domingo

MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS (CONCLUSIÓN 2) - CLARISSA PINKOLA ESTÉS

CONCLUSIÓN

EL CUENTO COMO MEDICINA (2)

En la utilización del cuento como medicina, lo mismo que en la exhaustiva preparación psicoanalítica y en otras artes curativas rigurosamente impartidas y supervisadas, se nos enseña a comprender cuidadosamente lo que hay que hacer y cuándo, pero, por encima de todo, se nos enseña lo que no hay que hacer. Eso, quizá más que cualquier otra cosa, es lo que distingue los cuentos como diversión -una actividad en sí misma muy digna- de los cuentos como medicina.

En mi cultura "más antigua", por más que hayamos establecido un puente con el mundo moderno, hay en esencia un eterno legado narrativo, en el que un cuentista transmite sus cuentos y el conocimiento de la medicina que estos encierran a una o más semillas. Las "semillas" son personas que "tienen un don innato".

Son los futuros guardianes de los cuentos en quienes los vicios tienen depositadas sus esperanzas. Es fácil identificar a los que poseen talento. Varios ancianos se ponen de acuerdo y los acompañan, los ayudan y los protegen durante su aprendizaje.

Los afortunados seguirán un arduo camino de muchos años de trabajo, plagado de molestias y dificultades, que les enseñará a seguir la tradición tal y como la han aprendido, con todas las preparaciones, bendiciones, percusiones, percepciones esenciales, ética y actitudes que constituyen el cuerpo de los conocimientos curativos de acuerdo con las exigencias propias de estos conocimientos -no con las suyas-, sus iniciaciones y sus formas prescritas.

Estas formas y extensiones de tiempo "de aprendizaje" no se pueden apartar a un lado o modernizar. No se pueden aprender en unos cuantos fines de semana o unos cuantos años. Exigen largos períodos de tiempo para reflexionar y es por eso por lo que el trabajo no se banaliza, cambia o utiliza erróneamente tal como ocurre cuando no está en buenas manos o se utiliza por motivos equivocados o cuando alguien se lo apropia con una mezcla de buena intención e ignorancia (4). De eso no puede salir nada bueno.


La elección de las "semillas" es un proceso misterioso que escapa a cualquier definición exacta menos para aquellos que lo conocen a fondo, pues no está basado en una serie de normas ni en la imaginación sino en una antiquísima relación directa entre las personas. La mayor elige a la más joven, la una elige a la otra, a veces la una busca a la otra, pero con frecuencia ambas se tropiezan y se reconocen como si se conocieran desde hace siglos. El deseo de ser así no es lo mismo que serlo.

Por regla general, los miembros de la familia que tienen este talento se identifican en la infancia. Los mayores que poseen este don tienen los ojos despellejados y buscan a menudo al que está "sin piel", al que tiene una profunda sensibilidad y observa no sólo las pautas más amplias de la vida sino también sus más pequeños detalles. Están buscando como yo, que ahora tengo cincuenta y tantos años, a los que poseen una agudeza especial por haberse pasado varias décadas o toda una vida viviendo en cuidadosa actitud de escucha.

La preparación de las curanderascantadoras y cuentistas es muy similar, pues en mi tradición los cuentos se consideran escritos como un tatuaje del destino, un delicado tatuaje en la piel de la persona que los ha vivido.

Se cree que el talento curativo deriva de la lectura de estas leves inscripciones en el alma y de su desarrollo. El cuento, en su calidad de una de las cinco partes que integran la disciplina curativa, está considerado el destino de la persona que lleva dentro estas inscripciones. No todo el mundo las lleva, pero las personas que sí las llevan ya tienen su futuro grabado en ellas. Son "Las únicas". (5)

Por consiguiente, una de las primeras preguntas que hacemos cuando nos tropezamos con una cuentista / curandera, es: "¿Quiénes son tus familiares? ¿Quiénes son tus padres?" En otras palabras, ¿de qué estirpe de curanderas procedes? Eso no quiere decir: ¿a qué escuela has ido? ¿Qué asignaturas has estudiado? ¿A qué talleres has asistido? Significa literalmente: ¿de qué estirpe espiritual desciendes? Como siempre, buscamos una edad auténtica, sabiduría más que sagacidad intelectual, una devoción religiosa inquebrantable y profundamente arraigada en la vida cotidiana, todas las delicadas gentilezas y actitudes visiblemente innatas en una persona que conoce aquella Fuente de la que procede toda curación (6).


Notas

(4) Mi abuela Katerín decía que la más ignorante no es la que no sabe sino "la que no sabe que no sabe". Y la persona que está en peor situación y constituye un peligro para las demás es "la que sabe que no sabe y no le importa".

(5) La única que vivió las historias.

(6) Como católica de toda la vida oficialmente consagrada a ella en mi infancia a través de La Sociedad de Guadalupe, mi raíz primaria y toda mi obra más íntimamente escuchada procede de mi devoción al Hijo de La Diosa y también a su Madre, Nuestra Señora de Guadalupe, La Bienaventurada Madre en todos sus sagrados nombres y rostros, según mi leal saber y entender, la más salvaje de las salvajes, la más fuerte de las fuertes.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+