
PASO DE BAILE
Diego Abelenda
Escena 1
Cocina de una casa, un hombre y una chica adolescente.
Vicky (entrando a la cocina): ¡¿Ya estás desayunando?! No me esperaste, ¿eh?
Francisco (sentado a la mesa): Tengo que salir temprano. Esta semana me toca visitar a los clientes de Paysandú.
Vicky: Antes que te vayas te tengo que decir algo.
Francisco (levantándose): Dale.
Vicky: Estoy embarazada.
Francisco (sentándose): QUEEEEE.
Vicky: Sí.
Francisco: ¿Y cómo pasó?
Vicky: Un espermatozoide sobrevivió y fecundó un óvulo.
Francisco: ¡Siempre la misma guaranga!
Vicky: ¿Qué querés que te diga?
Francisco: Tenés razón. Hago cada pregunta.
Vicky: No lo voy a tener.
Francisco: ¿CÓMO?
Vicky: Lo que oíste. No lo voy a tener.
Francisco: PARÁ PARÁ PARÁ un poquito. No sé si estoy dormido todavía o qué, pero no logro asimilar lo que estoy escuchando.
Vicky: No entra dentro de mis planes.
Francisco: ¿TUS PLANES?
Vicky: Sí. Un embarazo ahora me lo complica todo.
Francisco: Aaaahhh ¡Qué bien! Querés matar porque según vos, te lo complica todo.
Vicky: Es mi cuerpo. Es mi decisión.
Francisco: ¿VOS ESTÁS CONSCIENTE DE LO QUE ESTÁS DICIENDO?
Vicky: MUY consciente. ¿Te creés que no siento la vida que va creciendo aquí adentro?
Francisco: ¿Entonces?
Vicky: Pero quiero ser yo, por una vez en mi vida.
Francisco: ¡¿Qué decís?!
Vicky: Que hasta ahora fui la que vos y mamá quisieron que fuera. Nunca me dejaron expresarme.
Francisco (riéndose): ¡¿Expresarte?!
Vicky (comienza a dar unos pasos de baile): Sí. Así.
Francisco: ¡¿Qué hacés?!
Vicky: Lo que REALMENTE quiero hacer. Esto es mi vida, bailar.
Francisco: ¡No m’hijita! Todavía sos menor de edad, vivís en esta casa y vas a ser lo que tus padres te dicen. Vos vas a entrar a la facultad.
Vicky: ¡Antes muerta! Yo voy a ser bailarina.
Francisco: ¡Vos vas a seguir una carrera como tu madre! Eso ya está decidido. Mirala ahora en un congreso en Francia.
Vicky: ¡¿Y?!
Francisco: ¡¿Vos querés morirte de hambre como el bailarín de mierda de tu novio?!
Vicky: Es un empresario. Tiene una academia de baile.
Francisco: JA. No me hagas reír. Da clases de salsa en un salón prestado.
Vicky: Vos no entendés, papá.
Francisco: Entiendo ¡Y entiendo muy bien! Quiero lo mejor para vos. La vida de un artista es una mierda. Eso no es trabajo.
Vicky: ¡Es trabajo, sí!
Francisco: TRABAJO es lo que hago yo abriendo la ferretería a las ocho de la mañana, visitando clientes en el interior, durmiendo en hoteluchos de cuarta y rompiéndome el culo doce horas por día.
Vicky: ¡Qué cerrado que sos! Y eso que esperé a hablarlo a solas contigo. Pensé que vos si me entenderías.
Francisco: Eso te lo debe de haber metido en la cabeza el flaco marica ese... Bailarín, ja.
Vicky: ¡No hables así de mi novio! Él no tuvo nada que ver. Es una decisión mía. Es lo que realmente siento hacer.
Francisco: ¿Y en la decisión del aborto tampoco tiene nada que ver?
Vicky: Él está de acuerdo conmigo. Pasado mañana es el día.
Francisco: Traer una vida al mundo, eso es algo maravilloso. Es un regalo de Dios, no podés decidir matar por él.
Vicky: Basta, papá. No sigas sermoneándome.
Francisco: No actuaron con responsabilidad. No es pavada traer un hijo a este mundo.
Vicky: Por eso no quiero traerlo.
Francisco (golpea fuerte con la palma de la mano la mesa): BASTA, VICKY. Vas a seguir con el embarazo y vas a ir a la facultad. NO SE HABLA MÁS.
(Vicky se sobresalta y queda en silencio.)
Francisco: Lamentablemente ahora me tengo que ir, pero mañana de noche ya estoy de vuelta.
Escena 2
Francisco llega a la casa.
