domingo

EXCLUSIVO DESDE MÉXICO / SAÚL IBARGOYEN ENTREVISTA A LUCÍA IZQUIERDO


DE LA INTIMIDAD CÓSMICA


¿Qué relación podría haber entre “UNI-VERSO” y tu producción poética anterior?

Debido a mi neurosis de la que a menudo hago burlas y referencias, he procurado, desde que comencé a escribir poesía, elegir un tema o un motivo y mantenerlo a lo largo de varios poemas; en esta ocasión aprovecho las imágenes astronómicas para hablar de temas íntimos, pero previamente me valí de dioses griegos y antes de eso de figuras escénicas... Sin embargo, reconozco que en este poemario, me he dado el gusto de jugar más, de aprehender las estrellas y personalizarlas, darles la significación de seres que me fueron, son y espero sigan siendo importantes.

Algo parecido sucede con el ritmo y gracias a ello, constantemente busco detener el tiempo; en "Uni-verso" me ha sido más sencillo, pues gracias a que en el llamado espacio exterior (que así como se expande hacia afuera, también lo hace hacia el interior) no hay tiempo, acá lo detengo para lograr explotar justo en el nacimiento de la última supernova conocida (Sanduleak).

¿Es posible para un poeta diseñar una estructura previa, o sea, una organización temática y formal, o el conjunto de poemas se desarrolla sólo en función de dos o tres núcleos anímicos o ideólógicos?

Cada creativo tendrá su forma de estructurar, en mi caso, regularmente parto de un motivo anímico o esos detalles coquetos que te encuentras en la cotidianeidad; las estrellas llegaron luego y con ellas la línea que tendría el libro, pero todo comenzó en el bonito diván de mi querida locóloga con la frase "A la muerte, mis muertos y a quien debería estarlo". Podría decirse que parto de un estado anímico que afectó también mi cuerpo y se transmutó en poesía. Admito que siempre he sentido un placer por la contemplación estelar; esa energía que no puedo tocar, pero me toca, aprecio y sé que se relaciona directamente mi núcleo y mis otros a través de movimientos eléctricos, energéticos y quizá hasta místicos.

¿Qué necesidad interior y / o exterior te condujo a las extensiones versales que parecen simular la expansión del cosmos conocido?


Cuando supe de la teoría de Hubble, lanzada en 1924, no pude evitar pensar en la relación directa que tiene con nosotros el hecho del Universo expandiéndose, y que hay astros que, a una velocidad constantemente acelerada, se están alejando de nosotros. Lo mismo pasa con los seres humanos; mientras la energía de unos va acorde a la propia y ello los mantiene cerca (como la fuerza de gravedad), hay otros que se alejan y no podemos hacer nada por evitarlo; es un movimiento cíclico y natural que a menudo nos causa dolor y desasosiego, pero tras un duelo podemos entender y asimilarlo. En la estructura de los versos, así como en la construcción poética, he buscado que esto se note, porque si bien eso duele y angustia, también nuestro interior se expande y ello nos puede llevar a no morir, sino a un renacimiento más brillante.

¿Consideras que tu propuesta, al plantear el “para qué” del todo, se acerca a la metafísica?

Pensando la Metafísica como aquel librero mítico de la biblioteca de Alejandría que contenía textos incategorizables, creo que me acerco y no sólo lo toco, sino que lo estrujo. Absorbo y extiendo ese "todo lo demás" que resulta innombrable e incategorizable, pero no por ello nos es ajeno.

¿Podrías decirnos algo sobre tu percepción de la reciente poesía mexicana y su relación con la difícil coyuntura que vive hoy el país?

Con la tecnología que nos acerca e informa de todo, veo una enorme necesidad de expresar inconformidades, de rescatar la belleza que se encuentra pese a la hecatombe y el terror en el que se vive, la injusticia, la deformación de la realidad, encuentro en la poesía contemporánea una necesidad de no callar nada. Pienso ahora mismo en una charla que tuve con la escritora Adriana Jiménez sobre el oscurantismo y ese terror que se tenía hasta por reír; aquello detonó grandes catástrofes, pero también fue la semilla para que surgiera el Renacimiento y un florecimiento artístico majestuoso. Cuando pienso en ser escritora de esta época, en un país tan ajado como México, pienso que me aterra ser perseguida por lo que pienso y opino, me causa espasmos imaginar que un día voy a la Universidad o salgo a la tienda y aparezco muerta, que me siembren droga en la maleta, temo profundamente que la no declarada guerra interna acabe con la vida de mis seres amados, pero pienso que no puedo callarme y que es la literatura uno de los mejores medios para hablar, exponer y criticar aquello. No estoy orgullosa de lo que pasa aquí en mi país, pero creo que somos muchos los que agradecemos contar con las herramientas para ser semilla de una esperanza, una añoranza de tiempos mejores y reflexivos. Lo que hablaba con Adriana Jiménez aquella tarde en la UACM era sobre los detonantes creativos y que todo movimiento social evolucionario (porque se necesita moverse, evolucionar, no re-volucionar) está siempre acompañado del arte.


