jueves

AUTÓGRAFOS OLVIDADOS - CÉSAR VALLEJO


VIGESIMOCTAVA ENTREGA

STEPHEN M. HART / ALGUNOS APUNTES SOBRE LOS AUTÓGRAFOS DE POEMAS HUMANOS ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ (2)


Poemas humanos (12)

‘El libro de la naturaleza’ (21 de octubre, 1937) (17)

En ‘El libro de la naturaleza’ Vallejo se describe a sí mismo como poète-mage en el acto de ‘leer’ las hojas de un árbol, específicamente un tilo, a orillas del río Marne. Después de leer los ‘naipes’ de las hojas, el alumno (Vallejo) saca el ‘rey precoz’ de la muerte. (71) El autógrafo de este poema es el que más obstáculos ofrece al lector; muchas palabras en el primer estado del autógrafo son ilegibles. Sin embargo, el poema demuestra la misma tendencia notada en otros manuscritos vallejianos: limpiar el poema, para Vallejo, evidentemente, significa hacerlo más ambiguo, convertirlo en un juego cerebral. El tilo ‘a la orilla del Marne’ (V3, v. 3; Silva-Santisteban, III, 205) que generó el poema, según el autógrafo sugiere, fue descrito durante una fuerte tormenta con relámpago, lo que explica la fuerza, casi podríamos decir, la exageración retórica que caracteriza algunas de sus imágenes. (72) Pero este contexto empírico se eliminó poco a poco del poema, mediante el proceso de la revisión. El v. 5 del autógrafo, por ejemplo, se refería originalmente a ‘Rector de los capítulos del trueno’ (V1, v. 5), antes de convertirse en ‘Rector de los capítulos del cielo’ (V3, v. 7). El v. 11 en un principio se iniciaba con una alusión al árbol ‘tormentoso’ (V1, v. 11), que luego fue tachado; después de la revisión el árbol se proyecta simplemente como ‘fluvial’ y ‘doble’ (V2, v. 14; Silva-Santisteban, III, 204). En la última estrofa del primer estado del poema Vallejo se refería no solamente a ‘la tormenta’ sino también al ‘relámpago’ (V1, v. 20), pero las dos alusiones fueron suprimidas durante la revisión del autógrafo. El verso original, ‘Oh técnico del brazo a brazo en la tormenta’ (V1, v. 20, tachado), fue sustituido por otro en el que se alude al ‘brazo abrazo en el relámpago’ (V1, rev., v. 20), pero, posteriormente, fue eliminado por completo. En todos los casos es inevitable deducir que Vallejo intenta ocultar el origen empírico del poema. Si el lector sabe que Vallejo en este poema describe un árbol durante una fuerte tormenta, son mucho más comprensibles versos como ‘Técnico en gritos’ (V3, v. 13).

Otro aspecto de ese poema que merece destacarse es la atención que Vallejo evidentemente ponía en la estructuración fonética del mismo. Cuando, por ejemplo, decidió tachar los dos adjetivos, ‘fantástico, fluvial’, en el verso ‘Técnico en gritos, árbol fanático, fluvial’ (V1, v. 10), que luego se convirtió en ‘Técnico en gritos, árbol consciente, fuerte’ (V2, v. 13), es evidente su interés en recurrir a los mismos adjetivos en el verso siguiente, pero esta vez crea un espacio entre ellos para que el verso obtenga un eco fonético, casi una rima interna: ‘fluvial, doble, solar, doble, fanático’ (V2, v. 14). Dado el equilibrio proporcionado por la repetición del adjetivo ‘doble’, y el hecho de que la fuerza centrífuga del verso se centre en el vocablo ‘solar’, el verso parece ahora estructurado alrededor de una rima interna. En efecto es solamente a través del estudio del autógrafo que es posible detectar esta manipulación fonética. De otra manera podría pasar inadvertida. El autógrafo es revelador en cuanto a un aspecto particular del poema. El verso, ‘su rey precoz, telúrico, volcánico, de espadas’ (V3, v. 18), en un principio decía: ‘su rey precoz, satánico, mortal, de espadas’ (V1, v. 16), lo que confirma que este verso alude a muerte.


Notas

(70) En un artículo, ‘Aniversario de Baudelaire’, Vallejo escribió lo siguiente con respecto al murciélago, lo que de muestra que, para el poeta peruano, simbolizaba una mezcla de lo alto y lo bajo: ‘el murciélago -ese ratón alado en las bóvedas, esa híbrida pieza de plafones- tiene el instinto de la altura y, al mismo tiempo, el de la sombra. Es natural del reino tenebroso y, a la vez, es habitante de las cúpulas. Por su doble naturaleza -de vuelo y de tiniebla- se diría que posee la sabiduría en la sombra y se diría que cae para arriba…’ ; véase Artículos y Crónicas (1918-1939), 413-14 (414)
(71) Para una discusión de este poema, véase Stephen Hart, “Vallejo’s Kind of Swords: The Portrayal of Nature in El libro de la naturaleza’, Hispanic Journal, 19 (1999), 69-76.
(72) Para una discusión del uso del lenguaje en la obra de Vallejo véase Roberto Paoli, ‘El lenguaje conceptista de César Vallejo’, Cuadernos Hispanoamericanos, 454-55 (1988), 945-59.

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