martes

EL EVANGELIO SEGÚN EL TRAIDOR (LA MALDITA COMEDIA) - HUGO GIOVANETTI VIOLA

VIGESIMOTERCERA ENTREGA


23


Isabelino Pena llegó al claro rocoso y entulado por los olivos donde rebrillaba el pajarerío y se levantó el pollerón.
-¿Es aquí?
-Más o menos. Yo estaba en la cabaña y me desperté recién cuando se lo llevaron. Me asombra cómo sabe tan bien lo que pasó.
-¿Acabamos de ver caerse un ejército de listones que me sacó al diablo de las pezuñas y te asombra que adivine algo?
-El maestro hubiera dicho que tengo poca fe.
-Y dice que antes que lo prendieran rezó y sudó sangre.
-Eso los soñamos todos. Los once discípulos y yo. Y también soñamos que apoyaba la cabeza en la roca.
-¿Me podés dejar sola?
El muchacho se va tremolando como un velero anaranjado y me hinco a besar el suelo y siento que si apareciera una culebra se asustaría de mí:
-No quisiera perderlas, Señor. Este infierno no tiene fondo pero hay un cielo tuyo que alcanza para todos.
El detective empezó a secretear Avemarías y Padrenuestros disneicos y de golpe un suavísimo rascar de patas que lo hizo darse vuelta:
-Nazareno, carajo.
-Vos dirás -me acaricia el azul sobrehumano del perrazo.

SARA 12: El lunes de Pascua Jesús empezó a enseñar temprano en el Templo y supiste que Elkder y Elkbio ya no iban a seguirte y saliste por la Puerta Sterquilinia y bordeaste la muralla en dirección al Palacio de Herodes y repechaste la Calavera y después te entreveraste con el gentío aunque por más que te acorazaras la negrura del mantón y el turbante y el velo tu chuequera y tus pechos campaneaban devastadoramente y te sentías deseada hasta por los onagros y al llegar a la Puerta de Benjamín aceptaste que ibas a buscar a Rufo de Cirene y no te importó que Almá no te hubiese avisado que se quedaba en el Getsemaní: hacía tiempo que bajabas a Betania porque el vino se había vuelto más importante que casi todo y mientras embestías a contramano al corso de peregrinos de última hora escuchaste comentar que los fariseos querían matar a Lázaro y que el Mesías podía ser coronado antes del viernes y te quedó clarísimo que Esteban el Valiente era un Amós de Tarso disfrazado de justo pero tenía razón en todas las discusiones donde no entendías bien si Judas se sentía una novia celosa de Jesús o quería ser Jesús aunque fuera evidente que creía más en el maestro que el bruto de Pedro: Rufo estaba comiendo abajo de una higuera con los albañiles de un palacete igual al de los Marcos y corrió a recibirte como un recién casado y te dejaste levantar el velo y cuando te espejaste en la espesura amielada del muchacho-hombre peinado con trencitas se te puso colorada hasta la calavera pero dijiste El Hijo de Dios sabe que lo van a condenar a muerte esta semana y vine para pedirte que si Dios lo abandona no sueñes más conmigo.

Isabelino Pena se persignó:
-Puedo haberme portado a cada rato como un viejo de mierda pero voy a salvarlas. Porque hace tiempo que tengo dos almas, igual que todos los locos de este mundo: la de la humanidad y la mía.
-No es lo mismo ser un viejo de mierda que un borracho de mierda -levanta la pata sobre un olivo muy retorcido Nazareno. -Y lo único que le pidió Jesús al mundo fue que se curara antes de la parusía.
-Pero la curación es terrible.
-Los hijos de David saben quién es Goliat.
-Preciso que me lleves a ver a Almá.
-¿Ya sabés dónde está?
-No.
-Entonces no te llevo.
-Por lo menos mostrame el lugar donde lloró el maestro.
El perrazo se sentó sobre las patas traseras y el viejito tuvo que arrepollarse carnavalescamente el vestido para poder montarlo.
-Coño, se me ve el saq.
-Se te ve todo, hermano.
-Como en la cruz.
-No te olvides que la cruz es el último lugar preparado para que nos portemos bien.

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