lunes

GUIONES ELABORADOS EN LA ESCUELA DE CINEASTAS DEL URUGUAY


VESTUARIO DE ALMAS

Maximiliano Bianchi

Escena 1

Una mujer sesentona y su hija cuarentona van caminando por la calle.

Hija: Dale, mamá, que llegamos tarde.

Madre: Pará, Andrea. A mi edad ya no puedo andar a las corridas.

Hija: Dejate de joder, mamá. Y caminá que si llegamos tarde no nos dejan entrar.

Madre: Es una obra de teatro. Tampoco te va a cambiar la vida si no la ves.

Hija: Ay, mamá. Caminá y callate.

Escena 2

Un actor y una actriz en un camarín teatral. Él se está vistiendo y ella maquillándose frente a un espejo.

Él: Te acordás del final, ¿no?

Ella: Sí… ¿Cuántas veces me lo vas a preguntar?

Él: Bueno, es que uno tiene que estar seguro de las cosas. En el preestreno nos movimos a destiempo los dos.

Ella (riéndose con ironía): ¿Y vos me hablás de estar seguro?

Él: ¿De qué te reís, Mónica?

Ella: ¿Al final qué vas a hacer con lo nuestro?

Él: No me jodas con eso ahora, Mónica. Yo siempre te dejé claro que lo nuestro era un touch and go y nada más. Siempre fui honesto contigo.

Ella: ¿Y con tu mujer te parece que sos honesto?

Él: Mirá, te voy a ser muy sincero. Yo me enganché con vos porque a mi mujer le encontraron un problema cardíaco y cualquier emoción fuerte le puede provocar un infarto.

Ella: Y eso qué tiene que ver con nosotros.

Él: Que lo de mi mujer me desbordó. Y como la quiero tanto terminé buscando algo para sacármela de la cabeza. Esa es la verdad, Mónica.

Ella: Entonces vendrías a ser un hijo de puta honesto y desbordado.

Él: Te prometo que después de la función hablamos de esto. Dale que ya dieron sala. Acordate al final de rallentar la salida para el apagón haga vivir la paz de tu mundo interior.

Ella: No me rompas más las pelotas, marido de vacaciones por enfermedad.

Escena 3

Los actores protagonizan la escena final de la obra. En la primera fila están sentadas la mujer sesentona y su hija cuarentona.

Actriz: ¿Y entonces qué es el amor para vos?

Actor: Lo que siente un martín pescador cuando le pesca alimentos al río.

Actriz (empezando a salir de escena): Ya te entendí. Entonces lo único que me queda es escaparme a mi oscuridad de oro.

Él se agarra la cara esperando el apagón pero ella vuelve a entrar de golpe, paralizándolo.

Actriz: Lo nuestro termina acá, pero te deseo que vuelvas con tu pareja y la puedas rehacer. Los amores touch and go son como los escenarios de los teatros, llenos de hombres virtuales que se escapan de los ríos donde se pesca lo que importa. La verdad duele pero cura, Joaquín.

Actor (grita después que ella sale corriendo y se produce el apagón final): Yo también entendí.

Escena 4

La mujer y la hija de vuelta en su casa.

Hija: ¿Viste qué lindo lo que dijo del martín pescador? Yo sentí que me lo estaba diciendo a mí.

Madre: Dejate de joder, Andrea. Le pagan para eso. Y además el que hablaba era el personaje y no Gabriel.

Hija: Sí, obvio. Pero no me vas a decir que no te conmovió.

Madre: A mí lo que me conmovió fue lo que dijo ella al final. Ese personaje es lo que yo llamo una mujer con ovarios.

Hija: Pero Gabriel hace mil años que no me dice algo lindo. Yo lo siento tan lejos. No le tendría que haber mentido cuando tuve la arritmia.

Madre: Por lo menos no te dejó. Y además ni se pelean: ¿qué más querés? Vos ya tenés 40 y tu padre me dejó con 38.

Hija: Pero lo que yo perdí fue la magia de Gabriel.

Madre (riéndose): ¿De qué magia me hablás? Mirá que Don Quijote no existió: lo inventó Cervantes, nena.

Hija: Pero me aconsejastes mal. Después que le inventé lo del infarto sentí como si se me empezara a escapar para siempre.

Madre: A los 40 todos te roncan en la oreja, nena.

Hija: ¿Y vos cómo sabés si papá te dejo antes de los 40 y después no te agarró nadie?

Madre: Mirá que si lo dejás ahora te vas a morir sola, Andrea. Y además él nos banca. No seas estúpida.

Hija (gritando): ¿Vos sabés que yo nunca pensé que pudieras ser tan hija de puta, mamá?

Mamá: ¿Y también te pensaste que yo quería a tu padre? Si siempre fue un desastre en la cama. Lo cagué toda la vida, mija. Lo malo es que ya antes de llegar a los 40 me cambió tanto el cuerpo que no me bancó más.

Hija: Terminala, mamá. ¿Sabés que me empezaste a dar asco de golpe?

Mamá: Asco das vos con esas flacideces. Hay que tener ovarios para aceptar la vida, nena. A los 40 Newton no nos perdona (carcajea). Los espejos no mienten.

Hija (levantándose para irse): Andá a cagar, mamá.

Escena 5

Andrea mirándose desnuda en el espejo de su cuarto.

Andrea: Por lo menos todavía tengo los ojos llenos de amor. Y la culpa de que no quieras seguir pescándolo entre todas estas arrugas es mía, Gabriel. Hoy te vas a enterar de la verdad aunque después me dejes: se acabó la telenovela de la cardíaca.

Escena 6

Gabriel entra al dormitorio y se sienta en la cama al lado de Andrea.

Andrea (mientras él la peina): Uau. Hace mucho que no me tocabas con ganas de desnudarme. Me encantó la obra, Gabriel.

Gabriel: Menos mal que te decidiste ir hoy. Porque acabamos de pelearnos mal con Mónica en el camarín y no va a haber más funciones.

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