9 MESES(inédito)
Durante nueve meses
Dios / el verbo de Dios /
latía dependiendo
del humano
corazón de María.
Y en su mar interior
oscura / a 37 grados /
lenta –placenteramente-
flotaba la futura
Luz del mundo…
APARICIO Y LA NIÑA
(inédito)
Alguien me contó que su abuela le contaba:
Tenía trece años. Había que evacuar
Melo por un ejército salvaje y colorado.
Llovía. Yo iba con mi familia
sentada en el pescante de un charré
o landó de vestido y zapatitos blancos.
Un hombre comandaba la estampida
/ a los gritos / de barba y poncho mojados.
Yo vi en los estribos de plata sus pies
descalzos. Al verme, asombrada, mirarlo,
dulcemente sonrió cuando paso a mi lado.
Todavía lo recuerdo. Aparicio cabalgando
vuelve / desde la infancia / en una mezcla
de aromas conmovedor y extraño:
Huelo a tierra mojada y a lavanda,
a hombre y a caballo…
AL FLACO ALFREDO
(de “Los pájaros azules y otros tangos”)
Y llegas / flaco Alfredo / con tu traje cruzado y tu corbata.
Con tus lentes, los de mirar de adentro el alma de las cosas.
Con tu cara -aindiada de cejas ondulantes- con tus manos
gorrionas en el aire. Con tu negra cabellera engominada.
Vienes por las noches gastadas de alcoholes y palabras.
Fraternales, de sueños compartidos y de lunas altas
agrisadas en humos de cigarros... Ayer ensangrentadas
por la España herida... Y, después, por ésta y otras patrias.
Vienes, flaco, entre azules overoles y panes y pancartas
entre vientos y banderas muchachos y muchachas.
Vienen contigo maestros, panaderos, pescadores. Oficios
de la vida pobre. Los cantores, los poetas, las guitarras.
Todavía hay tanto frío en el mundo que da lástima.
Que da vergüenza ajena -o propia- que sigue dando rabia.
Hasta que llegas, con tu dura ternura -cual Dios manda-
recordando que "sólo desde el pie crece la planta..."
Por eso en este tiempo de entreveros. De fichas y barajas.
De espejos de colores. De luces buenas y de luces malas,
es tu voz, por nosotros, la que canta profunda y clara
de cantor: "En mi país, que tristeza
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