5 / LA LECCIÓN DEL PODER (6)
EKR (4)
Una persona agradecida es una persona poderosa, porque la gratitud genera poder. La abundancia se basa en el agradecimiento por las cosas que tenemos.
El verdadero poder, la felicidad y el bienestar se encuentran en el hermoso arte de la gratitud. Debemos estar agradecidos por lo que tenemos y porque las cosas son como son. Debemos sentirnos agradecidos por ser quienes somos, por las cosas que hemos traído a este al nacer y por ser únicos. En un millón de años no habrá nadie como nosotros. Nadie puede ver el mundo y reaccionar ante él como lo hacemos individualmente. Por otro lado, si no sabemos apreciar las cosas y las personas que tenemos ahora, ¿cómo podremos apreciar otras cosas, personas y poder cuando lleguen a nuestra vida? No podremos hacerlo, porque no habremos ejercitado el “músculo de la gratitud” ni habremos aprendido o practicado esa virtud. En lugar de eso, pensaremos que esa segunda pareja, ese segundo millón de dólares o esa casa más grande no son suficientes y que necesitamos más. Esa sería nuestra vida: continuamente querríamos más cosas o desearíamos que la realidad fuera distinta; jugaríamos al juego del “más” y no nos sentiríamos agradecidos por todo lo que tenemos.
Debemos centrarnos en nuestro propio camino, el camino que nos lleva a cosas mejores y más importantes que el dinero o la riqueza material. Debemos cambiar el juego del “más” por el del “suficiente”. Debemos dejar de preguntarnos si lo que tenemos es suficiente, porque en nuestros últimos días nos daremos cuentas de lo que fue. Si somos afortunados, lo comprenderemos antes de que nuestra vida llegue a su fin.
Cuando la vida es suficiente, no necesitamos nada más. Si creemos que nuestra existencia ha sido suficiente, nos sentimos de maravilla. El mundo es suficiente, aunque muchas veces no nos permitimos sentirlo así. Este sentimiento nos resulta extraño porque vivimos la vida como si no tuviéramos bastante. Sin embargo, podemos cambiar esta percepción. La afirmación de que la vida es lo que hay y que no necesitamos nada más es una maravillosa afirmación de gracia y poder. Si no necesitamos nada más, si no tenemos que controlarlo todo, podemos dejar que la vida se desarrolle por sí misma.
Tenemos mucho poder en nuestro interior, pero poco conocemos acerca de cómo utilizarlo. El verdadero poder procede de saber quiénes somos y cuál es nuestro lugar en el mundo. Cuando sentimos que tenemos que acumular cosas, olvidamos lo que somos. Debemos recordar que el origen de nuestro poder consiste en saber que todo está bien y que todo el mundo actúa exactamente como debe hacerlo.
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