TRES POEMAS DE LUCÍA IZQUIERDO

I / Eso es la muerte

Tu mirada cinérica
friccionó mi cintura
para generar un movimiento
                                    m o l e c u l a r
Advino el instante de fusión
en que amordazada
me evaporaste en pleno éxtasis.

Transgrediste
con esa retina
los húmedos secretos
albergados
en la recurrente sombra.

Sentí tu tibio pulso
sobre montículos antes fríos
contracturaste mi respiración
y me encaramaste       
con el filo metálico de tus X.

Es cierto
me invade a menudo la tristeza
palpo
la palma derecha de la muerte
con las piernas
y mis hombros

En medio de grito Fornax
            sentí el óbito

Humedecimos los labios
entre melodías lumínicas
saboreamos la baba mutua
nos ahogamos en el otro.

Ante el ímpetu de uno
el abrazo se tornó
            viva cámara de gas

Mas al alejarse tu cuerpo
tu pulso desequilibró el mío
y eso sí
eso es la muerte.


II / Jorick

Besé a una mujer que miraba las estrellas
dormía en el árbol de los lobos
y llevaba a mis miedos
 atados del cuello
y mirando hacia abajo para que no dañaran más.

No conozco otro mundo
que la guerra
ni otro modo de abrazar
que no tenga que ver con fuego
pero tuve a Jorick
que me enseñó a reír aún de mis desgracias
que me enseñó a avanzar
aún a rastras
que me enseñó
que lo único denigrante
es no ser lo que quieres ser
no poder mirarte al espejo
porque eres los sueños realizados de otros
los deseos de otros
el reflejo de otros
que quizá ni conoces pero te han determinado.

Fue la espada en la boca de los encapuchados
la que extendió con fuerza la pierna del omóplato
la que cesó el reposo de las lanzas
me somete
me hunde
me veja
me viola
me invoca
la que me esclaviza
es esa espada
la que arrebató la sonrisa a Jorick
la que esclavizó a Garrick
la que destruyó a mi pueblo
la que dice asesinó a mi  Dios.

Alguien debería decirle que
no era él
 que Dios tenía vientre
Ella
            se suicidó hace ya mucho
cuando oprimieron su pecho
desde adentro
cuando se convirtió
en nieve de la cartera
en papel hasta el borde de mierda
reciclado
símbolo del rehúso
tatuaje eterno del sometimiento.

Mi Diosa se suicidó
cuando la risa se volvió funesta
y la familia inventada
se renombró capital.
Fueron entonces las cascadas
            en las piedras de mi cara
las que me hicieron entender lo que pasaba
Jorick ha desistido
ya no recuerda mi infancia
ni los cantos de guerra con los que me arrullaba
Jorick sólo quiere dormir
reposar en la marea de la matanza
que lo vio hacerse viejo.

Por eso ahora que lo miro
como el trigo de los cisnes de cuerpo rojo
como el polvo en las alas de gaviotas enlutadas
como el rocío en el crisantemo
que se despetala
se despetala
se despetala
se despetala ante la mirada indiferente 
de los que me escuchan
de los que lo conocieron sólo de oídas
de los que lo escucharon nombrar
e incluso de quienes sólo lo saben un cráneo.

Yo amé a ese tierno bufón
ese hartador de las gaviotas del odio
ese amigo que ahora derrama
la cerveza de los cuervos
Ese
que me presentó a la mujer
que mira las estrellas
la que me ata y andando
se precipita al encuentro de las fuentes
con una canción de lanzas
no importa cuánto le insista
me sigue tocando en teclas ajenas
resquebrajándome el cráneo
sin tocarme el alma.
Tras su lamento se esconde el monstruo
que no conozco
                        pero pude ser yo misma.
Debí advertirle que por mirar la tierra de las estrellas
nunca percibió al hijo devorador que estaba a su lado.
Debí decirle que Amor
es una palabra demasiado frágil
para nombrar aquello que nos une.


III / Stellae novae

La gran explosión
no haber existido
               ser nombrado
transformarme 
CUARENTAYCUATRO
SESENTAMIL
DOSMILQUINIENTOS
                        volvernos infinidad
secuencias
                        de representaciones inhumadas

Miedo a saborear
un espejismo
y despertar en un mar lácteo de fractales rojos
en medio de cenizas
Temo
que se acostumbren al paisaje
y la hiel sepa cotidiana

Causar alergia
vómito
escaras
QUIERO QUE TE FASTIDIE
VER MÁS SANGRE DE LA QUE IMAGINABAS

Incursionas en fosas COMUNES
has visto derrumbarse
constelaciones
Ves brillar agujeros NEGROS
morir supernovas
nacer a Nahui-Oceloti
            Nahui-Ehecati
            Nahuiquiahuitl
            Nahui-Ati
            Nahui-Ollin
Y no logras mantenerte en movimiento.
maduraste protoestrellas
has convertido T tauris
                                                en un nuevo cíngulo

Soy una estrella de secuencia principal
pierdo mi equilibrio hidrostático
                                                Y pido a gritos ser ÁakilEek´

Un día
explorador insatisfecho                                  
(el sujeto siempre está insatisfecho)
intentarás conquistar algún otro continente negro
mientras nosotros
defendemos nuestras tierras
                                                            con el brillo
DE UNA GRAN EXPLOSIÓN.

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