una blognovela de
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
HUGO GIOVANETTI VIOLA
adaptada para el cine por
ÁLVARO MOURE CLOUZET
TRIGESIMOPRIMERAENTREGA
121 / CUÑADA
Uriel Murro hizo pasar a la hermana menor de su futura esposa comiendo una milanesa al pan. La muchacha se llamaba Amparo y bamboleaba una esculturalidad quinceañera especializada en asediar a los curas.
-Disculpá el desorden, Ampi -terminó de masticar el refuerzo y se le dulcificaron los bigotes al galán cuarentón. -¿No andás muy desnudita?
-A lo mejor te vienen ganas de violarme. Tomá. Dice Silvia que son los únicos libros que le quedan de García Márquez.
-A ver. Bárbaro: no leí ni El general en su laberinto ni El amor en los tiempos del cólera.
-Pa. En cualquiera se nota salado que el loco es un degenerado peor que vos.
El abogado y locutor televisivo fue a buscar el saco al dormitorio disimulando una mueca tirante y al volver encontró a la chiquilina perniabierta en el sofá:
-¿No lo caliento, doctor?
-¿Te arrimo hasta tu casa? Dale, que se me hizo tardísimo.
-¿Sabés que yo me ratoneo contigo desde que jugaban al tennis con mi padre?
-Dale, Ampi. Por favor.
Entonces la muchacha de largas crines rubias se arrancó la camisa y el bikini y empezó a chuparse el crucifijo:
-Todavía les falta un mes para casarse. ¿Quién se puede enterar?
-El que se entera es Dios, mijita -se agachó el hombre para agarrarse la cabeza con los sobacos empapados.
-¿Y cuando te empezaste a cojer a mi hermana Dios no te importaba?
Ahora Murro se sentó en el parqué murmurando:
-Yo creo de verdad. Y cada vez que cagaba a mi mujer sentía como si me entrara mierda en el alma y ahora estoy enamorado de verdad otra vez.
-¿Y cuánto vas a demorar en cagar a mi hermana?
-Me divorcié del mal, también.
-Bueno, vas a tener que seguir pecando un poco. Porque le entré a la compu de mi madre y encontré todos los correos que se mandaron en la otra Navidad y si no me cojés ya se los muestro a mi padre y a mi hermana. Rápido. Desnudate.
-¿Me esperás un momento?
-Te espero toda la vida.
-No: un momento, nomás. Lo que duran un Ave María y un Padrenuestro.
Amparo carcajeó y después que el hombre se agarró las manos con una devoción ojicerrada y se desnudó le viborearon dos rías muy doradas desde la vulva:
-¿Sabías que la mina de En Trozos filmó a Leonardo Regusci con el celu en el country? Mis tías estaban al lado y la vieron. ¿Y? ¿Todavía no se te paró?
-No se me va a parar.
-Entonces voy a tener que mostrarle los correos a mi padre y a mi hermana.
-La verdad nos hace libres, Amparo. Por algo apareció.
122 / GAMBITO
-Tampoco es justo decir que Federica lo mató -le aceptó un rocktail artiguense Rigoletto a Johnny, que ya estaba muy duro y muequeaba con una pendularidad impasiblemente cetácea. -Y además trajo al santo.
-Así que la Cadáver te la chupaba rezando el Nadanuestra. Cuando yo tenía berretines de escritor las antologías no traían traducida esa parte del cuento. Lo leí una sola vez completo en inglés, pero estoy seguro de que el Nadanuestra no es exactamente así.
-Bueno, por ahí Alda le cambió algún detalle. Yo lo único que sé es que está en un cuento de Hemingway que se llama Un lugar limpio y bien iluminado.
-El detalle que importa es que ahora la Cadáver se curó, como dicen ellos. Ese Laboratorio nos va a cojer a todos. Y menos mal que el vergudo se tiró al Aqueronte. Porque yo ya estoy viejo para sufrir con esas anacondas.
-¿Viste el entierro de Leonardo en la tele?
-No. Pero el provincianismo de Murro me estresa. Aprendí demasiado de Artigas. Y estos pedantes del Laboratorio son capaces de robarnos la leyenda del man. Que los yoruguas sigan poniendo el set y se llenen la boca con Maracaná y Onetti. Pero la Punta es nuestra. Y Leonardo Regusci tiene que aparecer como un mártir puntaesteño. Te juro que hubo un momento que me dio más asco el Protectorado de Artigas que la mafia de los pueyrredones. Yo existo por esa mafia, al final.
-¿Pero sabés quién va a terminar por salvarnos? -escupió un trago sangriento en un macetón de la barbacoa J.R. -Federica. Che, este menjunje da asco.
