jueves

CÉSAR VALLEJO - AUTÓGRAFOS OLVIDADOS


CUADRAGESIMOTERCERA ENTREGA


STEPHEN M. HART / ALGUNOS APUNTES SOBRE LOS AUTÓGRAFOS DE POEMAS HUMANOS ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ (2)


Poemas humanos (21)

‘Al revés de las aves del monte…’ (20 de noviembre, 1937) (31-32)

En este poema Vallejo ‘se refiere de forma velada a sus emociones con respecto al comunismo, y principalmente con respecto a tres figuras centrales de su vida política, Marx. Trotski y Stalin. (115) ‘Al revés de las aves del monte…’ ofrece pocos cambios en el autógrafo original; uno tiene la impresión de que, después dos meses de ardua composición de poemas día tras día, Vallejo tiene más tino en escoger su vocabulario y, por lo tanto, no necesita corregir tantas veces el primer borrador. En el v. 3 la expresión ‘voraz, en ébano’ (V1, v. 3) se sustituyó por ‘presa’ (V1 rev., v. 3), quizás con el objetivo de crear un equilibrio más adecuado entre lo abstracto y lo concreto. En la primera estrofa del poema la expresión ‘alzando su botón por su ser’ (V1, v. 4) se revisó varias veces con vocablos tales como ‘trofeos’ e ‘hijos’ antes de llegar a su forma definitiva de ‘con sus nietos pérfidos’ en la versión dactilográfica (V2, v. 5; Silva-Santisteban, III, 274).

Lo que el autógrafo en algunas ocasiones puede hacer es revelar el sentido original del poema antes de que se cubriera con un velo de poeticidad. En la versión original de la primera estrofa, por ejemplo, se leía: ‘que no hay / más amado en la cruz de la derecha, / ni más amigo en la cruz de la izquierda, / más que la cruz y el amigo / en el mundo que (…)’ (V1, vv. 5-9). Aquí Vallejo recurre a la técnica que expresa lo que ha llamado, en otra ocasión, la ‘locura en el arte’ puesto que la derecha y la izquierda se confunden, logrado ‘efectos magníficos, desastrosos’. (116) Después decidió cambiar aquellas palabras que se repiten en el primer estado del autógrafo. El vocablo ‘amado’ se sustituyó por ‘madera’, ‘amigo’ por ‘hierro’, y la segunda referencia a ‘cruz’ por ‘clavo’, todos ellos términos relacionados con la Pasión de Cristo. Mientras que, en el primer borrador, Vallejo había escrito unos versos con un sentido bastante claro (el ‘amado’ y el ‘amigo’ deben entenderse como metonimias de Cristo), posteriormente sacó aquellas palabras con un sentido demasiado transparente, sustituyéndolas por metonimias más complejas (‘madera’ y ‘hierro’ son imágenes que sustituyen poéticamente a la imagen de ‘Cristo’). (117) El poema también contiene otra técnica favorecida por Vallejo. Al tachar un vocablo raras veces lo hace desaparecer para siempre jamás; muchas veces la palabra se reintegra en otro lugar del poema. Tal es el caso, por ejemplo, de ‘pérfidos’, sustantivo tachado en el estado original del manuscrito (V1, v. 9); fue reemplazado por ‘zurdos’), para luego integrarse en otro segmento del poema (‘nietos pérfidos’; V1 rev., v. 4). La mayoría de los cambios parecen ser motivados por el deseo de evitar la repetición; ‘Vino’, por ejemplo, se transformó en ‘Se vio’ (V1, rev., v. 12), y ‘grande’ se suprimió en el v. 14 para evitar la repetición. En el v. 21 la versión original del manuscrito revelaba un uso excesivo del verbo ‘trenzar’ y sus derivaciones (‘trenzáronse las trenzas de cabezas y las trenzas’); se transformó en ‘trenzáronse las trenzas de los potros / la crin de las potencias’ (V2, vv. 21-22). En otros casos el lector tiene la impresión de que Vallejo cambia de idea al ver que el verso parece ir a ninguna parte, decide tacharlo y empezar de nuevo; tal es el caso de ‘aguantándose el tamaño que…’ (V1, v. 27). La segunda página del manuscrito presenta muy pocos cambios. El verso ‘¡qué año mejor que esa gente!’ (V3, v. 28) originalmente decía: ‘¡qué más espacio que ese…’ (V1, v. 29). El pecho de Walt Whitman era ‘en pelo’ (V1, v. 35) antes de ser ‘suavísimo’ (V2, v. 34; Silva-Santisteban, III, 276), y el tartufo sincero ‘juega a orillas’ (V1, v. 45) antes de llegar a la desesperanza (‘el tartufo sincero desespérase’; V2, v. 43). Es interesante notar que Vallejo, según este manuscrito demuestra, usa con toda naturalidad la forma enclítica del verbo (‘diseñóse’, ‘borróse’, ‘matáronla’; V1, v. 17; desespérase, V1, v. 45; ‘abátase’, V1, v. 49; ‘agítase’. V1, v. 51).


Notas

(116) Stephen Hart, Religión, política y ciencia en la obra de César Vallejo, 54.
(117) ‘Cuando los locos, además de ser locos, se meten, pues, a pintar, no son zurdos porque  (…) pintan casi con ambas manos o, al menos, ignoran, a la hora de pintar, cuál es su mano izquierda y cuál es su derecha, cuál es la luz y cuál es la sombra, cuál es el simple punto y cuál la línea. Y sus cuadros, por consiguiente, resultan magníficos, desastrosos’; ‘La locura en el arte’, Artículos y Crónicas (1918-1939), 170-72 (371).
(118) Para una discusión excelente del papel importante desempeñado por la metonimia en la poesía vallejiana, véase Nadine Ly, ‘L’ordre métonymique dans le discours poétique de César Vallejo’, Co-textes, 10 (1985), 11-57.

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