VIGESIMOSEXTA ENTREGA
La integración de América en el pensamiento de Perón (4)
(Conferencia del 22-VIII-1996)
En el Mercosur se abren las posibilidades de un mercado gigantesco que la Argentina no tuvo nunca, con relativa seguridad pero mucho más competitivo. Ahora, si Argentina no compite ni con Chile ni con Brasil es porque no compite con nadie; entonces, que se jubile. Me parece que es el derrumbe del sueño de la Argentina Industrial sola; que definitivamente el futuro de la Argentina Potencia sola no era el de Perón, pero se conservó en la Argentina y lo conservaron en parte sectores del peronismo. En los años años '80 se liquidó. Una Argentina con deuda externa creciente, una Argentina que cae en la hiperinflación absoluta, en la liquidación y el desfonde definitivo de una estructura relativamente cerrada, constituida sobre la sustitución de importaciones, en círculo cada vez más incompetente.
En Brasil también se produjo el derrumbe del modelo de sustitución de importaciones, bajo otras modalidades.
Pero digamos claramente: si no hubiera existido tal modelo de sustitución de importaciones hubiera sido mucho peor. Nuestras sociedades alcanzaron una multiplicidad de capacidades y posibilidades, de las que el modelo liberal agroexportador era ya mucho más incapaz.
Por suerte hubo entonces sustitución de importaciones y se dio una diversificación interna extraordinaria, que no era la normal en una sociedad agraria de gran simplicidad. Aparecieron ingenieros, técnicos de toda índole, empresarios nuevos… es decir, hubo un enriquecimiento extraordinario de todas las sociedades dependientes, tanto en la Argentina como en Brasil. Hubo una calificación del capital humano y oportunidades que la sociedad agroexportadora ya no daba.
En 1951 Perón ya responde inequívocamente: señalaba que el modelo de sustitución de importaciones necesitaba una ampliación gigantesca del mercado interno, relativamente amparada por una nueva unión aduanera para que, logrando economía de escalas, pudiera alcanzarse una verdadera competitividad. Por eso su respuesta es el Nuevo ABC.
El hablador es Perón, Vargas es el silencioso. Brasil todavía no había llegado al agotamiento de ese camino, pues tenía justamente un mercado interno virtual mucho más amplio, Vargas no estaba tan urgido como Perón. Perón sí estaba acorralado, y la paradoja va a ser que el que se tenga que pegar un tiro sea Vargas.
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