-Y por qué Federica.
-Porque filmó la actuación de Leonardo con el celular. Yo pensé que te habías dado cuenta.
-Yo miraba otra cosa.
-Bueno, esta mañana la convencí de que querés la filmación y la música inédita del man o la piantás de En trozos.
El Rey engulló el rocktail que había dejado apenas empezado J.R. y sonrió con hondura de tiburón:
-Sos genial, Rigoletto.
-Mantengo una familia.
-Bueno, y ahora echame un polvo y arreglo para que te asciendan al directorio y terminás viviendo en el Parque Leloir.
-Ahora no, por favor.
-Mirá que yo conozco muy bien cómo llegó cada uno a su sillón, papito. Y no cualquiera llega con memazos del Rey.
-Por favor.
-Relajate. Yo te invento un Nadanuestra mejor que el de cualquier Barbie intelectual y después te podés imaginar que te estás embarrando la anaconda con el man o con el Protector o con Pampita o con tu hija o con la presidenta. Da para todo, gordo. La libertad moral del jet da para todo.
123 / LA VULVA GLOBAL
Murro se confesó esa misma tarde y después de la misa acompañó al padre Fidel a dar una vuelta por la plaza de la Torre.
-Pero mirá vos -sonrió el cura sentándose frente a uno de los falos de cañón que decoraban el pasto. -Lo que uno va aprendiendo. Nunca me hubiera imaginado que una chiquilina pudiera derretirse hasta chorrear así.
-Y lo peor es que fue como si estuviese viendo llorar a la concha del mundo.
-Lo peor y lo mejor.
-Lo mejor fue el chantaje de la pendeja. Porque cuando le hablé de la verdad le vino un ataque de histeria tan brutal que la tuve que tapar con el saco. Lástima que cuando me preguntó por qué había nacido puta no supe qué decirle.
-La verdadera lástima es por qué no se animan a preguntarme eso en las confesiones, carajo.
-¿Y por qué nacen así?
-¿No escuchaste hablar de un libro que se llama Mujeres que corren los lobos? Está de moda hace años.
-Sí. Mi ex-mujer lo tiene.
-Lo escribió una terapeuta junguiana y católica, Clarissa Pinkola Estés. Yo lo vengo leyendo hace meses con lupa, de noche. Analiza cuentos folklóricos. Podés leer un capítulo y dejarlo descansar.
En ese momento vieron bajar de un auto a un hombrecito con la cabeza completamente rapada y lentes negros modelo moscón y Murro informó:
-Ese tipo es Zen, el cineasta que fundó el Laboratorio junto con Leonardo Regusci. Estaba en Florianópolis, terminando un rodaje. Y acaba de entrar en la casa de Mariana Ventura.
-Qué coincidencia interesante.
-Otra cosa asombrosa que me dijo mi futura cuñada es que la productora que contrató a Leonardo para cantar en el country filmó la actuación con un celular, aunque casi nadie se dio cuenta.
-Eso es muy interesante. Pero volviendo al otro tema: ¿no se te ocurrió preguntarle a tu futura cuñada cómo puede ser tan distinto nacer puta que nacer puto?
Uriel se rio fuerte:
-¿Sabés que me siento bien por primera vez en años?
-Entonces tratá de no hacer magia negra nunca más en tu vida. El asunto es clarísimo y ni siquiera lo enseñamos bien en la Iglesia: Satanás nos propone hacernos magos negros a los tres años, más o menos. Y eso quiere decir hacerse adicto a cualquier felicidad artificial para aguantar el mundo. Tener cultura cósmica es elegir desde chiquito lo que te lleva a ayudar a la humanidad cueste lo que te cueste y terminar entrando al paraíso interior. Yo inventé una voz un poco tramposa que dice: La juventud parece hermosa, pero es triste. La vejez parece triste, pero es hermosa. ¿No te animarías a acompañarme hasta lo de Mariana Ventura, ex-mujeriego empedernido?
124 / IN-RI
Murro ayudó al cura a subir los escalones del jardincito y localizar el timbre, y se fue antes de que los atendieran.
-Soltá ese spray, tarado -se escuchó aullar perforadoramente a la negra mientras Zen abría la puerta. -Acá lo que nadie entiende es que yo no puedo con todo. Pero mirá: cosé la bolsa que justo en este momento cayó la última papa.
-Adelante, padre -le sostuvo el hombro y el antebrazo del bastón el hombrecito que usaba mucha colonia a Fidel. -La patrona está brava porque el Pato pintó un graffiti de Lorca en el dormitorio.
