ARIEL AZOR - UN PEZ CON ALAS

Ariel Azor (Uruguay, 1968) se desempeña como pintor en el campo de la construcción, y ha desarrollado durante décadas la militancia social independiente en múltiples proyectos autogestionarios.

En 2014 se integró al Taller Literario de Liverpool, en cuyo suplemento semanal (que se difunde a través del blog de elMontevideano Laboratorio de Artes) participa regularmente con sus textos.

Posteriormente fue seleccionado por las Ediciones Croupier para integrar la antología Peces con alas, que ya ha sido presentada en Buenos Aires, siendo inminente un nuevo lanzamiento en Montevideo.

¿Desde cuándo escribís? ¿Cuáles considerás que fueron las más tempranas inquietudes creativas que fueron desembocando en tu actual vocación?

Mi vocación de escribir la tengo desde niño, pero lo he tomado, por falta de tiempo, como un camino a desarrollar y a perfeccionar desde hace apenas dos años aproximadamente. Yo me crié en el interior y no me faltó el acercamiento al arte: desde niño dibujaba caricaturas y leía todo aquello que llegaba a mis manos. A los dieciocho me vine a vivir a Montevideo, donde descubrí un mundo de literatura y filosofía que despertaron eso que está adentro de uno, leer y escribir.

¿Cómo has vivido la experiencia de participar en el Taller Literario de Liverpool, al que te integraste en 2014?

El taller literario logró despertar completamente mi vocación y situarme en el mundo de las letras. La lectura y el análisis de algunos autores fundamentales como Felisberto Hernández, Hemingway, Carson McCullers o Bukowski me fueron haciendo descubrir lo que quería escribir. Los compañeros del taller, por otra parte, han representando un gran apoyo, y la exigencia de presentar un cuento por semana me ha obligado (en el buen sentido) a ponerme a trabajar con disciplina y la mayor profundidad y corrección posibles.

¿Qué significó para tu proceso de profesionalización literaria la publicación de tus primeros textos en el Suplemento del Taller que se publica semanalmente en el blog de elMontevideano Laboratorio de Artes, así como tu posterior contacto con la gente de Ediciones Croupier de Buenos Aires, que acaban de incluirte en la antología continental Peces con alas?

Significó un sueño hecho realidad. En el caso de Peces con alas, además, donde fui seleccionado para publicar junto a autores de un altísimo nivel, me permitió conocer personalmente a los editores y recibir su empuje para seguirme transformando en un escritor con personalidad propia.

¿En qué medida y con qué nuevos matices pensás que ha enriquecido tu militancia cultural de toda la vida esta inserción en la creación y la gestión literaria?

Creo que todo esto que me ha pasado tan rápidamente me ha dejado una gran enseñanza: que puedo seguir abriendo puertas culturales y que siempre hay que mejorar, aprender y escuchar. Que este es el camino que quiero y es hacia arriba.