización de las prácticas de grandes extensiones de monocultivos con tecnologías que aplican peligrosos tóxicos biocidas” , con el resultado de que “casi todas nuestras aguas estén contaminadas […].”
Por su parte la Asamblea por el Agua del Río Santa Lucía denunció la utilización de glifosato en las cercanías del afluente, agro tóxico considerado por la Organización Mundial de la Salud como cancerígeno. El crecimiento del número de pacientes afectados por cánceres y alergias y otras enfermedades también preocupó a los vecinos de Mercedes (Soriano) que denunciaron la situación a las autoridades. Y no es para menos si nos atenemos a lo que sostiene la denominada Red de Médicos de Pueblos Fumigados, dedicada esencialmente al relevamiento de enfermedades en las áreas sojeras. La organización constató en ellas un aumento de malformaciones congénitas, alergias, trastornos coronarios y respiratorios y sobre todo enfermedades asentadas en la sexualidad de los más pequeños, como ser cáncer de testículos, de ovarios y úteros; hipospadias, baja de los niveles de testoterona, baja de calidad espermática en el caso de los niños y endometriosis, abortos espontáneos y anencefalias en el sexo femenino, entre otras dolencias.
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