domingo

ENCUENTRO CON LA SOMBRA (El poder del lado oscuro de la naturaleza humana) - 159


NOVENA PARTE

EL TRABAJO CON LA SOMBRA: CÓMO ILUMINAR LA OSCURIDAD
MEDIANTE LA TERAPIA, LOS RELATOS Y LOS SUEÑOS

37: LA UTILIDAD DE LO INÚTIL

Gary Toub (1)

Psicólogo privado y analista junguiano en Denver. Se ha especializado en terapias corporales y en el trabajo con los sueños.

Hace más de dos mil años, el filósofo taoísta Chunag Tzu escribió diversas parábolas encomiando las cualidades de los seres humanos inútiles, feos o deformes -jorobados, tullidos y lunáticos, por ejemplo- y de los árboles retorcidos, nudosos y estériles. Veamos una de esas historias.

Shi, el carpintero, se dirigía hacia el reino de Chi cuando llegó a Chu yuan y descubrió un roble que servía de lugar de reunión a la población. El árbol se erguía sobre un montículo próximo a la población, sus ramas más bajas -algunas de las cuales eran tan grandes como para poder construir con ellas varias embarcaciones- se hallaban a unos veinte metros de altura, tenían más de veinte metros de diámetro y su copa era tan grande como para dar sombra a un centenar de bueyes. La muchedumbre se congregaba alrededor del árbol como lo hace en la plaza de un mercado. Nuestro carpintero, sin embargo, ni siquiera lo miró cuando pasó por su lado.

Su aprendiz, sin embargo, no cesaba de mirarlo y se dirigió a su maestro, Shih, diciéndole: “Maestro, desde que soy tu alumno jamás había visto un árbol tan hermoso como este. Pero tú, sin embargo, has pasado a su lado sin echarle siquiera un vistazo”.

Shi, el carpintero, replicó: “¡Atiende! Ese árbol es inútil. Si hiciera una barca se hundiría; si construye ataúdes se pudrirían; si lo aprovechara para hacer herramientas se romperían de inmediato; si hiciera una puerta rezumaría resina; si hiciera vigas las termitas acabarían pronto con ellas. Es una madera inútil que no sirve para nada. Por eso ha podido vivir tanto”.

Cuando el carpintero Shi retornó a su casa el roble sagrado se le apareció en sueños y le dijo: “¿Con qué me comparas? ¿Me comparas acaso con árboles útiles como los cerezos, los perales, los naranjos, los limoneros, los pomelos y los demás árboles frutales? A ellos se les maltrata cuando la fruta está madura, se les quiebran las ramas grandes y las pequeñas quedan maltrechas. Su misma utilidad es la que les amarga la vida. Por eso llaman la atención de la gente vulgar y son talados antes de alcanzar la vejez. Así sucede con todo. Hace mucho tiempo que intento ser inútil, lo cual me resulta muy provechoso. ¿Crees que si hubiera servido para algo me hubieran permitido llegar a crecer tanto? Además, tanto tú como yo somos cosas y ¿cómo puede una cosa juzgar a otra? ¿Qué puede saber un hombre inútil y mortal como tú sobre un árbol inútil?

Shih, el carpintero, despertó y trató de comprender su sueño. Entonces su aprendiz le preguntó: “Si quería ser inútil, ¿por qué sirve de santuario a la población?”.

Shih, el carpintero, respondió: “¡Calla!” Su única intención era no ser dañado por aquellos que ignoran su inutilidad. Si no se hubiera convertido en un árbol sagrado probablemente hubieran terminado talándolo, por ello se ha convertido de un modo diferente a cómo suelen hacerlo el resto de las cosas. Por tanto cometeríamos un grave error si juzgáramos a este árbol con criterios ordinarios”. (1)


Notas

(1) Chuang Tzu, Chuang Tse, editado por G.F. Feng y J.English (Nueva York: Vintage Books, 1974), pp. 80-82.

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