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ALBERTO METHOL FERRÉ - LOS ESTADOS CONTINENTALES Y EL MERCOSUR

TRIGESIMONOVENA ENTREGA



CAPÍTULO 6


Mercosur, significado y posibilidades (3)




a) Mercosur, vía de América Latina  (3)


El artículo “Confederaciones continentales” tiene tres ideas básicas. La primera: el pasaje sucesivo del nacionalismo al continentalismo, antesala del mundialismo. Estaríamos en la era de los continentalismos. Así se ha repetido incansablemente en Argentina esta perspectiva de Perón, pero nunca se ha hecho en medio siglo el menor estudio de su génesis y fundamento. Quedó en estribillo o mero eslogan. Sin duda, tiene olor a Ratzel, pero jamás se dijo ni se supo. La segunda idea: la necesidad de un “núcleo básico de aglutinación”, que fuera “base operativa polifacética” para el proceso de unificación latinoamericano, más bien suramericano. Y que ese “núcleo básico” estuviera constituido por Argentina, Brasil y Chile. El nuevo abc. Sin embargo, por una convergencia de signos, en especial con la otra exposición clave de Perón “La Integración Latinoamericana”,[10]a pesar de la importancia que le da a la participación de Chile, surge con claridad que lo esencial es la alianza argentino-brasileña, al punto que afirma que solo ésta es el “principio de triunfo” de la política latinoamericana.[11]Esta es una novedad radical, aunque anunciada por Sarobe: señalar el camino principal para que exista una “política latinoamericana”. Algo así como descubrir que sin unidad de Francia y Alemania, no hay unidad europea. Eso es para nosotros la alianza Argentina-Brasil. Estas dos ideas del artículo “Confederaciones continentales” son las que nos importan más.

La tercera idea básica allí presente es la afirmación de la Tercera Posición en la lucha entre los dos grandes Estados Continentales, los Estados Unidos y la Unión Soviética. A nuestro criterio, fue esta Tercera Posición, enunciada en plena Guerra Fría (era el tiempo de la guerra localizada de Corea) la que hizo que los Estados Unidos obstaculizaran el intento del Nuevo abc. No podían permitir el surgimiento de una tercera vía en su retaguardia. Por el contrario, con el derrumbe de la urss, no hubo oposición norteamericana al surgimiento del Mercosur, preparado por la alianza argentino-brasileña en términos de radical reafirmación democrática-liberal.

Regresemos a nuestro tema de los Estados Continentales, con su primer gran formulador Friedrich Ratzel. Ratzel y la geopolítica ingresan en América Latina a través de la obra del español Carlos Badía Malagrida, amigo de los hispanoamericanos del novecientos que andaban por aquellos tiempos en Madrid, que se publica en 1919 bajo el título El factor geográfico en la política sudamericana.[12]No trataba de América Latina en su conjunto, sino de la isla continental de América del Sur. Llama la atención esa delimitación. Quizás le viniera de Ratzel esa concreción a América del Sur.

Esta obra de Badía Malagrida repercutió en el verdadero padre de la geopolítica brasileña Mario Travassos, que lanza en 1930 su clásico libro Proyección continental de Brasil. Es una visión brasileña muy articulada de su inserción en América del Sur. Y, aunque es una obra pensada como réplica brasileña a la visión del Presidente argentino Hipólito Yrigoyen de conectar a Buenos Aires con Bolivia por ferrocarril (considerada por Badía Malagrida y por Travassos la región gozne de América del Sur, por ser la mediación entre la Cuenca del Amazonas y la Cuenca del Plata), tuvo varias ediciones argentinas publicadas por el Círculo Militar, en los años treinta y cuarenta. Sin duda, por influencia del general Sarobe. Un rasgo de esta obra de Travassos es que se concentra solo en América del Sur, y se desentiende totalmente de la zona hispanoamericana de México, América Central y el Caribe por considerarlas ajenas y zona de influencia norteamericana exclusiva. Este quedarse solo con América del Sur, era natural para un brasileño; en cambio, para alguien formado en la tradición hispanoamericana era más difícil. La tendencia hispanoamericana era considerar más el conjunto que América del Sur sola. Pero en la medida que se formulara una estrategia política, la distinción entre América del Sur y el norte mexicano, centroamericano, caribeño, era inevitable. Se comprenden así las ambigüedades de Perón entre América del Sur y América Latina. Pero el acento es siempre América del Sur. Por ejemplo, el 26 de febrero de 1946, a dos días de las elecciones que consagraron su victoria presidencial en Argentina, le escribía una carta al doctor Luis Alberto de Herrera: “Hay que realizar el sueño de Bolívar. Debemos formar los Estados Unidos de Sudamérica”.[13]

La gran oleada de integración de los años sesenta estuvo presidida por el empuje de la cepal de Raúl Prebisch. La alalc fue su entrada y obra efectiva principal. En los preparativos, la alalc (Asociación Latinoamericana de Libre Comercio) parecía que iba a limitarse al Cono Sur, lo que hubiera significado principalmente el arreglo nuclear básico argentino-brasileño. Pero la incorporación de México dilató la alalc a los extremos de América Latina. Nada fue nuclear sino diluido. Esto, a nuestro criterio, mantuvo la visión indeterminada y a bulto de América Latina. Que llegó a su culminación en el intento de Mercado Común Latinoamericano de la Conferencia de Punta del Este de 1967. El bulto fue demasiado bulto y quedó en nada.

Por una parte, vino la expansión de los regímenes militares de la seguridad nacional, reverso del latinoamericanismo revolucionario del amorfo e invertebrado foquismo guerrillero, que también mantenía una visión a bulto de América Latina. Por otra parte hubo el planteo hemisférico de la Alianza para el Progreso, que con la muerte de Kennedy se fue esfumando.

Notas

(10]Discurso del 11 de noviembre de 1953 en la Escuela Superior de Guerra en el que Perón explica a los Altos Mandos, con carácter secreto, las razones de su intento del Nuevo abc con Vargas e Ibáñez, en el momento que lo da por fracasado. Publicado en su libro Latinoamérica: ahora o nunca, Montevideo, Diálogo, 1967, pp. 91 a 110. Tuvo otras ediciones.
[11]Ver el análisis de este discurso en nuestra conferencia de 1995 “Perón y la Alianza Argentino-Brasileña”, publicada enCuadernos de Marcha, N° 110 y 111, y más recientemente enArchivos del Presente, N° 14. Puede completarse con nuestra conferencia publicada es la revista Desmemoria, Buenos Aires, N° 13/14, bajo el título “La integración de América en el pensamiento de Perón”.
[12]Carlos Badía Malgrida, El factor geográfico en la política sudamericana, Madrid, Jaime Ratés, 1919.
[13]Citado en el prólogo de Pablo Vicente a la edición uruguaya de Latinoamérica: ahora o nunca, Montevideo, Diálogo, 1967, p. 8.

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