Francisco (cerrando la puerta): ¡Vicky! ¡Llegué!
Tira un bolso y un saco que traía puesto sobre un sillón.
Francisco: ¡Vicky! ¡¿Dónde estás?!
Comienza a caminar buscándola.
Francisco: ¡Me volví loco ayer llamándote y llamándote para decirte que se había roto el puto auto y llegaba recién hoy!
Se dirige al cuarto de Vicky.
Francisco (abriendo la puerta del cuarto): Nunca me contestaste.
Vicky está tirada en la cama boca arriba. En la mesita de luz hay cajas de remedios abiertas, blísteres de pastillas vacíos y un vaso de agua.
Francisco: ¡Vicky!
Vicky no responde.
Francisco (entra al cuarto, mira la mesita de luz y se desespera) : ¡Vicky! ¿QUÉ HICISTE?
Francisco sacude a Vicky y le da unos suaves cachetazos, ella no reacciona, le toma el pulso. Francisco busca en sus bolsillos, saca su celular y hace una llamada.
Escena 3
Cuarto de Vicky, ella acostada y Francisco sentado en la cama.
Francisco: A ver... reíte un poquito, ya estamos en casa. Ya te sacaron toda esa porquería de adentro.
Vicky no se ríe.
Francisco: ¿Por qué no me contestabas el teléfono ayer?
Vicky: Estaba enojada contigo.
Francisco: Sé que a veces soy un poco duro, es que me cuesta expresar lo que siento y decirte cuanto te quiero.
Vicky: Me doy cuenta.
Francisco: No sabés cómo me gusta verte bailar.
Vicky esboza una leve sonrisa.
Francisco: Así me gusta, que te rías un poquito.
Vicky continúa sonriendo.
Francisco: Viéndote así me voy más tranquilo a buscar a mamá al aeropuerto.
Vicky: Antes que te vayas te tengo que decir algo.
Francisco: ¿Qué pasa?
Vicky: No aborté.
Francisco: QUÉ.
Vicky: Lo que oíste, papá.
Francisco (le da un beso en la frente, se levanta y hace el mismo paso de baile que había hecho Vicky en la cocina, murmurando afeminadamente): Me dieron hasta ganas de bailar a mí. ¿Cómo era? ¿Así?
Diego Abelenda
Escena 1
Cocina de una casa, un hombre y una chica adolescente.
Vicky (entrando a la cocina): ¡¿Ya estás desayunando?! No me esperaste, ¿eh?
Francisco (sentado a la mesa): Tengo que salir temprano. Esta semana me toca visitar a los clientes de Paysandú.
Vicky: Antes que te vayas te tengo que decir algo.
Francisco (levantándose): Dale.
Vicky: Estoy embarazada.
Francisco (sentándose): QUEEEEE.
Vicky: Sí.
Francisco: ¿Y cómo pasó?
Vicky: Un espermatozoide sobrevivió y fecundó un óvulo.
Francisco: ¡Siempre la misma guaranga!
Vicky: ¿Qué querés que te diga?
Francisco: Tenés razón. Hago cada pregunta.
Vicky: No lo voy a tener.
Francisco: ¿CÓMO?
Vicky: Lo que oíste. No lo voy a tener.
Francisco: PARÁ PARÁ PARÁ un poquito. No sé si estoy dormido todavía o qué, pero no logro asimilar lo que estoy escuchando.
Vicky: No entra dentro de mis planes.
Francisco: ¿TUS PLANES?
Vicky: Sí. Un embarazo ahora me lo complica todo.
Francisco: Aaaahhh ¡Qué bien! Querés matar porque según vos, te lo complica todo.
Vicky: Es mi cuerpo. Es mi decisión.
Francisco: ¿VOS ESTÁS CONSCIENTE DE LO QUE ESTÁS DICIENDO?
Vicky: MUY consciente. ¿Te creés que no siento la vida que va creciendo aquí adentro?
Francisco: ¿Entonces?
Vicky: Pero quiero ser yo, por una vez en mi vida.
Francisco: ¡¿Qué decís?!
Vicky: Que hasta ahora fui la que vos y mamá quisieron que fuera. Nunca me dejaron expresarme.
Francisco (riéndose): ¡¿Expresarte?!
Vicky (comienza a dar unos pasos de baile): Sí. Así.
Francisco: ¡¿Qué hacés?!
Vicky: Lo que REALMENTE quiero hacer. Esto es mi vida, bailar.
Francisco: ¡No m’hijita! Todavía sos menor de edad, vivís en esta casa y vas a ser lo que tus padres te dicen. Vos vas a entrar a la facultad.
