martes

SUPLEMENTO DEL TALLER LITERARIO DE LIVERPOOL F.C. (9)



FEDERICO RODRIGO

PA…

Sólo quedaban tres tizas por lo que la maestra enseñaba palabras de pocas letras pero mucha luz. Es que claro, en estas circunstancias hay más presupuesto para matar que para vivir.

Ayer, antes de marcharse (sin que nadie la viera, como siempre) les dejó una escrita de regalo. Hoy, si hubiera habido puerta, seguro estaría abierta; pero solo el asombro los esperaba así: abierto.

El pizarrón nunca había sido entero (casi no quedaban cosas enteras) pero la bala le deshizo un metro de radio y se llevó la letra "z". La burbuja casi segura ahora tenía una perforación de realidad.

Pero ella no se enojó, porque entre tanta tristeza no cabe el enojo. Su manga le guardó una lágrima pero ninguna la siguió. Porque ella solo enseñaba palabras de pocas letras pero mucha luz. Y qué más luz para un niño que nunca saber cómo termina la paz.


GASTÓN RODRÍGUEZ FREITAS


DANZAGONÍA

Responde, oh instinto mercúrico
La fónica forma gutural: grito)))))
en consonante altivez: la VOZ
  responde: el pecho/ pulsión a tierra
Témpano-latido: agoreras fiebres pánicas
golpean sienes al sonsonante eco
vértigo: enfunda fósil afonía/
noche: negra jauría de cuervos
danza la tensa tanza
  la lanza traza la densa
  danzagonía

Desfogue interno: a flujo esférico:
negro fondo.......................
Entre aligeras zarpas
giran enceguecidos, sin juicio
a la par, en arcadas / fuego-látigos
   raudos bombeantes fuegos/ la sangre agranda
Extenuándose embrutecido magma/ arriba
                                                                             rasga
cráneo
                         caparazón
                                                   campana.

la voz perfora sombras entreteje
cuerpos: precámbrica piel-  diluye
tronar de tropas/ risas báquicas
el ánfora ósea osamenta espinal
  dolor verba-danzante/ hoguera:
Prosternación enfática: de lengua a lengua
Se abrevarán en ciénagas/ tábanos del mal
en partida piel: sierpe ondulante
lenta llaga/
bandera encumbrada: cárdeno parche estelar apura
Bisbiseo/ fisura erógena empalada
Mortalmente ante espurio altar exhibe
eufónica bayadera tu ofrenda final:
la milenaria cicatriz dormida
dueña y señora de su noche.


JOSÉ LUIS MACHADO


4 POEMAS

I

Entrar en ti
Y volver a sentir
En nuestras lenguas
Aquel palpitar de abejas
De nuestros sueños
Y caminar en deseos
Por la piel
De las manos que nos guían
Con sus aguijones
De sangre
De carne
De vida
E incrustarlos en tu alma.


II

¿Qué es el deseo?
Me preguntaste
El deseo es entrar en ti
Por primera vez
Y creer que
Para eso
Y únicamente para eso
He nacido.


III

Se la vio caminar entre sueños
Con sus largas piernas
Camino arriba
A monte
Aun con gotas de espesa lluvia
En los labios
Amaron a la virgen
Cuando la luna dormía
Nacieron a la hembra
Pura
Intensa
Mujer
Y ahora
Nada
Ni nadie
La detiene.


IV

Entrega:

Para tu piel
Un racimo de roces
Para tus senos
Un cardumen de manos
Para tu sexo
Una jauría de lenguas.


JOSÉ LUIS MACHADO


TIROS LIBRES / 4

Despuntaba el 1968 como un año agitado. París ardía y el stablishment culpaba al estallido juvenil. Martin Luther King era asesinado al igual que Robert Kennedy. Se estrenaba 2001 Odisea del Espacio de Stanley Kubrick. Los Beatles en la India con el Maharishi Maresh Yogi y la cantante africana Miriam Makeba traía su Pata Pata a Montevideo. Tres negros formidables bajaron los 100 metros llanos a menos de 10 segundos. Se jugaba el último clásico del barrio. Partido de hacha y tiza. Jugaron como nunca y empataron como siempre.

Aquella tarde y a pesar de los nubarrones la cancha de la cantera en Pueblo Victoria estaba de bote a bote, se jugaba el clásico del barrio. Cervando contra el Mediterráneo. Mi viejo había jugado para ambos equipos así que tenía amigos y enemigos en los dos. Aquella tarde llevaba puesta la blanqui-negra del equipo cervantino, tenía un número 2 grande y rojo en el dorsal, jugaba de back.

El golero era su mejor amigo, no recuerdo como se llamaba pero le decían El Pacha. Era un hombre alto ancho y con las manos como raíces de árboles. Siempre vestía prolijamente, usaba un bigote tupido y el pelo negro azabache al igual que su camiseta, planchado hacia atrás.

Aquella tarde había venido un periodista a cubrir el partido y al El Pacha se le había terminado la gomina.

-Che Luis ¿Tenés gomina vos?

Mi viejo tenía rulos y usaba el pelo largo y despeinado para parecer más malo.

-Bue…me voy a tener que poner jabón.

Hizo una pasta con el jabón y con sus manoplas alisó perfectamente el pelo de una sola pasada.

El partido comenzó, valía todo. La lluvia había aguantado 85 minutos. No se habían sacado ventaja y comenzó a diluviar. Al Pacha se le empezó a escurrir el jabón en los ojos. En una mi viejo le pregunta.

-¿Pacha estás bien? Tenés los ojos rojos.

-No pasa nada Luis vos pegale pa delante y si hay un tiro libre decime pa qué lado me tiro.

El partido terminó igualado, con mi viejo pinchando las nubes a pelotazos.
Se jugaba el último clásico del barrio. Partido de hacha y tiza.


Jugaron como nunca y empataron como siempre.

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