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LA NUBE DEL NO-SABER - ANÓNIMO INGLÉS DEL SIGLO XIV


SEXAGESIMOPRIMERA ENTREGA


61 / Que en el recto orden de la naturaleza la carne está sujeta al espíritu y no viceversa

A la vez, cuando arrastrados por el Espíritu levantamos nuestros ojos y nuestras manos hacia los cielos donde brillan las estrellas, alabamos a Dios en un hermoso gesto de devoción. Si el Espíritu Santo inspira en nosotros tal plegaria, debemos seguirle. Pero, por otra parte, no debemos preocuparnos del gesto, porque todo gesto físico ha de sujetarse al espíritu y no viceversa. La ascensión de nuestro Señor lo pone de manifiesto. En su divinidad, Jesús nunca estuvo (no pudo estar) separado de Dios. Pero cuando, estando en la tierra, le llegó la hora prevista de volver al Padre, retornó al Padre corporalmente en su humanidad. Sí, revestido de poder y de la fuerza del Espíritu. Él, como una sola persona, volvió al Padre en su humanidad. Este misterio quedó expresado de la manera más adecuada por su ascensión hacia arriba.

De una forma similar, aunque menos completa, han de experimentar la verdadera relación de la materia con el espíritu aquellos que generosamente se entregan a su obra interior del amor que hemos descrito en este libro. Aun cuando el contemplativo no se dé cuenta de ello de una manera consciente, su cuerpo quedará influenciado por la disposición de su espíritu. Pues cuando se recoge para comenzar esta actividad, su cuerpo, que quizá estuvo postrado en una postura indolente, se recoge súbitamente en una postura de atención y alerta. La alerta interior de su espíritu afecta a la disposición exterior de su cuerpo, y con qué precisión. Es propio de la dignidad del hombre estar erecto, su rostro vuelto hacia las estrellas y no hacia la tierra como las bestias, pues es la más excelsa de las obras de Dios. La nobleza de su destino espiritual, que le llama a llegar espiritualmente hacia Dios, se refleja en el porte y dignidad de su postura erecta. Pero, fíjate bien. Dije que llega “espiritualmente” a Dios, no físicamente. Pues ¿puede un espíritu no material ser dirigido de aquí para allá como algo físico? De ninguna manera.

Sé, por tanto, prudente para no interpretar lo espiritual en términos materiales. Es necesario usar palabras como “arriba”, “abajo”, “dentro”, “fuera”, “detrás”, “delante”, “izquierda” y “derecha”. Pues por espiritual que pueda ser nuestro tema, nosotros somos hombres y debemos apoyarnos en el vocabulario del lenguaje humano ordinario para comunicarnos. El lenguaje pertenece al reino de la materia porque nuestras palabras derivan de la experiencia humana y se pronuncian con la lengua física. ¿Significa esto, sin embargo, que haya de entenderse en un sentido literal? Por supuesto que no. Como seres humanos, podemos ir más allá de su significación inmediata y captar el significado espiritual que comportan a otro nivel.

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