José Luis Machado distinguido en España
Las Ediciones Deletras acaban de seleccionar en España a José Luis Machado en su concurso literario de Aforismos, y próximamente conoceremos el volumen que conjunta a todos los autores distinguidos en este evento de alcance hispanoamericano.
ANNA RHOGIO
GAITA
Encendida hasta hincharse, la luna emperifolla la plaza.
Una gaita sonoramente lejana las engalana.
Los celtas sabían del misterioso, agridulce poder de sus estridencias.
Con ellas dominaban insondables enigmas universales.
El muchacho se acerca lento y con él, llega la música.
Solitario en medio de la luz, compone viejas destemplanzas.
La falda a cuadros le ondea, cortejando acompasadas cadencias.
Su oso morrión le transpira en la cara chorretes de plata.
El concierto no se interrumpe ante fernandinas quejas vecinales.
La blanca abuela Violeta lo escuda y el arte antiguo, perdura.
HAUGUSSTO BRAZLLEIM
FRAGMENTOS DE LA TORRE DE LA TORMENTA
La Torre de la Tormenta besa el tul y la frente fría de todos los poetas al borde del cajón.
La Torre de la Tormenta agujerea el otro cielo uruguayo, y con su “Luzalta” te guía en tu Mar de Pus.
La Torre de la Tormenta no es una torre, crece desde el pie, tu pie; en los muros orinados y grafiteados, ella, chiquita, crece desde el pie.
Crece en los charcos blancos de sangre inocente y sale por los tajos de la carne.
La Torre de la Tormenta es la anti torre de marfil (que huele a elefantes muertos).
En la Torre de la Tormenta hay un frasco de vidrio gigante lleno de manos amputadas.
La Torre de la Tormenta está sentada al lado de la vida.
FEDERICO COORE / 1 texto para ser cantado
EL TRISTE GATO
El rayo de luna que atravesaba la celosía, con su permiso, lograba empañar su ojo y embellecer su alma casi hasta creerse igual a quien alguna vez roncó azules a su lado. En ese instante de imperfección se suspira:
Desde tu verbo
hasta el llano oscuro
de nuestra libertad
navegaron los músculos
cual si fueran uno...
Desencanto y Muerte...
¡mas Esperanza!
MARCOS DURAÑONA
COLMILLOS
Por mis años de grandeza.
Los que todavía no se han asomado.
Mostraré mi miedo, culminaré con mis colmillos
lo que todavía no ha nacido.
Pero dejaré reventar la verdad.
ANTONIO GARCÍA PINTOS
LA MIRADA DE LA MUERTE
Los vivos hablan mientras los muertos miran.
JOSÉ LUIS MACHADO
GATO
Totó se dio vuelta para fijarse en el gato azul enrollado en un ángulo de la acera. Podía ser cadáver o simplemente sería una de las tantas horas en que los felinos se entregan a Morfeo. Se alegró al descubrir que era un animal de juguete, casi robótico, comprimido contra la puerta y el escalón marmolado de un zaguán, peludo y tibio, igual que un gato común y viviente. Aunque al rato lo miró con algo de bronca porque tenía ganas de que hubiera sido un gato real, lo vio caminar por algún pretil de los tantos que tenían sus recuerdos. Si hubiera sido un gato, habría usado su buzo para abrigarlo. Tantos años vacío… Tantos animales tirados en la calle como si fueran basura con patas. Se acercó y luego de sentarse a su lado lo acarició, se puso a cantar una canción de cuna de aquellas que le cantaba su madre, luego siguió cantándole canciones de la adolescencia, cuando llevaba soles en la cabeza. En seguida, poco antes de irse sacó de su bolsillo un libro y comenzó a leerle, la gente pasaba, pero como siempre nadie se daba cuenta de nada. En un momento el gato cobró vida y salió de ahí, ronroneando, no sin antes acariciar con su cuerpo a aquel hombre azul, que parecía real pero era un juguete, casi robótico, comprimido contra la puerta y el escalón marmolado de un zaguán cualquiera.
FEDERICO RODRIGO
BRILLA LA BATALLA A OSCURAS
Cada noche, después del último respiro de las velas a vapor, la oscuridad me despinta proponiendo volver a empezar.
Mientras algún dolor grita y se va, mi mente sobregira como molino en huracán, desesperada clasificadora de otro día largo como aprender a vivir.
Hay quien antes de dormir le acosa el llanto: eso es miedo a la existencia. Yo también alguna vez lo goteo pero se va tan adentro que lo pierdo, se me hace ser.
Por suerte hoy están tus brazos: y todo el caos queda contenido en la pecera de un abrazo. Suspiro y calma. Ya mañana habrá tiempo de más batalla.
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