-Pero no lo pintó por casualidad -le soltó el cuello de la camisa Mariana al chiquilín. -Decile lo que escribiste al señor sabiondo que usa la poesía de los demás para darse dique en el cementerio.
-No duerme nadie por el mundo -se le espinaron las pupilas a Pablo.
Entonces el viejito se dio cuenta que Zen no entendía nada y señaló a la negra con el bastón desproporcionado:
-Tiene razón ella. Porque cuando enterramos a Leonardo sustituí el sermón por un pedazo de Ciudad sin sueño de Lorca.
-¿Sabe que mientras lo velábamos me imaginé a mí misma frente al nicho recitando dos estrofas de En la cabaña del Farmer igual que si el cadáver consolara a mi hijo? Cuando me quedo solo / me quedan todavía tus diez años, / los tres caballos ciegos, / tus quince rostros con el rostro de la pedrada / y las fiebres pequeñas heladas sobre las hojas del maíz. / Cuando empiece el tumulto de la guerra / dejaré un pedazo de queso para tu perro en la oficina. / Tus diez años serán las hojas / que vuelan en los trajes de los muertos, / diez rosas de azufre débil / en el hombro de mi madrugada.
-Tengo una entrevista en la radio a las ocho, padre -se pañueleó un llanto amarillo el cineasta y volvió a enmosconarse con los lentes. -¿Lo llevo?
Y recién al pasar frente a la Torre el cura explicó:
-Aunque pueda no creerse, tenía una necesidad urgente de hablar contigo y ni siquiera sabía si estabas en Maldonado y a los cinco minutos de sentarme con un amigo en la plaza llegaste a ver a Mariana.
-La arquitectura divina siempre funciona, padre. Aunque de vez en cuando nos deja sin profetas.
-Es la Ley. Me imagino que tendrás pensado hacer alguna película sobre Leonardo.
-Podría hacer cuatro largometrajes.
-Entonces te informo que Federica Finkbein filmó con un celular la crucifixión del country. Y sería demasiado triste que la usara en En trozos.
-Pero el que corta el bacalao en el canal es el Rey.
-Por supuesto. Así que aquí lo acertado podría ser equivocarse al revés que los fariseos cuando le pidieron a Pilatos que mandara sacar el cartelito que decía Rey de los Judíos y él no les dio pelota: le mangueás una copia para el Laboratorio y además de no dártela puede terminar prohibiendo hasta que la pasen por la tele y todo.
121 / CUÑADA
Uriel Murro hizo pasar a la hermana menor de su futura esposa comiendo una milanesa al pan. La muchacha se llamaba Amparo y bamboleaba una esculturalidad quinceañera especializada en asediar a los curas.
-Disculpá el desorden, Ampi -terminó de masticar el refuerzo y se le dulcificaron los bigotes al galán cuarentón. -¿No andás muy desnudita?
-A lo mejor te vienen ganas de violarme. Tomá. Dice Silvia que son los únicos libros que le quedan de García Márquez.
-A ver. Bárbaro: no leí ni El general en su laberinto ni El amor en los tiempos del cólera.
-Pa. En cualquiera se nota salado que el loco es un degenerado peor que vos.
El abogado y locutor televisivo fue a buscar el saco al dormitorio disimulando una mueca tirante y al volver encontró a la chiquilina perniabierta en el sofá:
-¿No lo caliento, doctor?
-¿Te arrimo hasta tu casa? Dale, que se me hizo tardísimo.
-¿Sabés que yo me ratoneo contigo desde que jugaban al tennis con mi padre?
-Dale, Ampi. Por favor.
Entonces la muchacha de largas crines rubias se arrancó la camisa y el bikini y empezó a chuparse el crucifijo:
-Todavía les falta un mes para casarse. ¿Quién se puede enterar?
-El que se entera es Dios, mijita -se agachó el hombre para agarrarse la cabeza con los sobacos empapados.
-¿Y cuando te empezaste a cojer a mi hermana Dios no te importaba?
Ahora Murro se sentó en el parqué murmurando:
-Yo creo de verdad. Y cada vez que cagaba a mi mujer sentía como si me entrara mierda en el alma y ahora estoy enamorado de verdad otra vez.
-¿Y cuánto vas a demorar en cagar a mi hermana?
-Me divorcié del mal, también.
-Bueno, vas a tener que seguir pecando un poco. Porque le entré a la compu de mi madre y encontré todos los correos que se mandaron en la otra Navidad y si no me cojés ya se los muestro a mi padre y a mi hermana. Rápido. Desnudate.
-¿Me esperás un momento?
-Te espero toda la vida.
