EL EVANGELIO SEGÚN EL TRAIDOR (LA MALDITA COMEDIA) - HUGO GIOVANETTI VIOLA

primera edición WEB

primera edición 2007: Caracol al Galope / elMontevideano Laboratorio de Artes

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Isabelino Pena subió casi corriendo al Templo pero antes de llegar a la Puerta Dorada salió a observar el desangramiento pascual que oscurecía el Cedrón. Pumba: ahora el cadáver del Iscariote sería irreconocible porque le acaban de robar la talita que compró el legionario.

-Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran -cantó con un taconeo de macaco a cuerda el detective mientras bordeaba la muralla. -Y si la murga se ríe uno se debe reír / no pensar ni equivocado / para qué si igual se vive / y además corrés el riesgo que te bauticen gil.

Y cuando cuerpeo el corso del pórtico más alto me enfrente con demasiada cucaracha rota como para localizar al mendigo sospechoso y lo único que se me ocurre es seguir de largo a Betania y en el puente de los Olivos me choco con Juan Marcos.

-Opa -pidió disculpas con una reverencia exagerada el viejo que ahora olía a yerba Canarias. -¿Nos conocemos?

El botija de pecas resplandecientes duda parpadeantemente y sonríe sin el menor desprecio:

-Ayer conocí a una señora de Tarso muy parecida a usted.

-Sí. A mi hermana gemela: Isabelina. La que tiene demonio alcohólico.

-Pero cree en el Rabuní.

-No me diga que usted es Juan Marcos. Qué increíbles son las tramas que nos hace tejer el Espíritu Santo.

ALMÁ 17:Y durante el viacrucis te abrigaste con la respiración de María de Nazaret y el perfume salvaje de la Magdalena pero al llegar al Gólgota se te volvió a acabar la PAX-LUX y lo único que escuchabas eran los martillazos que traspasaban a los hombres desnudos y cuando Jesús gritó desde lo alto Padre perdónalos porque no saben lo que hacen viste la luna que se había tragado en el Getsemaní rebrillando en un triángulo de carne invertido hacia abajo y después empezó a tronar y la gente se asustó como cuando llegaba el viento de la Dedicación y se les terminaba el aceite para cargar las lámparas: y el mediodía se puso todo negro y María y Jesús dijeron al mismo tiempo Tengo sed y empezaste a sentir que la tierra galopaba y un legionario gritó que el galileo era el Hijo de Dios y la gente dejó de burlarse y de pedirle que se salvara y entonces se abrió una grieta en la roca y viste subir ángeles y el Hijo quedó muy blanco y bajó a sostener en brazos a la Madre que ahora era una muchacha-estrella y alguien les avisó a los fariseos que se acababa de rasgar el velo del Templo y cuando Jesús volvió al sedile para morir encomendándose a Abba volvió el sol: y esa tarde te encerraste en la bodega con Nazareno porque Sara no tenía ganas ni de emborracharse y escuchaste al Iscariote y al Valiente peleando por unos siclos y un campo y sentiste que mucha gente había visto al maestro y a la madre flotando juntos en el terremoto aunque no supieran que los veían y te acordaste de la talita y pensaste que cada vida era igual a un pañolón que nos regala el altísimo y algunos lo perfuman y otros quieren destrozarlo pero siempre es precioso.

Isabelino Pena agregó:

-Yo voy para Betania. A buscar a mi nieta.

-Yo vengo de allá.

Y el futuro evangelista que fue capaz de jugar con Almá a las bodas o a los entierros o a las parábolas o a los milagros el mismo día que se ensoñaba entre unos tragos con Jesús me mide recortado en el bamboleo impresionista de los olivos y escarba:

-¿Piensa quedarse en Jerusalén?

-Mi hermana ya se fue. Y yo salgo mañana para un desierto que se llama Uruguay. En Tarso hay demasiado helenismo.

-¿Usted también es pañero?

-No, botija -se dio vuelta hacia el medio huevo áureo del Templo condenado a desaparecer Isabelino Pena. -Escritor de mis aventuras.

-Yo pienso escribir la historia del maestro.

-No te olvides jamás que el que cuenta es el altísimo y no vos. Nosotros aprendemos a escuchar las instrucciones de cuál es la corriente del Tiberíades que nos esconde el tesoro difícil de encontrar.

-Gran verdad.

-¿Sara también está en la casa de Rufo de Cirene?

-Sara no está en Betania.

Y siento que el eje planetario pega un sacudón de Conrad parecido al Apocalipsis.