ANNA RHOGIO
(XII)
Abuela planificó una reunión de tres un domingo muy frío en el que Lucio y yo tomaríamos el té con ella como entrenamiento de comportamiento social.
Y no era que fuéramos ordinarios a la hora de comer, pero ella quiso pulirnos un poco más, según nos dijo.
-¡Paaaaaaaaaaa! ¡Abuelaaaaaa! ¿Qué se te metió en la cabeza?
-Vos y mi nieta se están convirtiendo en cavernarios.
-Caver… ¿qué?
-¡narios, burro! ¿No te lo enseñaron en la escuela?
-No empieces con los insultos que después se arma lío. La maestra Adela, me dijo que recién leo bastante bien. ¿Cómo voy a saber quiénes eran aquellos tipos?
-Ahorrate las ofensas, mija. Lucio es muy inteligente. Esos tipos, gurí, fueron antiquísimos habitantes de este mundo y se los llama así porque vivían en cavernas. Los espero a las cuatro y media en el taller, bañados, bien vestidos y muy bien peinados. Un poco de agua colonia no estará sobrando.
-¡Nooooooooooo! ¡Por favor, abueeeee! ¡Que este no se ponga naaaaadaaa! ¡Es tan exagerado con eso de los perfumes que se baña en ellos y luego nos mata con el aromaaaaaa!
-Vos siempre la misma, ¿no? Con tal de fastidiarme, cualquier cosa. Mi mamá tiene un perfume muy fino que le regaló la patrona.
-¡Ni se te ocurra! ¡Es un perfume de mujer!
-Calma, niños, cambié de idea y con el perfume del jabón de baño, alcanzará. ¡Lucio, no te pongas nada! ¡Y vos tampoco!
-Ta bien -contestamos juntos.
Nos aguardaba con una mesa ratona puesta delante de la chimenea en la que había un lindo mantel bordado con sus servilletas, un juego de té de porcelana, torta, tostadas, manteca y mermelada. Aprendimos a tomar el té de manera muy educada bajo sus estrictas reglas de conducta.
-Por ser la primera vez no está mal. Lucio, no pares el meñique. Debemos ser correctos tanto con platos de lata como con la vajilla más fina. No olviden lo que termino de enseñarles.
Prendió el televisor.
-Acá viene la segunda sorpresa de la tarde: el vienes compré el video y lo estrenaremos mirando documentales que es otra manera de adquirir cultura.
Vimos lugares hermosos de países lejanos.
-¡Paaaaa! ¡Qué grande es el mundo, abuela!
-Lucio, cuando te oigo decir eso se me ponen los pelos de punta y hasta la mocita te copia. Borren esa expresión de su vocabulario.
Jamás lo logramos.
La última película era sobre los países del norte europeo: mucha nieve, esquimales y osos polares.
-¿Vieron? ¡La nieve es azul!
-¿Qué decís, bobalicona?
-No te metas, cavernario. No estoy hablando contigo. ¿Viste, abuela? ¡Después se hace el santito y disimula diciendo que no fue él! ¿Por qué me insultás?
-Porque cualquier zonza sabe que la nieve es blanca.
-¡No discutan! A ver, mija, ¿por qué te parece que la nieve es azul?
-Fijate bien: cuando le da la sombra de las montañas, es de un azul hermoso y profundo.
-¡No, es blanca!
-¡Callate, bobeta! ¿No ves que es azul, belinún?
-Silencio, o esta linda tarde terminará mal. ¡Mocosos peleadores!
-¿Vas a pasar más películas otro día?
-Sí, siempre y cuando se porten bien y que no me entere que en la escuela volvieron a discutir.
-Por suerte nos separan varias filas de bancos.
-Ya te voy a agarrar a vos, a la hora del recreo, pasmada.
-¿Ah, sí? El domingo que viene, no entrarás a nuestro cine, salame.
Abuela ordenaba la mesa sin intervenir porque sabía que todo ese palabrerío era sólo un juego.
-¡Blanca! ¡Blanca!
-¡Azul! ¡Azul!
Cuando entró a darme las buenas noches y ver si estaba bien arropada, yo miraba entre dormida osos, trineos, esquimales y nieve azul por todos lados.
-¡Hasta mañana, gurisa! ¡Qué duermas bien!
-¡Azul! ¡La nieve es azul!
MARCOS DURAÑONA
Cigarra de once años
Once años atascados en mis cejas. Dando gritos a la nada.
Lento el tiempo pero miento al viento que no pasa nada.