-No: un momento, nomás. Lo que duran un Ave María y un Padrenuestro.
Amparo carcajeó y después que el hombre se agarró las manos con una devoción ojicerrada y se desnudó le viborearon dos rías muy doradas desde la vulva:
-¿Sabías que la mina de En Trozos filmó a Leonardo Regusci con el celu en el country? Mis tías estaban al lado y la vieron. ¿Y? ¿Todavía no se te paró?
-No se me va a parar.
-Entonces voy a tener que mostrarle los correos a mi padre y a mi hermana.
-La verdad nos hace libres, Amparo. Por algo apareció.
122 / GAMBITO
-Tampoco es justo decir que Federica lo mató -le aceptó un rocktail artiguense Rigoletto a Johnny, que ya estaba muy duro y muequeaba con una pendularidad impasiblemente cetácea. -Y además trajo al santo.
-Así que la Cadáver te la chupaba rezando el Nadanuestra. Cuando yo tenía berretines de escritor las antologías no traían traducida esa parte del cuento. Lo leí una sola vez completo en inglés, pero estoy seguro de que el Nadanuestra no es exactamente así.
-Bueno, por ahí Alda le cambió algún detalle. Yo lo único que sé es que está en un cuento de Hemingway que se llama Un lugar limpio y bien iluminado.
-El detalle que importa es que ahora la Cadáver se curó, como dicen ellos. Ese Laboratorio nos va a cojer a todos. Y menos mal que el vergudo se tiró al Aqueronte. Porque yo ya estoy viejo para sufrir con esas anacondas.
-¿Viste el entierro de Leonardo en la tele?
-No. Pero el provincianismo de Murro me estresa. Aprendí demasiado de Artigas. Y estos pedantes del Laboratorio son capaces de robarnos la leyenda del man. Que los yoruguas sigan poniendo el set y se llenen la boca con Maracaná y Onetti. Pero la Punta es nuestra. Y Leonardo Regusci tiene que aparecer como un mártir puntaesteño. Te juro que hubo un momento que me dio más asco el Protectorado de Artigas que la mafia de los pueyrredones. Yo existo por esa mafia, al final.
-¿Pero sabés quién va a terminar por salvarnos? -escupió un trago sangriento en un macetón de la barbacoa J.R. -Federica. Che, este menjunje da asco.
-Y por qué Federica.
-Porque filmó la actuación de Leonardo con el celular. Yo pensé que te habías dado cuenta.
-Yo miraba otra cosa.
-Bueno, esta mañana la convencí de que querés la filmación y la música inédita del man o la piantás de En trozos.
El Rey engulló el rocktail que había dejado apenas empezado J.R. y sonrió con hondura de tiburón:
-Sos genial, Rigoletto.
-Mantengo una familia.
-Bueno, y ahora echame un polvo y arreglo para que te asciendan al directorio y terminás viviendo en el Parque Leloir.
-Ahora no, por favor.
-Mirá que yo conozco muy bien cómo llegó cada uno a su sillón, papito. Y no cualquiera llega con memazos del Rey.
-Por favor.
-Relajate. Yo te invento un Nadanuestra mejor que el de cualquier Barbie intelectual y después te podés imaginar que te estás embarrando la anaconda con el man o con el Protector o con Pampita o con tu hija o con la presidenta. Da para todo, gordo. La libertad moral del jet da para todo.
123 / LA VULVA GLOBAL
Murro se confesó esa misma tarde y después de la misa acompañó al padre Fidel a dar una vuelta por la plaza de la Torre.
-Pero mirá vos -sonrió el cura sentándose frente a uno de los falos de cañón que decoraban el pasto. -Lo que uno va aprendiendo. Nunca me hubiera imaginado que una chiquilina pudiera derretirse hasta chorrear así.
-Y lo peor es que fue como si estuviese viendo llorar a la concha del mundo.
-Lo peor y lo mejor.
-Lo mejor fue el chantaje de la pendeja. Porque cuando le hablé de la verdad le vino un ataque de histeria tan brutal que la tuve que tapar con el saco. Lástima que cuando me preguntó por qué había nacido puta no supe qué decirle.
-La verdadera lástima es por qué no se animan a preguntarme eso en las confesiones, carajo.
-¿Y por qué nacen así?
-¿No escuchaste hablar de un libro que se llama Mujeres que corren los lobos? Está de moda hace años.
-Sí. Mi ex-mujer lo tiene.
-Lo escribió una terapeuta junguiana y católica, Clarissa Pinkola Estés. Yo lo vengo leyendo hace meses con lupa, de noche. Analiza cuentos folklóricos. Podés leer un capítulo y dejarlo descansar.