Vicky: ¡Antes muerta! Yo voy a ser bailarina.
Francisco: ¡Vos vas a seguir una carrera como tu madre! Eso ya está decidido. Mirala ahora en un congreso en Francia.
Vicky: ¡¿Y?!
Francisco: ¡¿Vos querés morirte de hambre como el bailarín de mierda de tu novio?!
Vicky: Es un empresario. Tiene una academia de baile.
Francisco: JA. No me hagas reír. Da clases de salsa en un salón prestado.
Vicky: Vos no entendés, papá.
Francisco: Entiendo ¡Y entiendo muy bien! Quiero lo mejor para vos. La vida de un artista es una mierda. Eso no es trabajo.
Vicky: ¡Es trabajo, sí!
Francisco: TRABAJO es lo que hago yo abriendo la ferretería a las ocho de la mañana, visitando clientes en el interior, durmiendo en hoteluchos de cuarta y rompiéndome el culo doce horas por día.
Vicky: ¡Qué cerrado que sos! Y eso que esperé a hablarlo a solas contigo. Pensé que vos si me entenderías.
Francisco: Eso te lo debe de haber metido en la cabeza el flaco marica ese... Bailarín, ja.
Vicky: ¡No hables así de mi novio! Él no tuvo nada que ver. Es una decisión mía. Es lo que realmente siento hacer.
Francisco: ¿Y en la decisión del aborto tampoco tiene nada que ver?
Vicky: Él está de acuerdo conmigo. Pasado mañana es el día.
Francisco: Traer una vida al mundo, eso es algo maravilloso. Es un regalo de Dios, no podés decidir matar por él.
Vicky: Basta, papá. No sigas sermoneándome.
Francisco: No actuaron con responsabilidad. No es pavada traer un hijo a este mundo.
Vicky: Por eso no quiero traerlo.
Francisco (golpea fuerte con la palma de la mano la mesa): BASTA, VICKY. Vas a seguir con el embarazo y vas a ir a la facultad. NO SE HABLA MÁS.
(Vicky se sobresalta y queda en silencio.)
Francisco: Lamentablemente ahora me tengo que ir, pero mañana de noche ya estoy de vuelta.
Escena 2
Francisco llega a la casa.
Francisco (cerrando la puerta): ¡Vicky! ¡Llegué!
Tira un bolso y un saco que traía puesto sobre un sillón.
Francisco: ¡Vicky! ¡¿Dónde estás?!
Comienza a caminar buscándola.
Francisco: ¡Me volví loco ayer llamándote y llamándote para decirte que se había roto el puto auto y llegaba recién hoy!
Se dirige al cuarto de Vicky.
Francisco (abriendo la puerta del cuarto): Nunca me contestaste.
Vicky está tirada en la cama boca arriba. En la mesita de luz hay cajas de remedios abiertas, blísteres de pastillas vacíos y un vaso de agua.
Francisco: ¡Vicky!
Vicky no responde.
Francisco (entra al cuarto, mira la mesita de luz y se desespera) : ¡Vicky! ¿QUÉ HICISTE?
Francisco sacude a Vicky y le da unos suaves cachetazos, ella no reacciona, le toma el pulso. Francisco busca en sus bolsillos, saca su celular y hace una llamada.
Escena 3
Cuarto de Vicky, ella acostada y Francisco sentado en la cama.
Francisco: A ver... reíte un poquito, ya estamos en casa. Ya te sacaron toda esa porquería de adentro.
Vicky no se ríe.
Francisco: ¿Por qué no me contestabas el teléfono ayer?
Vicky: Estaba enojada contigo.
Francisco: Sé que a veces soy un poco duro, es que me cuesta expresar lo que siento y decirte cuanto te quiero.
Vicky: Me doy cuenta.
Francisco: No sabés cómo me gusta verte bailar.
Vicky esboza una leve sonrisa.
Francisco: Así me gusta, que te rías un poquito.
Vicky continúa sonriendo.
Francisco: Viéndote así me voy más tranquilo a buscar a mamá al aeropuerto.
Vicky: Antes que te vayas te tengo que decir algo.
Francisco: ¿Qué pasa?
Vicky: No aborté.
Francisco: QUÉ.
Vicky: Lo que oíste, papá.
Francisco (le da un beso en la frente, se levanta y hace el mismo paso de baile que había hecho Vicky en la cocina, murmurando afeminadamente): Me dieron hasta ganas de bailar a mí. ¿Cómo era? ¿Así?
























No hay comentarios:
Publicar un comentario