Cuando sudo para escarbar en mis amplias fantasías te veo vivo pero lejos y de arriba
Como si yo fuera el muerto que habla.
Pero vi tu cara en una cara persiguiéndome en la calle.
No le pidas que se calle al torbellino de alegría.
ANTONIO GARCÍA PINTOS
LOCOS Y ESPEJOS Y FELIZ AÑO NUEVO (II)
12 / El loco fuma sin cesar, come sin cesar, toma pastillas sin cesar, recibe golpe de corriente eléctrica sin cesar. Y mira sin cesar los ojos ciegos de sus conciudadanos y vecinos que fuman sin cesar, comen sin cesar, toman pastillas sin cesar y reciben, sin embargo, abrazos fraternales.
13 / El loco produce un discurso lógico e implacable como una estadística económica, pero supera ampliamente los números perfectos de los financistas, que siempre significan un delirio de la lógica.
14 / El loco no vive marginado. Decir eso es una locura. Porque para el loco morir es un pretexto y un paréntesis mientras los otros quieren morir sin morirse.
15 / El loco muestra su rostro en el espejo sabiendo que nunca podrá romperlo.
16 / El loco va al baño. Orina y defeca sin pudor. No tira de la cadena. Sabe que esos restos orgánicos son el producto necesario para saber lo poco que somos y lo poco que seremos.
JOSÉ LUIS MACHADO
1 TEXTO DE FUERA DEL TABLERO
Así, con una pistola
apuntando a mi sien,
solo soy una pieza de ajedrez
sin un tablero.
Solo una pieza de ajedrez
sin rostro, sin huesos,
sin entrañas.
Solo una pieza de ajedrez,
sin mente.
Estoy aquí para luchar y ciego,
Solo soy un juguete
en la mano de mi ama.
Ya lo dije y no me siento mal.
Solo soy un peón en la trinchera.
Estoy aquí para matar,
ni puedo renunciar ni evitarlo.
Solo soy una torre
resguardando la paz
en las esquinas de las juergas mortales.
Soy solo un caballero
orgulloso y valiente.
Nadie se siente a salvo
bajo mi espada.
Soy solo un clérigo,
estoy aquí para predicar
tu religión como si fuera la mía.
Yo solo soy el rey
del poder y la fama,
de la gloria sangrienta,
que convoca mi nombre.
Yo solo soy, en fin,
pieza, una pieza de ajedrez.
No tengo corazón ni vida
sin tus manos.
SANTIAGO MANSSINO
AQUÍ
No está mal este lugar
esta frontera del tiempo
en la que a veces me quedo,
un poco temeroso y algo borracho,
esta sombra de espanto que me protege,
este sol de hielo que cuando quiere me calienta.
Y digo, más, digo que quisiera quedarme para siempre,
oler el sudor frío que espera a mi lado,
aguardar aperturas en el laberinto,
suspirar ante la sonrisa de un niño,
la visión de una rosa o de un jazmín,
llorar ante la visión de un gato muerto.
Y puede que además dé algo,
como mi sangre o mi tiempo inválido
como estos ojos con cafeína.
No sé, todo está por verse,
me gusta este límite en que
el tiempo se disgrega,
esta dispersión,
el sol de hielo, las horas de lava,
los olores profundos.
Así que no me iré de aquí,
fantasma de carne y hueso
viviré a mi imagen y semejanza.
HAUGUSSTO BRAZLLEIM
ONETTIANA (ESTO LO APRENDÍ DE ONETTI 2)
(Oración para ser interpretada por Felipe Leites, un Hermano Tormentano.)
Onetti y sus labios
Paseando por la rambla
La giraba en los brazos
De un otoño suburbano.
La luz es la locura
Reflejada en sus piernas.
Brillaba en sus esferas
Los Infiernos del Otro.
La niña moribunda
Renace de la mugre
Cuando la besa el viejo
A la sombra de un Ceibo.
La luz es la locura
Reflejada en sus piernas.
Brillaba en sus esferas
Los Infiernos del Otro.
Onetti y sus labios
Paseando por la rambla
La giraba en sus brazos
De un otoño suburbano.
MARCELO SOSA
copas
hacemos malabares con copas de cristal
y nos sorprende su estallido
su violento chau
los cuerpos
frágiles como amor de verano
continente impropio del licor
que sólo Dios escancia
duran de por sí un suspiro de Luna
y nosotros
bufones de nubes
los arrojamos a bailar en el aire
sin siquiera monedas
poblando el sombrero
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