En ese momento vieron bajar de un auto a un hombrecito con la cabeza completamente rapada y lentes negros modelo moscón y Murro informó:
-Ese tipo es Zen, el cineasta que fundó el Laboratorio junto con Leonardo Regusci. Estaba en Florianópolis, terminando un rodaje. Y acaba de entrar en la casa de Mariana Ventura.
-Qué coincidencia interesante.
-Otra cosa asombrosa que me dijo mi futura cuñada es que la productora que contrató a Leonardo para cantar en el country filmó la actuación con un celular, aunque casi nadie se dio cuenta.
-Eso es muy interesante. Pero volviendo al otro tema: ¿no se te ocurrió preguntarle a tu futura cuñada cómo puede ser tan distinto nacer puta que nacer puto?
Uriel se rio fuerte:
-¿Sabés que me siento bien por primera vez en años?
-Entonces tratá de no hacer magia negra nunca más en tu vida. El asunto es clarísimo y ni siquiera lo enseñamos bien en la Iglesia: Satanás nos propone hacernos magos negros a los tres años, más o menos. Y eso quiere decir hacerse adicto a cualquier felicidad artificial para aguantar el mundo. Tener cultura cósmica es elegir desde chiquito lo que te lleva a ayudar a la humanidad cueste lo que te cueste y terminar entrando al paraíso interior. Yo inventé una voz un poco tramposa que dice: La juventud parece hermosa, pero es triste. La vejez parece triste, pero es hermosa. ¿No te animarías a acompañarme hasta lo de Mariana Ventura, ex-mujeriego empedernido?
124 / IN-RI
Murro ayudó al cura a subir los escalones del jardincito y localizar el timbre, y se fue antes de que los atendieran.
-Soltá ese spray, tarado -se escuchó aullar perforadoramente a la negra mientras Zen abría la puerta. -Acá lo que nadie entiende es que yo no puedo con todo. Pero mirá: cosé la bolsa que justo en este momento cayó la última papa.
-Adelante, padre -le sostuvo el hombro y el antebrazo del bastón el hombrecito que usaba mucha colonia a Fidel. -La patrona está brava porque el Pato pintó un graffiti de Lorca en el dormitorio.
-Pero no lo pintó por casualidad -le soltó el cuello de la camisa Mariana al chiquilín. -Decile lo que escribiste al señor sabiondo que usa la poesía de los demás para darse dique en el cementerio.
-No duerme nadie por el mundo -se le espinaron las pupilas a Pablo.
Entonces el viejito se dio cuenta que Zen no entendía nada y señaló a la negra con el bastón desproporcionado:
-Tiene razón ella. Porque cuando enterramos a Leonardo sustituí el sermón por un pedazo de Ciudad sin sueño de Lorca.
-¿Sabe que mientras lo velábamos me imaginé a mí misma frente al nicho recitando dos estrofas de En la cabaña del Farmer igual que si el cadáver consolara a mi hijo? Cuando me quedo solo / me quedan todavía tus diez años, / los tres caballos ciegos, / tus quince rostros con el rostro de la pedrada / y las fiebres pequeñas heladas sobre las hojas del maíz. / Cuando empiece el tumulto de la guerra / dejaré un pedazo de queso para tu perro en la oficina. / Tus diez años serán las hojas / que vuelan en los trajes de los muertos, / diez rosas de azufre débil / en el hombro de mi madrugada.
-Tengo una entrevista en la radio a las ocho, padre -se pañueleó un llanto amarillo el cineasta y volvió a enmosconarse con los lentes. -¿Lo llevo?
Y recién al pasar frente a la Torre el cura explicó:
-Aunque pueda no creerse, tenía una necesidad urgente de hablar contigo y ni siquiera sabía si estabas en Maldonado y a los cinco minutos de sentarme con un amigo en la plaza llegaste a ver a Mariana.
-La arquitectura divina siempre funciona, padre. Aunque de vez en cuando nos deja sin profetas.
-Es la Ley. Me imagino que tendrás pensado hacer alguna película sobre Leonardo.
-Podría hacer cuatro largometrajes.
-Entonces te informo que Federica Finkbein filmó con un celular la crucifixión del country. Y sería demasiado triste que la usara en En trozos.
-Pero el que corta el bacalao en el canal es el Rey.
-Por supuesto. Así que aquí lo acertado podría ser equivocarse al revés que los fariseos cuando le pidieron a Pilatos que mandara sacar el cartelito que decía Rey de los Judíos y él no les dio pelota: le mangueás una copia para el Laboratorio y además de no dártela puede terminar prohibiendo hasta que la pasen por la tele y todo.
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